Saludos. Contemos nuestras lesiones y "batallitas" hipicas,total para lo que hay en la "tele" prefiero leer el`foro.
En mi primera lesion, tenia nueve años ,(Franco era joven) lugar el Norte de Cáceres (en casa arabamos la tierra con mulos y algún caballo viejo, cuando llegó el tractor yo ya habia emigrado).
Imaginaros la escena, era casi de noche, nublada, dos muletos (mulos jovenes) en el prado, mi padre me manda que los lleve, arreandolos, al rio para que beban. Caminan despacio y yo tenía prisa, tal vez por miedo, la noche oscura como boca de lobo, se aproximaba, corto un palo de caña para arrearlos y no se me ocurre otra cosa que pincharle a uno en el culo...La caña era corta y los pies del muleto muy largoooooo..... Cuando recobro el conocimiento(ojala lo hubiera recobrado antes de pinchar) estaba tendido en el suelo, boca arriba, por un momento pensé que las nubes habían desaparecido y el cielo estaba estrellado solo para mi... pero era el dolor que sentía en toda mi boca.
Resultado: dos dientes desaparecidos y dos más en busca y captura
Durante más de diez años llevé esta bonita sonrisa... ahora comprendo porque no ligué nunca con ella.
Cuando conocí a mi mujer, ya tenía el "puente" puesto. Ella dice que tengo una pequeña y atractiva cicatriz en un rincón de los labios. Creo que exagera, ¿o no?...
Habría preferido que, el que me arreó la coz, fuera un bonito potro en vez de un simple mulo, "viste" más contarlo. Pero no, era un mulo que no mula. Por cierto que el mulo en cuestión era asturiano. solo faltara que llevara sangre del caballo de Gabino. Podría darse el caso, de que mi padre hubiera comprado el muleto a un "blusa" familiar suyo. (Aclaremos llamabamos "los blusas" (por la vestimenta) a los gallegos y asturianos, criadores de estos magnificos animales pora las faenas del campo, que todos los años "bajaban" a Extremadura ha venderlos.
Supongo que cuando llegaron los tractores se acabó este negocio, quedando los animales en los montes gallegos y asturianos, tal vez asi naciera , lo de las "rapas las bestias". Pero eso es otra historia...
Cuarenta años despues, y en otras "tierras más ruidosas", he tenido esguinces en los dedos de las manos, producidas al frenarme en el cuello del caballo por rehuse en los saltos, lesión muy habitual en esta disciplina. Otro esquince en el peroné de una pierna al caernos en un salto "fijo" de completo, y alguna que otra caida sin consecuencias, dignas de mención, en mi curriculum vitae de lesiones hípicas.
La más grave, y la que recuerdo con más cariño, la del muleto asturiano.
A estas alturas del mensaje ya no se si estoy contando mis lesiones hípicas o mi vida.
Un cordial saludo:
Camelot.
P.D: Con los dos muletos del mensaje, aprendí a arar y a manejar el carro, entre mis "muchos" doce a diecisiete años.
Fuimos muy amigos y siguieron en casa hasta su muerte, con más de 25 años uno, y casi 30 el otro. En una visita, a mi tierra, me hice una foto con uno de ellos, ( ya anciano). Si la encuentro y aprendo a ponerla, os la paso en este foro.
En mi primera lesion, tenia nueve años ,(Franco era joven) lugar el Norte de Cáceres (en casa arabamos la tierra con mulos y algún caballo viejo, cuando llegó el tractor yo ya habia emigrado).
Imaginaros la escena, era casi de noche, nublada, dos muletos (mulos jovenes) en el prado, mi padre me manda que los lleve, arreandolos, al rio para que beban. Caminan despacio y yo tenía prisa, tal vez por miedo, la noche oscura como boca de lobo, se aproximaba, corto un palo de caña para arrearlos y no se me ocurre otra cosa que pincharle a uno en el culo...La caña era corta y los pies del muleto muy largoooooo..... Cuando recobro el conocimiento(ojala lo hubiera recobrado antes de pinchar) estaba tendido en el suelo, boca arriba, por un momento pensé que las nubes habían desaparecido y el cielo estaba estrellado solo para mi... pero era el dolor que sentía en toda mi boca.
Resultado: dos dientes desaparecidos y dos más en busca y captura
Durante más de diez años llevé esta bonita sonrisa
... ahora comprendo porque no ligué nunca con ella.Cuando conocí a mi mujer, ya tenía el "puente" puesto. Ella dice que tengo una pequeña y atractiva cicatriz en un rincón de los labios. Creo que exagera, ¿o no?...
Habría preferido que, el que me arreó la coz, fuera un bonito potro en vez de un simple mulo, "viste" más contarlo. Pero no, era un mulo que no mula. Por cierto que el mulo en cuestión era asturiano. solo faltara que llevara sangre del caballo de Gabino. Podría darse el caso, de que mi padre hubiera comprado el muleto a un "blusa" familiar suyo. (Aclaremos llamabamos "los blusas" (por la vestimenta) a los gallegos y asturianos, criadores de estos magnificos animales pora las faenas del campo, que todos los años "bajaban" a Extremadura ha venderlos.
Supongo que cuando llegaron los tractores se acabó este negocio, quedando los animales en los montes gallegos y asturianos, tal vez asi naciera , lo de las "rapas las bestias". Pero eso es otra historia...
Cuarenta años despues, y en otras "tierras más ruidosas", he tenido esguinces en los dedos de las manos, producidas al frenarme en el cuello del caballo por rehuse en los saltos, lesión muy habitual en esta disciplina. Otro esquince en el peroné de una pierna al caernos en un salto "fijo" de completo, y alguna que otra caida sin consecuencias, dignas de mención, en mi curriculum vitae de lesiones hípicas.
La más grave, y la que recuerdo con más cariño, la del muleto asturiano.
A estas alturas del mensaje ya no se si estoy contando mis lesiones hípicas o mi vida.
Un cordial saludo:
Camelot.
P.D: Con los dos muletos del mensaje, aprendí a arar y a manejar el carro, entre mis "muchos" doce a diecisiete años.
Fuimos muy amigos y siguieron en casa hasta su muerte, con más de 25 años uno, y casi 30 el otro. En una visita, a mi tierra, me hice una foto con uno de ellos, ( ya anciano). Si la encuentro y aprendo a ponerla, os la paso en este foro.
