Mi yegua es bipolar?

[maria perez]

Buenos días me gustaria saber que opinais.

Acabo de retomar la monta de mi yegua después de 2 años sin trabajar juntas, ya que ha sido montada siempre por mi marido, el cual por circunstancias no puede ahora tan habitualmente. El caso es que he observado un cambio en su comportamiento, y de ser una yegua con mucha energía y con ganas de correr siempre a toda pastilla con él, ahora conmigo se muestra mucho más tranquila sin esa necesidad de ir siempre a todo gas, que es como a mi me gusta.

Es curioso que los días que trabajamos juntas y luego viene mi marido y monta un ratito en cuanto se sube la yegua le pide de nuevo “caña”.

La yegua tiene 9 años y lleva toda su vida con nosotros y yo opino que nos conoce tanto que se adapta a la personalidad del jinete ya que mi marido y yo somos opuestos.

Os ha pasado alguna vez que vuestro caballo se porta de modo diferente según la persona que la monta?

Saludos

 

[pole]

Por supuesto que si. Los caballos cambian según quien sea la persona que lo monte. El distingue perfectamente quien se monta y lo que espera es lo que cada uno le da. Si tu marido le exige mas, le obliga a trabajar mas, la yegua ya va predispuesta a ello y en cuanto se sube cambia el chip. E esto va en ambos sentidos, es decir, caballos que van muy tranquilos y que cuando lo monta el jinete X se alteran bastantes, bien porque sienten inseguridad o porque lo conocen y saben que les van a exigir mas, a obligarles a hacer cosas que le desagradan , etc, y en el polo opuesto, caballos que lo montas y no haces carrera de el y en cuanto se monta el jinete X, que suele ser el que lo monta habitualmente y quien mejor lo conoce, cambia el chip y se pone mas suave que un guante. Esta última situación os sonará mas, supongo, sobre todo a quienes montáis en hípicas, caballos de tanda, etc. ¿A que sí?

Como anécdota, os contaré que una vez en una romería un buen amigo mio, que le gustan mucho los caballos pero que tiene muy poca idea, la verdad, me pidió mi yegua para dar una vuelta. Yegua cruzadita que ese momento tenía 5 años y estaba iniciándose en la doma. como la yegua era bastante tranquila, en ese momento ( llevaba ya 4 o cinco horas de romería) iba también muy calmada, aburrida diría yo y no esperaba que le diera el mas mínimo problema, pues accedí a ello, y se la deje para dar una vuelta, quedándome yo en una de las multiples reuniones que había en el recinto. No obstante le dije que no se alejara mucho para no perderle de vista.

El muchacho cogió confianza y al rato se fue a dar la vuelta por todo el recinto, fuera de mi vista. Al cabo de un rato, como no venía, salí a buscarle, pensando en que el caradura se lo estaba pasando bien y no se acordaba del dueño de la yegua, je je. Pero todo lo contrario, venía ya en mi dirección, con la yegua muy retrotada, atravesada, sin dar un solo paso y con muchas ganas de botarse. A la típica pregunta de "¿que le has hecho?, la también típica respuesta de "Nada, no le he hecho nada, y casi me tira". Y llevaba razón, conscientemente no le había hecho nada, pero le había transmitido a la yegua tal inseguridad que ya el animal no sabía si tenía que correr, plantarse, o saltar. Naturalmente se bajo, menos mal, y basto que sintiera mi mano en las riendas y en sus crines para subirme, para que ya fuese otra. Salio al paso como si tal cosa. Naturalmente a mi amigo se le quedo una cara un poco rara, y tardo poco en que la misma pregunta volviera a hacerse, pero en este caso al revés: Quillo, ¿que le has hecho?. Y yo, respondiera; Tu lo estas viendo: "NADA".

Es solo una anécdota verídica que a mi juicio muestra el cuidado que hay que tener con estos animales.

La misma yegua, que conmigo va estupendamente, pero con el "ojo vivo", las orejas "Palante" como decimos aquí y pisando bien fuerte, la monta mi hija de 14 años y al cuarto de hora parece que le has dado un bidón de tila, las orejas gachas , el labio caído y parece que tiene 10 años mas....

Bueno, siento haberme extendido... un saludo.

 

[maria perez]

Gracias Pole, la verdad es que estos "pequeños" nunca dejan de sorprenderme.

Un saludo.