Pues estoy avanzando más rápidamente de lo que pensaba, aunque desde cero.
El camino que estoy siguiendo es:
1. Montar más veces. Antes salía de excursión, cuando salia, me tiraba muchas horas, pero claro, iba pocas veces, ya que para menos de tres horas consideraba que no compensaba aparejar. Ahora monto cualquier rato libre, aunque sea media hora.
2. Voy a trabajar, no a mirar el paisaje.
3. Empecé de cero. A la consolidación de la cesión a las piernas. Para ello me olvidé, de momento, de mi obsesión por ser tan suave con la boca y descontraer, ya que al intentar llevar esa tensión mínima buscando la cesión , estaba restando efectividad a las ayudas de las piernas e impidiendo que el caballo se concentre, a la par que le estaba provocando que el caballo " se confundiera" al analizarme.
Ahora con más contacto, pero constante, evito teclear, y sujetar. Él va mucho más pendiente de mi y más obediente. En su momento le soltaré, pero ahora no es el momento. Solamente a ratos y noto que lo agradece, cosa que antes no.
4. Antes las ayudas eran ocasionales, no dando tiempo al caballo a asimilarlas. Ahora busco una explanada y trabajo giros, ochos, etc. unos minutos, hasta que noto que cansa, no se defiende, es un santo, pero se pone un poco necio. Entonces le obligo a hacer la última bien ( cuesta), luego acaricio y se acabó.
Por cierto, restringiendo las caricias, pocas y en su preciso momento.
5. Creo que Hubiera sido un error usar epuelas, ya que, aunque le cuesta obedecer, cuando se decide, lo hace con cierta velocidad, llegando a veces a despegar un poco los anteriores, lo que podría ser un cuarto de pirueta, (tropezona y muy mal hecha), pero teníais que ver la sonrisa que dibuja en mi cara, jejeje.
6. Para hacer un giro, exagero la postura hacia un lado y atrás, y con al pie detrás de la cincha, evito usar la rienda, sólo apoyo un poco al cuello, si se niega, apuro con el pie, sí no vale, ayudo con rienda, sí es poco, le pongo la fusta ( muy a mi pesar IMPRESCINDIBLE, de momento), de ese lado, si no va, le doy, hasta que gira, en ese momento ya lleva el cuello girado pero sigue a delante, le aplico fusta hasta que decide girar. Lo entiende, pero no quiere. Otras veces con mover el cuerpo lo hace perfecto.
Le miro a los ojos a ver si capto señales, y creo que es algo como: que plomo, ahora a este le dio por girar, con lo bien que se va en línea recta, a ver si me libro... Ay! no me libré, en fin ,tendré que ir acostumbrando a esta nueva moda...
Cede mejor a la izquierda, puede ser porque al ir por ahí de ruta, siempre vamos por la derecha, y esa ayuda la tiene muy trabajada. La derecha mucho menos.
Continuará.
El camino que estoy siguiendo es:
1. Montar más veces. Antes salía de excursión, cuando salia, me tiraba muchas horas, pero claro, iba pocas veces, ya que para menos de tres horas consideraba que no compensaba aparejar. Ahora monto cualquier rato libre, aunque sea media hora.
2. Voy a trabajar, no a mirar el paisaje.
3. Empecé de cero. A la consolidación de la cesión a las piernas. Para ello me olvidé, de momento, de mi obsesión por ser tan suave con la boca y descontraer, ya que al intentar llevar esa tensión mínima buscando la cesión , estaba restando efectividad a las ayudas de las piernas e impidiendo que el caballo se concentre, a la par que le estaba provocando que el caballo " se confundiera" al analizarme.
Ahora con más contacto, pero constante, evito teclear, y sujetar. Él va mucho más pendiente de mi y más obediente. En su momento le soltaré, pero ahora no es el momento. Solamente a ratos y noto que lo agradece, cosa que antes no.
4. Antes las ayudas eran ocasionales, no dando tiempo al caballo a asimilarlas. Ahora busco una explanada y trabajo giros, ochos, etc. unos minutos, hasta que noto que cansa, no se defiende, es un santo, pero se pone un poco necio. Entonces le obligo a hacer la última bien ( cuesta), luego acaricio y se acabó.
Por cierto, restringiendo las caricias, pocas y en su preciso momento.
5. Creo que Hubiera sido un error usar epuelas, ya que, aunque le cuesta obedecer, cuando se decide, lo hace con cierta velocidad, llegando a veces a despegar un poco los anteriores, lo que podría ser un cuarto de pirueta, (tropezona y muy mal hecha), pero teníais que ver la sonrisa que dibuja en mi cara, jejeje.
6. Para hacer un giro, exagero la postura hacia un lado y atrás, y con al pie detrás de la cincha, evito usar la rienda, sólo apoyo un poco al cuello, si se niega, apuro con el pie, sí no vale, ayudo con rienda, sí es poco, le pongo la fusta ( muy a mi pesar IMPRESCINDIBLE, de momento), de ese lado, si no va, le doy, hasta que gira, en ese momento ya lleva el cuello girado pero sigue a delante, le aplico fusta hasta que decide girar. Lo entiende, pero no quiere. Otras veces con mover el cuerpo lo hace perfecto.
Le miro a los ojos a ver si capto señales, y creo que es algo como: que plomo, ahora a este le dio por girar, con lo bien que se va en línea recta, a ver si me libro... Ay! no me libré, en fin ,tendré que ir acostumbrando a esta nueva moda...
Cede mejor a la izquierda, puede ser porque al ir por ahí de ruta, siempre vamos por la derecha, y esa ayuda la tiene muy trabajada. La derecha mucho menos.
Continuará.
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