Escribo este tema para decir, que aunque muchas veces creemos que no avanzamos, la realidad es que poco a poco vamos mejorando, pasito a pasito. Yo por ejemplo soy de las que casi no lo nota porque voy nada más que una vez a la semana. Pues ayer acabé muy contenta y os diré por qué. Resulta que cuando empecé a montar hará 6 meses en el Club La Alameda del Pardo, me dieron primero 3 clases a una misma yegua de iniciación, muy buena, para los días de prueba y establecer el nivel. Tres clases después me pasaron a avanzados, y allí me dejaron el más fácil que tenían: Moonlight. Visto que se me había quedado demasiado sencillo, me dejaron a la siguiente clase a uno algo más nervioso llamado Harbour. Y al tercer día, viendo que me había apañado muy bien con Harbour me dejaron a Simba. Simba es una yegua muy joven, muy nerviosa y asustadiza, de capa grisácea con calcetines blancos. Es preciosa. El día que la monté se me asustó de todo, se me botaba por nada y a punto estuve de irme al suelo más de una vez. En definitiva: la yegua hizo lo que quiso en la clase, además hubo momentos en que estuve a punto de ponerme a llorar del miedo que pasé.
Pues bien, ayer, después de unos 5 o 6 meses acepté el reto de montarla de nuevo ( me la quisieron dar más veces y yo me negué rotundamente, no tenía buen recuerdo). He de decir que se me botó, especialmente al principio, porque se asustaba y me tomaba el pelo, de repente salía disparada a galope pegando coces..etc De repente pensé que ya estaba bien, así que decidí poner orden. Serenándome conseguí que hiciera lo que yo le pedía sin asustarse. Seré franca, y es que cada vez que cambiaba de mano alguna tontería me hacía, pero en la siguiente vuelta recuperaba orden y ya está, solucionado. Como digo se me botó varias veces, pero en todas ellas acabé poniendo orden. Creo que para mí es un gran logro, porque no me vi en ningún momento con peligro de caerme, y sobre todo porque al final de la clase conseguí que estuviera relajada. De hecho, en los últimos 20 minutos no hubo ningún gesto de rechazo hacia mí por su parte. Incluso el profesor me felicitó, porque finalmente me había hecho con ella. Además, otro dato relevante para mí es que siempre que saltamos algún obstáculo, o me adelanto o me quedo atrás, y sin embargo con la yegua relajada, en esta clase salté bien todas las veces: con buen ritmo, batiendo a la distancia adecuada (esto sobre todo por colaboración de la yegua), y sin adelantarse, ni rehúses ni escapadas.
Posiblemente el día que de nuevo la monte tendré que ganármela de nuevo, y posiblemente tarde muchísimo tiempo (como me pasó ayer), pero creo que al final lo puedo lograr, como hice ayer. No sé vosotros, pero yo cuando veo que he avanzado y creía que no era así, me pongo muy contenta.
Pues bien, ayer, después de unos 5 o 6 meses acepté el reto de montarla de nuevo ( me la quisieron dar más veces y yo me negué rotundamente, no tenía buen recuerdo). He de decir que se me botó, especialmente al principio, porque se asustaba y me tomaba el pelo, de repente salía disparada a galope pegando coces..etc De repente pensé que ya estaba bien, así que decidí poner orden. Serenándome conseguí que hiciera lo que yo le pedía sin asustarse. Seré franca, y es que cada vez que cambiaba de mano alguna tontería me hacía, pero en la siguiente vuelta recuperaba orden y ya está, solucionado. Como digo se me botó varias veces, pero en todas ellas acabé poniendo orden. Creo que para mí es un gran logro, porque no me vi en ningún momento con peligro de caerme, y sobre todo porque al final de la clase conseguí que estuviera relajada. De hecho, en los últimos 20 minutos no hubo ningún gesto de rechazo hacia mí por su parte. Incluso el profesor me felicitó, porque finalmente me había hecho con ella. Además, otro dato relevante para mí es que siempre que saltamos algún obstáculo, o me adelanto o me quedo atrás, y sin embargo con la yegua relajada, en esta clase salté bien todas las veces: con buen ritmo, batiendo a la distancia adecuada (esto sobre todo por colaboración de la yegua), y sin adelantarse, ni rehúses ni escapadas.
Posiblemente el día que de nuevo la monte tendré que ganármela de nuevo, y posiblemente tarde muchísimo tiempo (como me pasó ayer), pero creo que al final lo puedo lograr, como hice ayer. No sé vosotros, pero yo cuando veo que he avanzado y creía que no era así, me pongo muy contenta.