Buenas tardes a todos, este es mi problema:
Empecé a montar de pequeña y estuve bastantes años haciéndolo (hasta los 14 más o menos), cuando lo dejé ya estaba compitiendo a nivel nacional en concurso completo.
Me he caído unas cuantas veces, pero por desgracia hace unos años sufrí una caída bastante más seria de lo normal (me di con una de las barras del salto en la cabeza y perdí parte de la memoria).
Yo quería seguir montando y no me dio miedo en ningún momento, porque finalmente la cosa no fue demasiado grave y nosotros sabemos que todo el que monta se cae.
Sin embargo mis padres se negaron a que continuase y me lo prohibieron de forma aparentemente definitiva.
Entiendo que pueda ser difícil para ellos decir "sí, adelante" después de un suceso como aquel, pero este deporte es mi pasión y siento una necesidad constante de volver a subirme en la silla y mostrar lo que puedo llegar a hacer, como lo hice en los viejos tiempos. No hay nada que desee más, han pasado cuatro años y cada día estoy más nostálgica con este asunto.
Tengo 18 años y no puedo permitirme pagar la totalidad de las clases aún, por ello necesito la aprobación y colaboración de mis padres.
Así que vengo aquí para preguntaros cómo conseguir que pierdan ese miedo, cómo hacer que recuerden todo lo bueno que viví antes de aquella caída y lo feliz que me hacia este deporte, y que entiendan que me aporta muchísima felicidad y confianza, además de enseñarme cientos de valores.
Parece una pregunta tonta pero juro que ya he intentado explicárselo y pedírselo de mil maneras y siguen negándose, he pasado épocas muy pero que muy malas pensando que jamás volvería a subirme a un caballo y mucho menos a competir, no os imagináis la tristeza y la frustración que me hace sentir... pero no voy a desistir así como así porque verdaderamente este deporte me ha dado la vida, y ahora me siento como si no estuviera viviendo.
Un saludo jinetes! Y gracias de antemano.
Empecé a montar de pequeña y estuve bastantes años haciéndolo (hasta los 14 más o menos), cuando lo dejé ya estaba compitiendo a nivel nacional en concurso completo.
Me he caído unas cuantas veces, pero por desgracia hace unos años sufrí una caída bastante más seria de lo normal (me di con una de las barras del salto en la cabeza y perdí parte de la memoria).
Yo quería seguir montando y no me dio miedo en ningún momento, porque finalmente la cosa no fue demasiado grave y nosotros sabemos que todo el que monta se cae.
Sin embargo mis padres se negaron a que continuase y me lo prohibieron de forma aparentemente definitiva.
Entiendo que pueda ser difícil para ellos decir "sí, adelante" después de un suceso como aquel, pero este deporte es mi pasión y siento una necesidad constante de volver a subirme en la silla y mostrar lo que puedo llegar a hacer, como lo hice en los viejos tiempos. No hay nada que desee más, han pasado cuatro años y cada día estoy más nostálgica con este asunto.
Tengo 18 años y no puedo permitirme pagar la totalidad de las clases aún, por ello necesito la aprobación y colaboración de mis padres.
Así que vengo aquí para preguntaros cómo conseguir que pierdan ese miedo, cómo hacer que recuerden todo lo bueno que viví antes de aquella caída y lo feliz que me hacia este deporte, y que entiendan que me aporta muchísima felicidad y confianza, además de enseñarme cientos de valores.
Parece una pregunta tonta pero juro que ya he intentado explicárselo y pedírselo de mil maneras y siguen negándose, he pasado épocas muy pero que muy malas pensando que jamás volvería a subirme a un caballo y mucho menos a competir, no os imagináis la tristeza y la frustración que me hace sentir... pero no voy a desistir así como así porque verdaderamente este deporte me ha dado la vida, y ahora me siento como si no estuviera viviendo.
Un saludo jinetes! Y gracias de antemano.