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Ganaderías
La Cartuja, una yeguada desconocida
La legendaria y emblemática yeguada de La Cartuja (Hierro del Bocado) está escribiendo la página más negra de su historia. La madre de todas las ganaderías se encuentra inmersa en un caos genético y laboral que ha llevado a la huelga de los trabajadores
La Yeguada de la Cartuja, perteneciente a la empresa pública Expasa (empresa propiedad de Patrimonio del Estado), tiene como objetivo fundamental la conservación, mantenimiento y mejora de la riqueza genética de esta legendaria yeguada de Pura Raza Española-Estirpe Cartujana. Esta Afirmación es la que rige los estatutos de la ganadería de caballos españoles más antigua del planeta. ?La madre de todas las yeguadas?, dicen los expertos. Pues bien, hoy, varias décadas después de que se redactara este apartado de los estatutos de la Yeguada, sus trabajadores aseguran que la raza está en peligro. ?No hay un programa de cría, no hay medios... No hay nada?, afirma el portavoz del comité de los trabajadores, Domingo Salado.
La luz que se apagó
El caso es que el Estado Español hizo amagos de salvar la cabaña cartujana cuando a principios de año 2004 el Partido Popular, aún en el Gobierno, solicitó los servicios del ganadero jerezano Álvaro Domecq Romero para que tomara las riendas de esta empresa pública, dependiente de Patrimonio a través de Expasa y tutelada por el Ministerio de Agricultura. Un ilusionante reto al que Domecq ya había dado forma: básicamente el ganadero iba a llevar a cabo una fuerte criba de ganado (eliminar el que no está llamado a ser padre de la raza), comenzar a seleccionar ejemplares que garantizaran la continuidad racial de la estirpe con un delicado criterio y convertirla en el 'granero' de la Real Escuela, es decir, en el almacén que suministrara caballos al Recreo. Tal y como ocurre en las praderas de Piber, Austria, explotación ganadera encargada de suministrar ejemplares lipizanos a la Escuela Española de Equitación de Viena.
Pues bien, todo esto se fue al traste. Cuando Domecq ya podía presumir de tener un pie dentro de la finca El Suero, situada a pocos kilómetros de Jerez, el Gobierno paraliza el proyecto. En estos momentos, El Bocado galopa hacia una "caótica" situación que, según los trabajadores, "se ve agravada por la diferencia de color político en la cúpula directiva, que contribuye a hacer más difícil aún la comunicación entre los trabajadores y la Dirección", explica Domingo Salado, portavoz de los trabajadores. ?Inexplicablemente el director y el presidente de Expasa, Julián Díaz y Manuel Beltrán, respectivamente, fueron nombrados por el Partido Popular y estos señores poco o nada pueden hablar con el Ministerio de Agricultura y con Patrimonio, que es a la postre de quien depende la Yeguada?, explica Salado.
La reciente historia
Cuando en 2001 la empresa pública Expasa (propietaria de 19 fincas agrícolas en toda España) pasa a pertenecer a la SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales), antiguo INI (Instituto Nacional de Industria), comienza un indiscriminado proceso de privatización de fincas públicas del que sólo se salvan la Yeguada del Bocado y propiedades atípicas (inmuebles no productivos situados principalmente en la capital de España). Es decir, Expasa es, en estos momentos, sólo y exclusivamente La Cartuja, una explotación ganadera con oficina en Madrid que recibe al año 2,5 millones de euros, de los que una cuarta parte, 600.000 euros aproximadamente, se destinan a la oficina de Madrid, donde trabajan cinco personas, frente a las 32 que lo hacen en la finca El Suero.
Números deficitarios
Los ingresos de la Yeguada provienen básicamente de la proyección turística del espectáculo, el merchandising y las paradas públicas de sementales (las cubriciones), que suman un total de 120.000 euros anuales, aproximadamente, según los trabajadores. Es decir, una deficitaria situación que convierten a la Yeguada en la piedra en el zapato de cualquier ministerio. Poco después, la SEPI devuelve a Patrimonio Nacional la gestión de la Yeguada y éste nombra a finales de 2003 al Ministerio de Agricultura como área encargada de la tutela de la ganadería, una finca que se compone de más de 200 hectáreas que actualmente están sin rentabilizar agrícolamente y que cuenta con una importante sobreproducción ganadera, más de la que está preparada para asumir: 450 animales.
Los potros de tres y cuatro años siguen en libertad por que no hay establos
La era Sanzparejo
En el año 2000 dimite el servicio técnico de la Yeguada, encabezada por el catedrático José Sanzparejo, una de las personas que más sabe del caballo español en este país. Entonces existía un serio proyecto y plan de viabilidad de la estirpe cartujana, con estudiados programas de cubriciones, subastas públicas, paradas de sementales... "Ahora no existen planes de venta, no existen planes de viabilidad, no existen convenios con universidades para investigar... No hay nada", denunciaba recientemente el portavoz de los trabajadores, Domingo Salado.
Escáner de la situación actual
Cabe preguntarse entonces, ¿cuál es el problema real de la Yeguada? Fundamentalmente uno: existe un sobredimensionado número de ejemplares de una raza única en España: la cartujana. A esta complejidad genética hay que añadir la ausencia de ganado puro de esta misma raza (los expertos aseguran que es diferente al Pura Raza Española, una raza que, según estas mismas fuentes, está cruzado originariamente con el caballo centroeuropeo). Es decir, desde hace años estos ejemplares se cruzan sólo entre ellos, un serio problema genético que hace que la Yeguada del Bocado galope indefectiblemente hacia el desastre biológico si antes no se pone la gestión de la empresa en manos de una persona entendida "o al menos que nos deje a nosotros trabajar".
Al cierre de esta edición, la situación de la Yeguada del Bocado se encontraba prácticamente igual que a mediados de noviembre, cuando la plantilla de la finca El Suero dio la voz de alarma. La treintena de trabajadores, incluido el propio director de la Yeguada, el veterinario Javier Mota, protagonizó un paro laboral que se prolongó durante varios días. Básicamente, querían reivindicar una solución urgente al problema. Sus denuncias pasan por tres pilares fundamentales. En primer lugar, unificar los convenios laborales, pues en estos momentos conviven dos: el Régimen General y el Régimen General Agrario, que no contempla categorías entre los trabajadores. En segundo lugar, los trabajadores de la Yeguada piden el cese del director y del presidente de Expasa, pues a su juicio, ?su presencia actualmente sólo contribuye a obstaculizar la comunicación con el Gobierno, que es de otro partido. Inexplicabemente, estos dos señores, que fueron nombrados por el Partido Popular en su día, aún siguen en el cargo?, apuntaba recientemente el portavoz sindical Domingo Salado. Por último, la tercera reivindicación de los trabajadores es ?elaborar un plan de cría y de investigación que garantice la viabilidad y la continuidad de esta raza?.