Los productos cáusticos como el aguarrás y las sales de cobre y cinc desecan y deshidratan la materia cornea, volviéndola mas dura, pero a su vez mas frágil y quebradiza. El casco no tiene que ser duro como una piedra, sino tenaz, que no tiene nada que ver con la dureza. Una desecación producida por productos como el aguarrás, el formol, o el sulfato de cobre, produce una dureza falsa, y lo que es peor, crea una especie de barrera que impide el flujo normal de fluidos en el casco, que es siempre de adentro hacia fuera. La materia cornea absorbe plasma del torrente sanguíneo y evapora agua al exterior. Si colocamos una barrera impedimos que la materia cornea se nutra con las sales y proteínas presentes en el plasma sanguíneo.
Un casco puede ser blando debido a condiciones genéticas, a ambientes o sustancias químicas que atacan a la materia cornea y la reblandecen o a la presencia de microorganismos que atacan y destruyen el casco.
En el primero de los casos, causas genéticas, poco o nada podemos hacer por mejorar la calidad del casco. Si el casco es pobre porque le faltan nutrientes, no queda sino proporcionárselos suplementando la dieta. Si el casco esta blando por la acción de la urea y el amoniaco de la orina, hay que tener mas limpias las camas.
Y por ultimo, si el casco esta reblandecido por la acción de hongos y bacterias se emplean productos que destruyen esos hongos y esas bacterias.Lo que es impropio y contraproducente es desecar los cascos artificialmente mediante productos químicos, que a la larga solo producen efectos indeseables.
Aunque se obtengan fácilmente en el mercado, los cáusticos como el formol, el sulfato de cobre o cinc y el aguarrás, se pueden considerar medicamentos cuando se utilizan sobre órganos vivos y se deben de utilizar de manera adecuada y siempre indicados por personal cualificado, pues tienen efectos indeseables graves. A titulo de ejemplo, el sulfato de cobre, recomendado de manera tradicional, es muy capaz de desencadenar un cuadro de cáncer de ranilla, al irritar el tejido vivo en el fondo de las lagunas de la misma.
Ante un cuadro de cascos blandos, primero se debe de conocer la causa por la que los cascos están blandos y después actuar contra esa causa. Si el caballo tiene los cascos blandos por deficiencias en la alimentación, aplicarle sulfato de cobre o formol no le servirá de nada bueno y puede ser contraproducente.