Hola a todos, no he podido resistirme a lo de la carne de caballo, mi favorita, hasta el punto de después de leeros muchos días y pasar buenos ratos en este foro de "la equi" , pero muy buenos, habláis que da gusto, me he registrado por este tema,y os cuento mi experiencia. De equino en general (mi suegro me explicaba que durante la guerra civil se vendía carne asnal en los mercados municipales de Barcelona,quizá por la escasez de ternera u otras carnes, que ellos la comían y que estaba buena, pero claro, en aquellos momentos...pues la necesidad de proteínas, y ya está). Mientras viví en Madrid, era difícil encontrarla, pero yo ya sabía que era riquísima en hierro y más baja en grasa que cualquier otra carne, aunque el sabor dulzón me costaba acostumbrarme. Luego leí que era porque es rica en glucógeno y eso debe ser un azúcar. En fin.
Al llegar a Cataluña, por influencia con Francia, supongo (allí es apreciada y consumida regularmente), encontré que en cada mercado municipal hay un puesto, no más, pero un al menos sí. Llevo desde el 92 comprando al mismo carnicero, el y su hermano se dedican a caballo y potro exclusivamente, su padre ya lo hacía también, y han heredado el oficio. Antes se sacrificaban de una manera más "artesanal" dijéramos, y ahora ya está todo mecanizado en los mataderos de Mercabarna. Una vez madrugué y fuí a verlo, quería conocer el proceso. Disculpad si hablo en términos de carnicero, matadero, sacrificio , que sé que sois grandes amantes de los caballos, y no es mi intención herir sensibilidades, yo adoro los caballos, pero como digo, los acaricio, si puedo los monto, y en otro momento vital me los como, y mira, pues como el espíritu de los nativos cuando se comen la caza, el espíritu del animal,su carne bien alimentada, si está bien criado, bien que me criará a mi, el orden de la vida seguirá su ritmo. Si comes un fruto criado lentamente, un suponer, un tomate, regado a su tiempo y madurado en tierra, comerás orden, si no...pues es desorden y es otra cosa. Ojalá todo estuviera tan bien criado como los caballos de carne, pastando toda su vida tranquilamente y casi sin pincharles finalizadores ni hormonas. El estrés del transporte eso todavía es asignatura pendiente, al menos lo que yo ví allí. En cuanto a hormonas, al tener menos demanda esta carne,no sale tan "rentable" pinchar al animal, y además el caballo enferma enseguida. Con lo cual, se "pinchan" menos.Bueno, mi carnicero : el me explicó que hay toda una economía detrás de la carne equina, y no es moco de pavo : sus potros, hasta los 3 años, se los traen de Navarra, por lo visto hay muchas familias que viven de esta economía en esa tierra tan verde y hermosa, pero muchas, y luego el caballo, de 3 años en adelante, propiamente se lo traen de Palencia, que también mueve ahí una economía. Y seguro que hay más provincias puestas en criar caballos. La carne de potro vale igual aquí en Barcelona que la de ternera en el mercado, la de caballo es más cara porque es una carne, para los entendidos, más roja, proteínica, más apreciada, que muchos restaurantes del tipo "parrillada..." lo que ofrecían en vez de buey, porque en España poco o nada hay bueyes,( eso en Francia), es carne de caballo, bien roja, hecha, y que prácticamente no se notaba la diferencia. La de potro es la que yo compro habitualmente, cuando a mi suegro le dieron los infartos, el médico dijo taxativamente : "sólo carne de caballo, para los infartados", y cuando yo tuve la típica anemia de los embarazos, pues lo mismo. Es una carne que te recupera enseguida. A ver, deja residuo importante, deja toxina, como todas las proteínas de origen animal, esto es así,no se puede abusar. Lo digo porque tuve una etapa de mi vida adolescente que fui vegetariana y bueno, con todo mi respeto, ahora diversifico, lo cual no quiere decir que sea comedora compulsiva de carne, pero la de potro de vez en cuando, ya me va bien. También me explica el carnicero que el famoso guiso de rabo de toro, que es famoso por el Sur y aquí también se sirve, suele ser muchas veces ese final del maslo, porque no se distingue el sabor de uno y otro, es gelatina pura,se deshace en la boca, está muy bueno, bien preparado con su salsita, ni notas la diferencia. Y luego está la compra del cliente habitual : filetes, babilla,contra, tapa, morcillos para el cocido, en trozos para pinchitos, picada, entrecot, el apreciado solomillo, costilla para parrilla, en fin, exactamente igual que con la ternera, tal como magníficamente explica Alicia. Como hoy hay menos tiempo para cocinar, el carnicero elabora derivados cárnicos frescos en su puesto, y en bandejas de porexpán van saliendo albóndigas hechas con picada, chorizos frescos, aliñados igual que el chorizo,( la parte de población que tenemos de origen árabe que no come cerdo, sus embutidos son todos o de cordero o de caballo, porque así pueden seguir su costumbre aquí, y veo que los compran ). También las "botifarres", las butifarras catalanas típicas, las elabora a partir de carne picada fresca, con su aliño especial. En fin, escribiendo parece que sea para un foro de carnívoros, disculpad mi rollo. Cuando hubo de las "vacas locas" mi carnicero se me quejaba de que todo el mundo se echó a la carne equina, y que aquel desequilibrio no podía ser, que no había tantos para la exagerada demanda, no sabía dónde encargar caballos. Luego cuando todo volvió a su cauce, pues quedamos los poquitos del caballo, y, afortunadamente, todo el mundo volvió a la ternera, que ahora es más segura que nunca. Y reconozco que sabe mejor, porque es un gusto muy fino, no digamos ya terneras con denominaciones protegidas : gallega, de Girona, charolesa, ... pero en casa, la mayoritaria es la equina, aunque alguna vez pongo otra. Con todo, de mi época vegetariana aún me queda, que cuando veo el mostrador-aparador de cualquier puesto de carne, veo trozos de cadáver, y no me hace mucha gracia, la verdad, (por eso en los súper nos ponen todo enbandejado y plastificado, para que así sólo veamos el trocito limpio y amable a nuestro ojo, pero eso aún me gusta menos, porque en los plásticos hay mucho estrógeno artificial, y encima tanto envoltorio para reciclar,.. peor aún.)...pero bueno pienso que tenemos dentadura puesta por la evolución para comer de todo, y algo de carne hay que comer, y si la puedes comer al poco tiempo de habértela cocinado quien lo haya hecho con amor, pues mejor que mejor, porque la cocina es una cuestión de amor... y tiempo. El tiempo que os he tomado,me he pasado, disculpad otra vez. Hasta siempre.