Buen tema y comentarios muy interesantes.
Voy a añadir opiniones a la respuesta de Yagudin, que ya es muy completa de por sí.
Yagudin dijo:
La primera pista la tienes en los orígenes. A veces la genetica de tremebundas sorpresas, pero un origen de calidad tiene más garantías de transmitir calidad que uno de andar por casa.
Estoy de acuerdo en que unos orígenes de calidad (calidad no es lo mismo que famoso, por cierto) proporcionan una mayor garantía. Sin embargo, esto no significa que todo hijo de "fulanito" sea bueno por el mero hecho de serlo, ¡ojo! Y, por otro lado, en ocasiones se crían grandes ejemplares a partir de padres poco conocidos. ¡Y anda que no tiene mérito esto!
Yagudin dijo:
Y una vez que tenemos al potrito a la vista no estoy para nada de acuerdo en que no se parecen en casi nada a como serán de adultos. Desde el momento en que el foal se pone de pie basta un vistazo para hacerse a la idea de cómo va a ser de mayor, si ha salido al padre o a la madre (o a ninguno!), si tiene mucho hueso, poco, si va a ser grande, ligero... todo eso se ve desde foal. Hay algunos que con días ya son retratos clavados de sus padres.
También de acuerdo, en todo. Quería añadir que de recién nacidos se ve incluso mejor cómo serán de adultos.
Yagudin dijo:
Por supuesto, lo siguiente es ver si el potro está bien hecho, si tiene buenos aplomos. Eso se ve desde el principio. Con los meses, por supuesto van evolucionando, algunos defectos se corrigen y disimulan, otros aparecen, pero por regla general en el foal está ya el caballo adulto y el ojo entrenado sabe verlo. Cuando tienen 18 meses, que es cuando se ponen a la venta la mayoría de los psi, el pescado ya está todo vendido. Bien hecho, mal hecho, cuartillón, con poca amplitud de tranco, cuello fuerte, poco cuello... el físico del potro podrá matizarse, pero ya tienes delante al caballo que va a ser.
Hay que aprender a ver esto más allá de si el potro está sucio o limpio, gordo o delgado, adormilado o encendido, etc. para que no nos cuelen un potro malo enseñándonoslo bien tuneado.
Yagudin dijo:
Y a partir de ahí, interviene el azar puro. ¿tendrá corazón? ¿tendrá buen carácter? ¿será nervioso?... ¿qué acción tendrá al galopar? ¿tendrá cambio de ritmo?... A saber! En esa incertidumbre está el encanto de la cosa... Si no, sería muy fácil...
Esto ya tiene un porcentaje de condicionantes ambientales y de manejo que podemos intentar cuidar y optimizar. Pero también son características que se heredan y, conociendo a los padres y a otros hermanos, podemos estimar una mayor o menor probabilidad de que el potro desarrolle ciertos comportamientos o aptitudes.
En todo caso, sea de la raza que sea, tenga o no papeles, el potro en su conjunto tiene que tener en primer lugar un equilibrio y una armonía y, en segundo lugar, características concretas deseables para el trabajo que va a realizar. Es decir, descartados los defectos graves, hay que plantearse si es mejor el potro que tiene el menor número de defectos leves o el que tiene algo que es realmente excepcional.
Al margen de aplomos, caras bonitas o capas vistosas, hablando de armonía, que es un concepto que todos entendemos, pongo tres potros de la misma raza escogidos al azar. ¿Cuál de los tres compraríais y por qué?
Potro A
Potro B
Potro C
¡Saludos!