Bueno, lo prometido es deuda, gracias por haber aportado vuestro grano de arena para que pudiera terminar mi trabajo. Aquí os pongo un resumen de las conclusiones, que aunque es bastante extenso y aburrido, igual os puede servir.
Gracias.
Laura
PD: si queréis luego os pongo características de forrajes, concentrados, etc. etc. etc.....
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Los caballos, tienen necesidades nutritivas que corresponden a sus gastos fisiológicos. Tales como:
- Las necesidades de conservación, vinculadas a los gastos de la vida de los animales en las condiciones normales de cría, sin variación de peso. Globalmente, las necesidades aumentan con el peso del animal.
- Las necesidades de producción, que dependen de la naturaleza y de la intensidad de la producción: trabajo muscular, elaboración de fetos, producción lechera, crecimiento y engorde, etc.
Las necesidades totales de cada animal corresponden a la suma de las necesidades de conservación y de producción.
Diferentes necesidades de los caballos según la naturaleza de las mismas:
Energía: carburante de la vida. La energía es indispensable para el funcionamiento del organismo, para el trabajo muscular y para la elaboración de la leche y de los tejidos.
Materia nitrogenada: principal material constructivo de la materia viva. Las materias nitrogenadas son aportadas al organismo bajo la forma de aminoácidos, necesarios para el funcionamiento del organismo y para la síntesis de las proteínas producidas en la leche o fijadas en los tejidos.
Minerales: los macroelementos son constituyentes de los tejidos, los oligoelementos están presentes en estados de trazas y son indispensables para el funcionamiento del organismo.
Vitaminas: son necesarias para el mantenimiento de la actividad celular. La mayor parte de las vitaminas deben ser aportadas por la alimentación, con excepción de la vitamina D para los sujetos normalmente expuestos a los rayos solares.
Agua: el agua representa un promedio del 70% de la masa corporal. El agua es necesaria para el funcionamiento de los tejidos y de los órganos, para la excreción de la orina y la regulación térmica.
La naturaleza y la cantidad de los nutrientes proporcionados depende, en primer lugar, de las características físico-químicas de los alimentos consumidos. Los alimentos están compuestos por agua y materia seca. La materia seca está constituída por materias minerales y materia orgánica, en la cual se distinguen los glúcidos, los lípidos y los prótidos. La calidad de los alimentos depende estrechamente de la naturaleza química de sus componentes, así como de la organización de esos diferentes compuestos entre ellos, o sea, de su estructura. Estas características físico-químicas definen el valor nutritivo, las cualidades organolépticas y la ingestibilidad de la ración (cantidad de alimento que un caballo puede consumir espontáneamente cuando el alimento se distribuye a voluntad).
Los alimentos consumidos por el caballo son esencialmente de origen vegetal. Están constituidos de células que constan de un contenido celular que abarca glúcidos, prótidos, lípidos, minerales, vitaminas, etc.; elementos envueltos por una pared que asegura su rigidez. Los tejidos de las hojas están compuestos esencialmente de células con paredes delgadas, ricas en contenido celular fácilmente disponible en el curso de la digestión. En cambio, los tallos son ricos en tejidos rígidos de sostén, compuestos de células con paredes gruesas y un contenido celular reducido o nulo, más difícilmente accesibles a los procesos de digestión.
En función de la importancia de las paredes respecto al contenido celular y , por tanto, de las diferencias de contenido de sus distintos componentes químicos, se distinguen:
Los alimentos groseros: tallos y hojas de forrajes, que presentan una importante proporción de paredes gruesas y un reducido contenido celular.
Los alimentos concentrados: granos, semillas y raíces, con un contenido rico en substancia de reserva.
El contenido de celulosa bruta, es más elevado en los alimentos groseros que en los alimentos concentrados.
La naturaleza y la cantidad de los nutrientes, depende también del lugar y de la importancia de la digestión de los alimentos. El caballo es un herbívoro, su aparato digestivo se caracteriza por un estómago poco voluminoso y un intestino bien desarrollado que comprende dos partes: el intestino delgado y el intestino grueso.
La digestión de los alimentos en el estómago es muy limitada y los alimentos permanecen en él muy poco tiempo. En cambio, la digestión en el intestino delgado es intensa, aunque el paso de los alimentos sólo dura unas pocas horas, ya que es muy largo. Esta digestión afecta, esencialmente, a los constituyentes de los alimentos concentrados. Los azúcares, la lactosa y el almidón, las materias grasas y las materias nitrogenadas son aquí, en gran parte, digeridos gracias a la acción de las enzimas, proporcionando elementos nutritivos energéticos que pueden aportar del 30 al 80% de materias nitrogenadas totales absorbidas. Los porcentajes son tanto más elevados en la medida en que la ración es más rica en concentrados (cereales, tortas, etc.). los macroelementos y los oligolementos son absorbidos a lo largo del intestino delgado, con excepción del fósforo que es absorbido en el intestino grueso.
La digestión en el intestino grueso es larga, por lo menos 24 horas, pues se trata del compartimento más voluminoso del tubo digestivo del caballo: la digestión atañe esencialmente a los forrajes. La digestión de los constituyentes no digeridos en el intestino delgado está asegurada en el curso de un proceso de fermentación por una población microbiana importante y muy activa. Las paredes vegetales y una reducida parte de las materias nitrogenadas son transformadas, respectivamente, en elementos nutritivos energéticos (ácidos grasos volátiles) y nitrogenadas (aminoácidos). Los ácidos grasos volátiles pueden proporcionar hasta 2/3 partes de la energía total absorbida por el tubo digestivo, en el caso de dietas muy ricas en forrajes. En cambio, los aminoácidos sólo representan una parte muy limitada de la totalidad de las materias nitrogenadas absorbidas.
La digestibilidad, es el porcentaje de un alimento o de uno de sus constituyentes absorbido en el tubo digestivo del animal en el curso de la digestión. Varía con la naturaleza y la composición química de los alimentos. La digestibilidad de la materia orgánica varía desde el 90% (granos de maíz) hasta el 40% (paja).
El contenido de fibra bruta de los alimentos que representa el contenido de las sustancias más digestibles, permite prever su digestibilidad. De manera general, ésta es más elevada en la medida en que la fibra bruta está más reducida. Esta es la causa de que la digestibilidad de los alimentos concentrados sea mayor a la de los alimentos groseros y que la digestibilidad de los forrajes sea muy variable, según su origen botánico, la fase vegetativa, la edad y las condiciones de la cosecha y de su conservación.
Podemos analizar que el contenido de materias nitrogenadas digestibles (MND) de los alimentos corresponde a la diferencia entre la cantidad de materias protéicas totales (MNT) consumidas y la cantidad de MNT excretadas en las heces. El contenido de MND de los alimentos aumenta con su contenido en MNT. Pero con un mismo contenido de MNT, la digestibilidad de los cereales es superior a la de los forrajes.
Las cantidades máximas de forraje ingeridas por un animal cuando el alimento se distribuyo solo y a voluntad serían las siguientes:
Alimentos Cantidades ingeridas
(kg MS/100g de peso)
Forrajes verdes de prado natural 1,8 – 2,1
Henos de prado natural o de gramíneas 1,7 – 2,1
Heno de leguminosas 2,1 – 2,3
Pajas 1,2 – 1,5
Ensilado de maíz bien conservado
Hasta el 25% MS 0,8 – 1,2
Hasta el 30% MS 1,2 – 1,6
Ensilado de hierba bien conservado prado natural
Hasta el 25% MS 1,2 – 1,5
Hasta el 25% MS 1,4 – 1,7
Valor y aporte energéticos
El valor energético de los alimentos está expresado en Unidad Forrajera del Caballo: UFC. Esta unidad propuesta por el INRA corresponde al valor energético neto en comparación al valor medio de un kg. de cebada. Los aportes energéticos de los diferentes alimentos que constituyen una ración se expresan en UFC y se suman.
Asimismo, para permitir un cálculo fácil de las raciones, las necesidades energéticas de las diferentes categorías de caballos se expresan igualmente en UFC y se suman. Por ejemplo, un caballo de 500 kg. que efectúa un promedio de 2 horas diarias de trabajo, tiene una necesidad energética total de 7,4 UFC, que corresponden a la suma de 4,2 UFC para la conservación (reposo) y 3,2 UFC para el trabajo.
Valor y aporte de materias nitrogenadas
El valor nitrogenado de los alimentos se expresa en gr. de materias nitrogenadas digestibles en el caballo (MNDC) por kg. de alimento, con objeto de tener en cuenta para cada categoría de alimentos la cantidad de aminoácidos realmente absorbida, sobre todo, por el intestino delgado y, en una parte muy reducida, por el intestino grueso. Este modo de expresión permite comparar los alimentos y substituir unos por otros sobre la base de sus aportes de aminoácidos.
El contenido de MNDC es nulo para las pajas de cereales, pero varía desde 30 hasta 70gr. por kg. para los henos de pradera natural y de 70 a 90 gr. para los henos de alfalfa según el estado y las condiciones de la recolección. Las MNDC se sitúan en 68 gr. para el grano de maíz, 70 gr. para la cebada y 80 gr. para la avena y alcanza 436 gr. para la torta de soja.
Los aportes nitrogenados de los diferentes alimentos de una ración, expresados en gr. de MNDC se suman. Por ejemplo: una ración constituida por 8 kg. de heno de prado que contienen 50 gr. de MPDC por kg. y por 2 kg. de cebada que contienen 80 gr. de MPDC por kg, proporcionan (8 x 50) + (2 x 80) = 560 gr. de MNDC.
Las necesidades nitrogenadas de los diferentes tipos de caballos también están expresadas en MPDC por día y se suman. Por ejemplo: un caballo de 500 kg. que efectúa un promedio de 2 horas de trabajo diario tiene una necesidad de MNDC total de 475 gr. de MNDC que es igual a la suma de 295 gr. de MNDC para la conservación y 180 gr. MNDC para el trabajo.
Las necesidades están a veces completadas por las necesidades de aminoácidos específicos cuando esos últimos son conocidos, por ejemplo, la lisina en el caso del crecimiento.
Aporte de macroelementos, oligoelementos y vitaminas
Tradicionalmente, los alimentos destinados a los caballos son pobres en calcio (salvo forrajes de leguminosas), en sodio y algunas veces en magnesio. En cambio, son ricos en potasio. El contenido de fósforo es elevado en los cereales, tortas de orujo y residuos de molinería.
· Las necesidades de macroelementos, de ciertos oligoelementos como el cobre, zinc, cobalto y manganeso y de vitaminas A y D están bastante bien precisadas, mientras que son aproximadas las necesidades de potasio, hierro, azufre y Vitamina B.
Los aportes de calcio y de fósforo deben efectuarse respetando una relación de alrededor de Ca/P=1,5 para evitar problemas óseos y de absorción de los otros macroelementos y oligoelementos. Conviene mantener una relación vitamina A/vitamina D comprendida entre 1/1 y 1/10 con aportes suficientes de Ca y P.
Características de las vitaminas liposobles que requiere el caballo:
· Vitamima A: tiene acciones fisiológicas múltiples y algunas son esenciales para la función de reproducción (espermatogénesis y puesta ovular) y para el vigor del potro al nacimiento y ulterior crecimiento.
· Vitamina D: interviene en la elaboración del hueso y juego, también, un cierto papel corrector de los desequilibrios fosfocálcicos.
· Vitamina E: asociada al selenio, protege las grasas de reserva de la oxidación y participa en la protección del músculo y de todas las membranas biológicas, así como del metabolismo energético.
· Vitamina K: es la vitamina antihemorrágica o de la coagulación. Normalmente no hay que temer la carencia de vitamina K, salvo en el caso de consumo de alimentos enmohecidos.
Características de las vitaminas hidrosobles que requiere el caballo:
· Vitaminas B1: juega un papel primordial para la contracción muscular.
· Vitamina B2: aparte de su acción en el metabolismo energético, protege de la aparición de la conjuntivitis.
· Vitamina PP: ácido patoténico y vitamina B6, no existe necesidad evidente a pesar de las numerosas funciones que tienen en el metabolismo.
· Vitamina B12: famosa por su acción antianémica.
· Vitamina C: no es indispensable en el caso del caballo, salvo en caballos de deporte en los que se utiliza a veces con objeto de estimular el metabolismo muscular.
El caballo no utiliza bien los carotenoides de las plantas, precursores naturales de la vitamina A. La complementación se hace preferentemente en forma de vinamina A envuelta con una capa de otra substancia. Hay que evitar los excesos y el recurso del aceite de hígado de bacalao, pues se corre el riesgo de provocar una carencia de vitamina E. Asimismo, es conveniente evitar un exceso de vitamina D ya que agrava las lesiones óseas. Las levaduras secas, bien aceptadas por el caballo, constituyen la mejor fuente de vitamina B complementaria.
Contenido de agua en alimentos y aporte de agua
Estas características son similares a las generales para cualquier otro tipo de ganado. Las necesidades de agua del caballo están cubiertas por el agua incluida en los alimentos más la aportada para beber. La cantidad de agua bebida varía en sentido inverso a la cantidad de agua aportada por los alimentos. O sea que, la cantidad de agua consumida aumenta con la cantidad de alimentos consumidos cuando éstos están expresados en kg. de materia seca. Igualmente, la cantidad de agua bebida aumenta cuanto más aumenta la temperatura ambiente.
El abrevamiento ideal está asegurado con un abrevadero automático de nivel constante (sin paletas) que permite al animal ajustar su consumo a sus necesidades. Las necesidades pueden variar de 20 a 80 litros por día según el tipo de caballo, estado fisiológico: gestación, lactación o trabajo; su fase fisiológica (principio y final de la lactación) y la naturaleza de los alimentos.
El racionamiento
El racionamiento consiste en escoger los alimentos y en calcular, sobre bases objetivas, las cantidades necesarias a distribuir para aportar a los animales todos los nutrientes necesarios.
Para calcular las raciones se necesita conocer:
· Necesidades nutritivas de los animales o los aportes alimenticios recomendados en energía, proteinas, macroelementos, oligoelementos, vitaminas y agua.
· Cantidad de alimentos que el caballo puede consumir espontáneamente (ingestibilidad de los alimentos).
· El valor nutritivo de los alimentos, caracterizado por sus valores energéticos y protéico, sus contenidos en macroelementos y oligoelementos.
Aportes alimenticios recomendados
Los aportes recomendados diferencian entre los caballos de silla y las razas pesadas. Asimismo, entre yegua, semental, castrado y joven, en crecimiento o engorde, como así también se diferencian por sus situaciones fisiológicas propias: conservación, gestación o lactación, monta o reposo, descanso o trabajo, entre otros. De esta manera, se proponen los aportes alimenticios diarios totales para la energía expresados en UFC, las materias nitrogenadas expresadas en MNDC, los macroelementos, el calcio, fósforo y sodio. Estos aportes se calculan teniendo en cuenta (en forma ejemplificativa): conservación del caballo, caballo en el trabajo: conservación más trabajo, caballo en crecimiento: conservación más crecimiento, etc.
La ración calculada debe poder ser consumida por el animal aportándole la cantidad de nutrientes recomendada permitiendo llevar a cabo los resultados deseados, saciarle teniendo una alimentación suficiente y prevenir el aburrimiento, esto ultimo muy importante en los caballos que suelen adquirir determinados vicios si no ocupan su tiempo y se encuentran estabulados.
Ejemplos comparativos de aportes recomendados:
UFC MNDC Calcio Fósforo Sodio
Conservación
Caballo 500kg (silla) 4,2 295 g 25g 15g 12g
Conservación
Caballo 700kg(tiro) 5,2 380 g 35g 21g 17g
Conservación
Yegua 500kg (silla)
1er. Mes lactación 8,9-10,7 950 g 61g 55g 15g
Como ejemplo del racionamiento práctico, existen diferentes maneras de determinarlo, siempre basándose en las tablas oficiales de requerimientos para cada tipo de animal y de los diferentes nutrientes que aportan los distintos alimentos que los caballos pueden consumir (ver anexos).
Por ejemplo, para un caballo de silla en reposo de un peso de 500 kg en buen estado. Los aportes alimenticios recomendados serían:
Energía: 4,2 UFC
Materias nitrogenas: 295 gr. de MNDC
Consumo: 7,0 a 8.5 kg. de MS
La ración óptima debe contener: 3.2 / 8.0 = 0,53 de UFC y 295 / 8.0 = 37 gr. de MNDC/kg.
De otra manera, si conocemos los siguientes datos:
UFC óptimo de la ración buscada: 0,666
0,52 UFC del heno
1,16 UFC de la cebada
donde f es el porcentaje de forraje en la ración y c es el porcentaje de concentrado
0,52f + 1.16c = 0.66 x 100
el porcentaje de concentrado c en la ración es igual a: c = 100 (ración total) – f
se reemplaza la c en la ecuación por la expresión anterior.
0,52f + 1,16 (100-f) = 0,66 x 100
0,52f + 116 – 1,16f = 66
f(0,52 – 1,16) = 66 – 116
- 0,64f = - 50
f = 50 / 0,63 = 78%
c = 100 – 78 = 22%
Tradicionalmente, los cálculos de racionamiento pueden realizarse de la siguiente manera:
Para un caballo de deporte de 450 kg, que realice trabajo moderado:
UFC MNDC (gr) MS (kg)
Mantenimiento 3,9 275 gr 6,5 – 8
Trabajo moderado (2 hs/día) 7,6 515 gr 10,0 – 13,0
TOTAL 11,5 790 16,5 – 21,0
Considerando que para la ración diaria tenemos disponible Heno de pradera natural y Pienso comercial compuesto con las siguientes características:
UFC MNDC (gr)
Heno de prado natural 0,52 40 gr
Pienso comercial compuesto 0,93 100 gr
Debemos aportar:
MS (kg)
Heno 13,13
Pienso cial. Compuesto 5,00
Obtenemos los resultados indicados más arriba mediante la ecuación:
0,52x + 0,93y = 11,5
40x + 90y = 790
Peso y estado corporal
El racionamiento debe efectuarse en función del peso. El estado corporal del animal es un buen indicador de la calidad del racionamiento efectuado.
El estado corporal es una noción global que caracteriza el estado de engorde de los animales. Es importante valorarlo ya que es un buen indicador de la calidad del racionamiento y del estado de las reservas corporales. Ello se puede apreciar mediante una rápida ojeada, pero requiere experiencia. Se puede evaluar mediante el tacto (palpación a nivel de los faldones de la silla o entre la 10 y la 14va. costilla, se aprecia la extensión del depósito adiposo subcutáneo palmando la zona, después el espesor ejerciendo presión y, finalmente, la consistencia efectuando un movimiento circular en el lugar donde el depósito es más denso.
Gracias.
Laura
PD: si queréis luego os pongo características de forrajes, concentrados, etc. etc. etc.....
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Los caballos, tienen necesidades nutritivas que corresponden a sus gastos fisiológicos. Tales como:
- Las necesidades de conservación, vinculadas a los gastos de la vida de los animales en las condiciones normales de cría, sin variación de peso. Globalmente, las necesidades aumentan con el peso del animal.
- Las necesidades de producción, que dependen de la naturaleza y de la intensidad de la producción: trabajo muscular, elaboración de fetos, producción lechera, crecimiento y engorde, etc.
Las necesidades totales de cada animal corresponden a la suma de las necesidades de conservación y de producción.
Diferentes necesidades de los caballos según la naturaleza de las mismas:
Energía: carburante de la vida. La energía es indispensable para el funcionamiento del organismo, para el trabajo muscular y para la elaboración de la leche y de los tejidos.
Materia nitrogenada: principal material constructivo de la materia viva. Las materias nitrogenadas son aportadas al organismo bajo la forma de aminoácidos, necesarios para el funcionamiento del organismo y para la síntesis de las proteínas producidas en la leche o fijadas en los tejidos.
Minerales: los macroelementos son constituyentes de los tejidos, los oligoelementos están presentes en estados de trazas y son indispensables para el funcionamiento del organismo.
Vitaminas: son necesarias para el mantenimiento de la actividad celular. La mayor parte de las vitaminas deben ser aportadas por la alimentación, con excepción de la vitamina D para los sujetos normalmente expuestos a los rayos solares.
Agua: el agua representa un promedio del 70% de la masa corporal. El agua es necesaria para el funcionamiento de los tejidos y de los órganos, para la excreción de la orina y la regulación térmica.
La naturaleza y la cantidad de los nutrientes proporcionados depende, en primer lugar, de las características físico-químicas de los alimentos consumidos. Los alimentos están compuestos por agua y materia seca. La materia seca está constituída por materias minerales y materia orgánica, en la cual se distinguen los glúcidos, los lípidos y los prótidos. La calidad de los alimentos depende estrechamente de la naturaleza química de sus componentes, así como de la organización de esos diferentes compuestos entre ellos, o sea, de su estructura. Estas características físico-químicas definen el valor nutritivo, las cualidades organolépticas y la ingestibilidad de la ración (cantidad de alimento que un caballo puede consumir espontáneamente cuando el alimento se distribuye a voluntad).
Los alimentos consumidos por el caballo son esencialmente de origen vegetal. Están constituidos de células que constan de un contenido celular que abarca glúcidos, prótidos, lípidos, minerales, vitaminas, etc.; elementos envueltos por una pared que asegura su rigidez. Los tejidos de las hojas están compuestos esencialmente de células con paredes delgadas, ricas en contenido celular fácilmente disponible en el curso de la digestión. En cambio, los tallos son ricos en tejidos rígidos de sostén, compuestos de células con paredes gruesas y un contenido celular reducido o nulo, más difícilmente accesibles a los procesos de digestión.
En función de la importancia de las paredes respecto al contenido celular y , por tanto, de las diferencias de contenido de sus distintos componentes químicos, se distinguen:
Los alimentos groseros: tallos y hojas de forrajes, que presentan una importante proporción de paredes gruesas y un reducido contenido celular.
Los alimentos concentrados: granos, semillas y raíces, con un contenido rico en substancia de reserva.
El contenido de celulosa bruta, es más elevado en los alimentos groseros que en los alimentos concentrados.
La naturaleza y la cantidad de los nutrientes, depende también del lugar y de la importancia de la digestión de los alimentos. El caballo es un herbívoro, su aparato digestivo se caracteriza por un estómago poco voluminoso y un intestino bien desarrollado que comprende dos partes: el intestino delgado y el intestino grueso.
La digestión de los alimentos en el estómago es muy limitada y los alimentos permanecen en él muy poco tiempo. En cambio, la digestión en el intestino delgado es intensa, aunque el paso de los alimentos sólo dura unas pocas horas, ya que es muy largo. Esta digestión afecta, esencialmente, a los constituyentes de los alimentos concentrados. Los azúcares, la lactosa y el almidón, las materias grasas y las materias nitrogenadas son aquí, en gran parte, digeridos gracias a la acción de las enzimas, proporcionando elementos nutritivos energéticos que pueden aportar del 30 al 80% de materias nitrogenadas totales absorbidas. Los porcentajes son tanto más elevados en la medida en que la ración es más rica en concentrados (cereales, tortas, etc.). los macroelementos y los oligolementos son absorbidos a lo largo del intestino delgado, con excepción del fósforo que es absorbido en el intestino grueso.
La digestión en el intestino grueso es larga, por lo menos 24 horas, pues se trata del compartimento más voluminoso del tubo digestivo del caballo: la digestión atañe esencialmente a los forrajes. La digestión de los constituyentes no digeridos en el intestino delgado está asegurada en el curso de un proceso de fermentación por una población microbiana importante y muy activa. Las paredes vegetales y una reducida parte de las materias nitrogenadas son transformadas, respectivamente, en elementos nutritivos energéticos (ácidos grasos volátiles) y nitrogenadas (aminoácidos). Los ácidos grasos volátiles pueden proporcionar hasta 2/3 partes de la energía total absorbida por el tubo digestivo, en el caso de dietas muy ricas en forrajes. En cambio, los aminoácidos sólo representan una parte muy limitada de la totalidad de las materias nitrogenadas absorbidas.
La digestibilidad, es el porcentaje de un alimento o de uno de sus constituyentes absorbido en el tubo digestivo del animal en el curso de la digestión. Varía con la naturaleza y la composición química de los alimentos. La digestibilidad de la materia orgánica varía desde el 90% (granos de maíz) hasta el 40% (paja).
El contenido de fibra bruta de los alimentos que representa el contenido de las sustancias más digestibles, permite prever su digestibilidad. De manera general, ésta es más elevada en la medida en que la fibra bruta está más reducida. Esta es la causa de que la digestibilidad de los alimentos concentrados sea mayor a la de los alimentos groseros y que la digestibilidad de los forrajes sea muy variable, según su origen botánico, la fase vegetativa, la edad y las condiciones de la cosecha y de su conservación.
Podemos analizar que el contenido de materias nitrogenadas digestibles (MND) de los alimentos corresponde a la diferencia entre la cantidad de materias protéicas totales (MNT) consumidas y la cantidad de MNT excretadas en las heces. El contenido de MND de los alimentos aumenta con su contenido en MNT. Pero con un mismo contenido de MNT, la digestibilidad de los cereales es superior a la de los forrajes.
Las cantidades máximas de forraje ingeridas por un animal cuando el alimento se distribuyo solo y a voluntad serían las siguientes:
Alimentos Cantidades ingeridas
(kg MS/100g de peso)
Forrajes verdes de prado natural 1,8 – 2,1
Henos de prado natural o de gramíneas 1,7 – 2,1
Heno de leguminosas 2,1 – 2,3
Pajas 1,2 – 1,5
Ensilado de maíz bien conservado
Hasta el 25% MS 0,8 – 1,2
Hasta el 30% MS 1,2 – 1,6
Ensilado de hierba bien conservado prado natural
Hasta el 25% MS 1,2 – 1,5
Hasta el 25% MS 1,4 – 1,7
Valor y aporte energéticos
El valor energético de los alimentos está expresado en Unidad Forrajera del Caballo: UFC. Esta unidad propuesta por el INRA corresponde al valor energético neto en comparación al valor medio de un kg. de cebada. Los aportes energéticos de los diferentes alimentos que constituyen una ración se expresan en UFC y se suman.
Asimismo, para permitir un cálculo fácil de las raciones, las necesidades energéticas de las diferentes categorías de caballos se expresan igualmente en UFC y se suman. Por ejemplo, un caballo de 500 kg. que efectúa un promedio de 2 horas diarias de trabajo, tiene una necesidad energética total de 7,4 UFC, que corresponden a la suma de 4,2 UFC para la conservación (reposo) y 3,2 UFC para el trabajo.
Valor y aporte de materias nitrogenadas
El valor nitrogenado de los alimentos se expresa en gr. de materias nitrogenadas digestibles en el caballo (MNDC) por kg. de alimento, con objeto de tener en cuenta para cada categoría de alimentos la cantidad de aminoácidos realmente absorbida, sobre todo, por el intestino delgado y, en una parte muy reducida, por el intestino grueso. Este modo de expresión permite comparar los alimentos y substituir unos por otros sobre la base de sus aportes de aminoácidos.
El contenido de MNDC es nulo para las pajas de cereales, pero varía desde 30 hasta 70gr. por kg. para los henos de pradera natural y de 70 a 90 gr. para los henos de alfalfa según el estado y las condiciones de la recolección. Las MNDC se sitúan en 68 gr. para el grano de maíz, 70 gr. para la cebada y 80 gr. para la avena y alcanza 436 gr. para la torta de soja.
Los aportes nitrogenados de los diferentes alimentos de una ración, expresados en gr. de MNDC se suman. Por ejemplo: una ración constituida por 8 kg. de heno de prado que contienen 50 gr. de MPDC por kg. y por 2 kg. de cebada que contienen 80 gr. de MPDC por kg, proporcionan (8 x 50) + (2 x 80) = 560 gr. de MNDC.
Las necesidades nitrogenadas de los diferentes tipos de caballos también están expresadas en MPDC por día y se suman. Por ejemplo: un caballo de 500 kg. que efectúa un promedio de 2 horas de trabajo diario tiene una necesidad de MNDC total de 475 gr. de MNDC que es igual a la suma de 295 gr. de MNDC para la conservación y 180 gr. MNDC para el trabajo.
Las necesidades están a veces completadas por las necesidades de aminoácidos específicos cuando esos últimos son conocidos, por ejemplo, la lisina en el caso del crecimiento.
Aporte de macroelementos, oligoelementos y vitaminas
Tradicionalmente, los alimentos destinados a los caballos son pobres en calcio (salvo forrajes de leguminosas), en sodio y algunas veces en magnesio. En cambio, son ricos en potasio. El contenido de fósforo es elevado en los cereales, tortas de orujo y residuos de molinería.
· Las necesidades de macroelementos, de ciertos oligoelementos como el cobre, zinc, cobalto y manganeso y de vitaminas A y D están bastante bien precisadas, mientras que son aproximadas las necesidades de potasio, hierro, azufre y Vitamina B.
Los aportes de calcio y de fósforo deben efectuarse respetando una relación de alrededor de Ca/P=1,5 para evitar problemas óseos y de absorción de los otros macroelementos y oligoelementos. Conviene mantener una relación vitamina A/vitamina D comprendida entre 1/1 y 1/10 con aportes suficientes de Ca y P.
Características de las vitaminas liposobles que requiere el caballo:
· Vitamima A: tiene acciones fisiológicas múltiples y algunas son esenciales para la función de reproducción (espermatogénesis y puesta ovular) y para el vigor del potro al nacimiento y ulterior crecimiento.
· Vitamina D: interviene en la elaboración del hueso y juego, también, un cierto papel corrector de los desequilibrios fosfocálcicos.
· Vitamina E: asociada al selenio, protege las grasas de reserva de la oxidación y participa en la protección del músculo y de todas las membranas biológicas, así como del metabolismo energético.
· Vitamina K: es la vitamina antihemorrágica o de la coagulación. Normalmente no hay que temer la carencia de vitamina K, salvo en el caso de consumo de alimentos enmohecidos.
Características de las vitaminas hidrosobles que requiere el caballo:
· Vitaminas B1: juega un papel primordial para la contracción muscular.
· Vitamina B2: aparte de su acción en el metabolismo energético, protege de la aparición de la conjuntivitis.
· Vitamina PP: ácido patoténico y vitamina B6, no existe necesidad evidente a pesar de las numerosas funciones que tienen en el metabolismo.
· Vitamina B12: famosa por su acción antianémica.
· Vitamina C: no es indispensable en el caso del caballo, salvo en caballos de deporte en los que se utiliza a veces con objeto de estimular el metabolismo muscular.
El caballo no utiliza bien los carotenoides de las plantas, precursores naturales de la vitamina A. La complementación se hace preferentemente en forma de vinamina A envuelta con una capa de otra substancia. Hay que evitar los excesos y el recurso del aceite de hígado de bacalao, pues se corre el riesgo de provocar una carencia de vitamina E. Asimismo, es conveniente evitar un exceso de vitamina D ya que agrava las lesiones óseas. Las levaduras secas, bien aceptadas por el caballo, constituyen la mejor fuente de vitamina B complementaria.
Contenido de agua en alimentos y aporte de agua
Estas características son similares a las generales para cualquier otro tipo de ganado. Las necesidades de agua del caballo están cubiertas por el agua incluida en los alimentos más la aportada para beber. La cantidad de agua bebida varía en sentido inverso a la cantidad de agua aportada por los alimentos. O sea que, la cantidad de agua consumida aumenta con la cantidad de alimentos consumidos cuando éstos están expresados en kg. de materia seca. Igualmente, la cantidad de agua bebida aumenta cuanto más aumenta la temperatura ambiente.
El abrevamiento ideal está asegurado con un abrevadero automático de nivel constante (sin paletas) que permite al animal ajustar su consumo a sus necesidades. Las necesidades pueden variar de 20 a 80 litros por día según el tipo de caballo, estado fisiológico: gestación, lactación o trabajo; su fase fisiológica (principio y final de la lactación) y la naturaleza de los alimentos.
El racionamiento
El racionamiento consiste en escoger los alimentos y en calcular, sobre bases objetivas, las cantidades necesarias a distribuir para aportar a los animales todos los nutrientes necesarios.
Para calcular las raciones se necesita conocer:
· Necesidades nutritivas de los animales o los aportes alimenticios recomendados en energía, proteinas, macroelementos, oligoelementos, vitaminas y agua.
· Cantidad de alimentos que el caballo puede consumir espontáneamente (ingestibilidad de los alimentos).
· El valor nutritivo de los alimentos, caracterizado por sus valores energéticos y protéico, sus contenidos en macroelementos y oligoelementos.
Aportes alimenticios recomendados
Los aportes recomendados diferencian entre los caballos de silla y las razas pesadas. Asimismo, entre yegua, semental, castrado y joven, en crecimiento o engorde, como así también se diferencian por sus situaciones fisiológicas propias: conservación, gestación o lactación, monta o reposo, descanso o trabajo, entre otros. De esta manera, se proponen los aportes alimenticios diarios totales para la energía expresados en UFC, las materias nitrogenadas expresadas en MNDC, los macroelementos, el calcio, fósforo y sodio. Estos aportes se calculan teniendo en cuenta (en forma ejemplificativa): conservación del caballo, caballo en el trabajo: conservación más trabajo, caballo en crecimiento: conservación más crecimiento, etc.
La ración calculada debe poder ser consumida por el animal aportándole la cantidad de nutrientes recomendada permitiendo llevar a cabo los resultados deseados, saciarle teniendo una alimentación suficiente y prevenir el aburrimiento, esto ultimo muy importante en los caballos que suelen adquirir determinados vicios si no ocupan su tiempo y se encuentran estabulados.
Ejemplos comparativos de aportes recomendados:
UFC MNDC Calcio Fósforo Sodio
Conservación
Caballo 500kg (silla) 4,2 295 g 25g 15g 12g
Conservación
Caballo 700kg(tiro) 5,2 380 g 35g 21g 17g
Conservación
Yegua 500kg (silla)
1er. Mes lactación 8,9-10,7 950 g 61g 55g 15g
Como ejemplo del racionamiento práctico, existen diferentes maneras de determinarlo, siempre basándose en las tablas oficiales de requerimientos para cada tipo de animal y de los diferentes nutrientes que aportan los distintos alimentos que los caballos pueden consumir (ver anexos).
Por ejemplo, para un caballo de silla en reposo de un peso de 500 kg en buen estado. Los aportes alimenticios recomendados serían:
Energía: 4,2 UFC
Materias nitrogenas: 295 gr. de MNDC
Consumo: 7,0 a 8.5 kg. de MS
La ración óptima debe contener: 3.2 / 8.0 = 0,53 de UFC y 295 / 8.0 = 37 gr. de MNDC/kg.
De otra manera, si conocemos los siguientes datos:
UFC óptimo de la ración buscada: 0,666
0,52 UFC del heno
1,16 UFC de la cebada
donde f es el porcentaje de forraje en la ración y c es el porcentaje de concentrado
0,52f + 1.16c = 0.66 x 100
el porcentaje de concentrado c en la ración es igual a: c = 100 (ración total) – f
se reemplaza la c en la ecuación por la expresión anterior.
0,52f + 1,16 (100-f) = 0,66 x 100
0,52f + 116 – 1,16f = 66
f(0,52 – 1,16) = 66 – 116
- 0,64f = - 50
f = 50 / 0,63 = 78%
c = 100 – 78 = 22%
Tradicionalmente, los cálculos de racionamiento pueden realizarse de la siguiente manera:
Para un caballo de deporte de 450 kg, que realice trabajo moderado:
UFC MNDC (gr) MS (kg)
Mantenimiento 3,9 275 gr 6,5 – 8
Trabajo moderado (2 hs/día) 7,6 515 gr 10,0 – 13,0
TOTAL 11,5 790 16,5 – 21,0
Considerando que para la ración diaria tenemos disponible Heno de pradera natural y Pienso comercial compuesto con las siguientes características:
UFC MNDC (gr)
Heno de prado natural 0,52 40 gr
Pienso comercial compuesto 0,93 100 gr
Debemos aportar:
MS (kg)
Heno 13,13
Pienso cial. Compuesto 5,00
Obtenemos los resultados indicados más arriba mediante la ecuación:
0,52x + 0,93y = 11,5
40x + 90y = 790
Peso y estado corporal
El racionamiento debe efectuarse en función del peso. El estado corporal del animal es un buen indicador de la calidad del racionamiento efectuado.
El estado corporal es una noción global que caracteriza el estado de engorde de los animales. Es importante valorarlo ya que es un buen indicador de la calidad del racionamiento y del estado de las reservas corporales. Ello se puede apreciar mediante una rápida ojeada, pero requiere experiencia. Se puede evaluar mediante el tacto (palpación a nivel de los faldones de la silla o entre la 10 y la 14va. costilla, se aprecia la extensión del depósito adiposo subcutáneo palmando la zona, después el espesor ejerciendo presión y, finalmente, la consistencia efectuando un movimiento circular en el lugar donde el depósito es más denso.