Segunda parte.
MANEJO Y CONTROL
DE UN BROTE DE RINONEUMONITIS (II)
En este artículo se describen las acciones para minimizar el desarrollo de epidemias mediante prácticas de aislamiento, cuarentena y desinfección. La meta de las medidas de control es frenar el desarrollo de la infección por EHV1 en el grupo de caballos afectado.
Como vimos en el artículo del número anterior, las rinoneumonitis es una enfermedad causada por un herpesvirus que se propaga rápidamente entre los caballos, y que cursa con síntomas respiratorios, nerviosos y abortivos. Las consecuencias pueden ser terribles.
Las prioridades de manejo cuando se ha declarado un brote de rinoneumonitis (EHV1) en un grupo de caballos son:
• Establecer un diagnóstico temprano.
• Prevenir la diseminación del virus desde los caballos infectados a otros miembros del grupo.
• Proporcionar un tratamiento adecuado.
Diagnóstico temprano
Los brotes por EHV1 evolucionan rápidamente y requieren una intervención inmediata. Es importante la rápida intervención del veterinario para tratar de identificar, en laboratorio, el agente causal del brote. El éxito de todas las medidas emprendidas es mayor cuanto antes se inicie la intervención.
En animales afectados, su veterinario tomará muestras de las secreciones nasales y de sangre. Ambas muestras deberán recogerse lo antes posible y ser transportadas inmediatamente al laboratorio en frío.
Si el animal ya ha fallecido, se tomarán muestras de tejidos (pulmón, hígado, bazo en fetos abortados o de cerebro en casos neurológicos) para tratar de aislar el virus.
Prevención de la transmisión del virus a otros caballos
Los caballos infectados, incluyendo los fetos abortados, son la fuente primaria de contagio de EHV1. Los fetos abortados deben ser sellados en bolsas de plástico y ser transportados al laboratorio para evitar la contaminación del medio ambiente por el virus.
En una sospecha de brote de EHV1, las hembras que abortan, los neonatos enfermos y todos los caballos que presenten fiebre, descarga nasal o anormalidades en la marcha deben ser aislados. Así mismo es importante contener la infección mediante barreras físicas y sanitarias. Un espacio libre suficiente debe rodear la zona de aislamiento.
El objetivo de construir un espacio sanitario alrededor de los animales afectados mantenidos en aislamiento, se consigue mediante desinfectantes químicos que inactivan el virus en el exterior, manos, zapatos, comederos y bebederos, camas e instrumental veterinario. Tras un aborto por EHV1, la cama debe ser desinfectada y eliminada, el establo limpiado y desinfectado y los genitales externos de la yegua limpiados fuertemente antes de llevarla al aislamiento.
El personal debe vestir ropa protectora externa, guantes de látex y zapatos que se puedan desinfectar por inmersión, todo ello debe eliminarse cuando se salga del área de aislamiento. Los lavados frecuentes de manos y los baños desinfectantes de botas son muy útiles.
Lo ideal es que el personal que maneja caballos en aislamiento, sea asignado a este grupo sólo. Debe controlarse los movimientos innecesarios de personal al lugar de aislamiento.
Todos los caballos que tengan contacto físico con los animales clínicamente afectados, deben ser considerados como expuestos al virus y por tanto aislados en sus respectivos establos o prados, bajo cuarentena.
Las yeguas deben estar en cuarentena hasta que la epidemia se encuentre bajo control. La cubrición de yeguas abortadas por EHV1 debe retrasarse al segundo ciclo.
Minimizar el nº de caballos susceptibles a la enfermedad
Se debe restringir el transporte tanto desde dentro o desde fuera del lugar donde haya un brote
Vacunar adecuadamente (ej: 3 dosis espaciadas correctamente), a las madres no inmunizadas o dar una dosis de recuerdo a aquellas previamente vacunadas, para conseguir un cordón inmune alrededor del foco de infección, que ayude a reducir el nº de caballos susceptibles a la enfermedad clínica, así como a reducir la duración de la descarga nasal de virus. Debido a que la inmunización puede aumentar la exacerbación de la gravedad de los síntomas neurológicos, la revacunación no está recomendada en los caballos afectados con síntomas nerviosos.
TRATAMIENTO
Hasta ahora hemos comentado las medidas clínicas y de mantenimiento para tratar casos clínicos afectados por EHV1. Lo lógico es unir el tratamiento sintomático y las medidas de mantenimiento para soportar las necesidades nutricionales y disminuir la posibilidad de muerte o de invalidez permanente.
Su veterinario le recomendará los medicamentos más adecuados: antipiréticos, antiinflamatorios, fluidoterapia y electrolitos en los caballos con inapetencia, antibióticos para controlar las infecciones secundarias...
La eutanasia debe considerarse en caballos postrados con complicaciones severas o en aquellos que no muestren mejoría en algunos días. El pronóstico para la recuperación neurológica total de caballos afectados por EHV1 normalmente no es favorable.
MANEJO TRAS LA EPIDEMIA
Se deben tomar medidas tras el fin de un brote por EHV1:
• Eliminar la cuarentena
• Separar los animales afectados
• Descontaminación final
• Prevenir las recurrencias de epidemia
Eliminar la cuarentena
Un brote de EHV1, se puede considerar finalizado cuando tras 21 días (3 veces el periodo de incubación - 3x7=21) no se ha dado ningún caso clínico. En el caso de brotes de abortos, las hembras preñadas deben mantenerse aisladas hasta que paran.
No hay datos que indiquen que caballos recuperados de la infección de la forma nerviosa supongan riesgo alguno para los demás animales.
Desinfección final
Se deben desinfectar las superficies mediante agua y detergentes así como agentes químicos fenólicos o con yodo.
Hay que limpiar y desinfectar: establos, pasillos, camas, aperos, comederos y bebederos, instrumental, utensilios y vehículos de transporte.
La inactivación del EHV1 en el ambiente puede ocurrir también de forma natural con el paso del tiempo. La viabilidad del virus en el medio exterior es suficientemente transitoria, de forma que en un periodo de 21 días sin la presencia de otros caballos, el lugar se puede considerar sin peligro para la repoblación de caballos sin riesgo de infección.
Referencia:
G.P. Allen. Deparment of Veterinary Science, M.H. Gluck Equine Research Center, University of Kentacky, Lexington, 40546-0099, USA. Equine vet. Educ. (2002) 14 (3) 136-142