Para evitar golpes, bien sea por saltar, por ir por terreno dificultoso o porque el caballo no esté bien aplomado, protectores.
Las vendas son para que el caballo no se resienta de los tendones, son útiles para el caballo que ha tenido una lesión de tendón o trabaja muy fuerte el trote. Pero las vendas de polo, que son las que hay de mil colores y las que usamos la mayoría, no tienen mayor efecto que el estético. Las efectivas son las elásticas con un buen paño bajovenda, o las mixtas (las que tienen debajo polar y encima elástico), o también las de punto.
Está científicamente demostrado que a partir de una cierta temperatura los tendones se vuelven mucho más frágiles. Por eso dicen que no es recomendable trabajar con protectores que no perspiren o con muchos vendajes, ya que evitan la ventilación. También por eso, después del trabajo es más que recomendable duchar las patas del caballo, para refrescarlas y evitar el sobrecalentamiento