Pues la verdad es que no se cual es el proceso ni la mecanización que usaran ahora , pero llevan haciendo lo mismo desde hace mas de ciento cincuenta años, pocas frenerías habrá de esa antiguedad y sigan con la labor, así que me imagino que artesanales lo serán bastante y saber lo que se hace también. Y seguro que fragua aun tienen, lo que no se si hacen algo por encargo hecho así, caso de que su trabajo habitual sea mecanizado.
Yo solo trataba de ayudar dando otra opción más.
Y sin animo de crear polemica ni nada parecido, ¿Que puede diferenciar un bocado o un estribo hecho en fragua a otro mecanizado, sin contar la exclusividad, es decir, a efectos prácticos?.
Un saludo.
Las frenerías de Cortegana son muy antiguas, sobre todo la de Lopez. La de Roldán es posterior en su fundación, aunque no en oficio, ya que anteriormente trabajó para Lopez (según me comentó mi maestro). Ambas frenerías producen de forma industrializada (aunque no de igual forma) y mediante un proceso de fabricación mecanizado, consiguen unas grandes producciones, aunque no de forma artesanal pura, a unos precios de menos de un cuarta parte de lo que cuestan los realizados "a golpe de martillo". O sea mucho más baratos. Desconozco si realizan trabajos "a mano" aunque no me extrañaría.
Tener un bocado de forja es tener una pieza única, con la ventaja añadida de tener unas medidas como desee el que hace el encargo. En el guadarnés de Baones, en Almonaster la Real, hay auténticas obras de arte.
Hay otro magnífico forjador de bocados que es Sebastian Caravaca.
Todos los que mencioné tienen facebook, y merece la pena ecahar un vistazo a sus trabajos.
A efectos prácticos, salvo trabajos de embocaduras ortopédicas, los bocados fabricados en Cortegana cumplen perfectamente y creo que más del 90% de los bocados vaqueros son fabricados allá. Es más, ambos fabricantes disponen de "bocados maestros" con los que se puede probar y escoger el más indicado para un caballo determinado.
Lo mismo sucede con el resto del "herraje", en el que los industriales son perfectamente válidos.
Distinguir un trabajo industrializado de uno artesanal no es complicado y, si se presta una atención detenida a distancia cercana, se ven claramente las diferencias.
Una de las piezas de hierro que más suele sufrir es el serretón, que suele morirse por desgaste en el pilar central, y merece la pena encargar uno "de forja"
La frenería era un oficio, como la guarnicionería en la que, si no se adoptasen métodos de fabricación industrial, estarian abocados a la desaparición por los costes laborales.
A mi me encantan los trabajos de forja, especialmente en bocados y espuelas.
Saludos,