La forma más fácil de hacerlas más suaves es no usarlas. A lo mejor te llevas una sorpresa y tu caballo no las necesita.
Otra opción es que le pidas a un compañero sus espuelas (más suaves) para probar que tal,y eventualmente se las cambias o te compras tu unas iguales.
Si te hace duelo el desaprovechar unas espuelas... Igual estás en el deporte equivocado, porque mira que no hay que probar a veces equipamiento hasta dar con el adecuado.
Ah lo último que se me ocurre es que un herrero le corte las estrellas y después suavice lo que quede... Pero en serio unas espuelas valen dos duros...