Hola a todos.
Os cuento esto porque sinceramente necesito decírselo a alguien que entienda de equitación para que me ayude/aconseje, ya que ha sido una mala experiencia...
Hoy, tras trece clases, he hecho mi segunda salida al campo tras estar un par de semanas sin montar.
He cogido la yegua que más he montado, porque es la que más confianza me transmite y he entrado a la pista para calentar. Ya, desde aquí, ha empezado todo mal. Tras unas vueltas al paso le pido trote (tirando todo el rato para que no se emocionara, ya que por lo visto hacia unos días que no la movían y tenía ganas de correr) y me he encontrado con mi primer problema, incapaz de seguir el ritmo de la yegua para trotar a la inglesa, me ha costado un rato cogerle el ritmo de nuevo y para colmo, no conseguía mantener los pies en los estribos, en pocas palabras, dando saltitos como una lerda encima de su grupa y luchando por no caer mientras intentaba que esta no corriese... Prácticamente, la yegua ha hecho lo que le ha dado la gana, aunque al final he conseguido volver a tomar el control y hacerme a los estribos antes de salir de la pista.
Bueno, tras esto, salimos de la yeguada y nos encaminamos al campo. Íbamos tan solo el guía (que no es mi profesor de siempre) y otra chica que controlaba más.
Apenas nos hemos alejado un poco, vuelvo a tener mi segunda mala experiencia, el guía le explica a la otra como galopar y de repente, sin previo aviso, ambos salen al galope, y mi yegua (que no iba a ser menos) también. Del susto (ya que JAMÁS he galopado, apenas habré hecho una clase a un trote largo, siempre uno corto y como mucho alargando poco más) me he quedado en blanco, a merced de la yegua y sin recordar cómo demonios se frena a un caballo. Tras esto, estiro con fuerza de las riendas, pero en vez de parar, la yegua me hace un gesto raro (como si saltase o se encabritase) y yo me asusto y meto un grito, mientras le recuerdo al guía que aún no se galopar. Ambos frenan y mi yegua por fin obedece.
Después del susto, seguimos al paso tranquilamente, subiendo alguna que otra cuesta. Pero en una de ellas, vuelvo a llevarme el susto. Cogemos la cuesta al trote, pero la yegua parece que cambia de opinión ya que se estaba quedando atrás y me la sube al galope (o más rápido de lo normal, no estoy segura) y cuando estamos casi arriba, me pega un mini salto que no me he caído gracias a que me estaba cogiendo a la silla con las manos...
Después, seguimos el "relajante" paseíto sin más sobresaltos por el momento. Subimos una larga cuesta empinada, seguimos un rato y luego volvemos atrás para volver ya. Y otra vez me aterrorizo, el guía se pone a un trote rápido (casi galope) y yo siguiéndolos como buenamente podía. Trotando a la inglesa, sufriendo por no perder el equilibrio y esforzándome por no perder el control de la yegua... Encima, para ayudarme más a relajarme, montábamos por el monte, lo que en pocas palabras significa barrancos (pequeños, sinceramente, pero barrancos xP ) y el camino iba pegado a uno, y por más que confié en la yegua, el miedo a que se le vaya el pie y se salga no me lo quita nadie...
Tras esto, llegamos a la cuesta de antes, larga (por lo menos, en mi opinión, muuuy larga) y empinada. El guía me dije que no pasa nada, que la yegua baja tranquila y siempre al paso, que no me saldrá al trote ni aunque le pegase con la fusta. Me trago el miedo, hecho la espalda para atrás, pies pa alante, le doy rienda y comenzamos a bajar. Como no me daba seguridad, me cojo con una mano a la parte de atrás de la silla, con la otra sujeto las riendas y a la vez me cojo a la parte de delante de la silla, suplicándole a la yegua que siguiera al los otros y que no me cambiase de idea... Pero en la bajada, la tía se para dos veces a comer y una vez abajo el guía me riñe y me dice que es mi culpa por darle tanta rienda.
Una vez en "llano" volvemos a salir a un trote rápido y yo de nuevo los sigo como puedo, pero conforme nos acercamos a la yeguada, los caballos se aceleran y salen al galope. Y aquí ha sido donde más me he aterrorizado, yo iba todo el rato detrás y de repente la yegua decide que no quiere ir más detrás y adelanta a las otros al galope. Me quedo bloqueada de nuevo, asustada por no saber cómo reaccionar y al verme sola. Tiro de las riendas como puedo, mientras grito ya que no sabía qué hacer. La yegua me vuelva a hacer el gesto raro, como si pegase un bote, y acaba parando no sé cómo.
Tras esto el guía me vuelve a reñir y a decirme que no tengo ni idea, que si un caballo sale al galope no se puedo comenzar a chillar, que con eso lo único que consigo es que se me acelere más. Yo como puedo le explico que lo siento, pero que como jamás había galopado me había asustado y quedado en blanco, sin saber qué hacer... Pero a pesar de ello sigue con la bronca.
Tras esto hemos vuelto a la yeguada sin ningún problema más.
Lamento la enorme parrafada, pero necesitaba soltarlo.
La verdad es que me ha afectado bastante la bronca del guía. Mayormente por que yo soy bastante sensible y me lo tomo todo muy a pecho. Vamos, que me ha afectado enseguida.
Tras esta salida me he quedado bastante chafada, pienso seguir montando, eso sí, pero ahora me aterroriza ir rápido...
Los gestos raros que me hacia al galope, no sé si realmente serán raros, ya que nunca había galopado, pero no sé, la sensación de se me encabrita y me tira al suelo era enorme.
Y ya no digamos el salir al campo, la primera vez tampoco me fue del todo bien, pero tras esta me da miedo volver a salir y perder el control de la yegua...
Realmente me siento patética, como si en todas estás clases no hubiese hecho más que perder el tiempo.
Os cuento esto porque sinceramente necesito decírselo a alguien que entienda de equitación para que me ayude/aconseje, ya que ha sido una mala experiencia...
Hoy, tras trece clases, he hecho mi segunda salida al campo tras estar un par de semanas sin montar.
He cogido la yegua que más he montado, porque es la que más confianza me transmite y he entrado a la pista para calentar. Ya, desde aquí, ha empezado todo mal. Tras unas vueltas al paso le pido trote (tirando todo el rato para que no se emocionara, ya que por lo visto hacia unos días que no la movían y tenía ganas de correr) y me he encontrado con mi primer problema, incapaz de seguir el ritmo de la yegua para trotar a la inglesa, me ha costado un rato cogerle el ritmo de nuevo y para colmo, no conseguía mantener los pies en los estribos, en pocas palabras, dando saltitos como una lerda encima de su grupa y luchando por no caer mientras intentaba que esta no corriese... Prácticamente, la yegua ha hecho lo que le ha dado la gana, aunque al final he conseguido volver a tomar el control y hacerme a los estribos antes de salir de la pista.
Bueno, tras esto, salimos de la yeguada y nos encaminamos al campo. Íbamos tan solo el guía (que no es mi profesor de siempre) y otra chica que controlaba más.
Apenas nos hemos alejado un poco, vuelvo a tener mi segunda mala experiencia, el guía le explica a la otra como galopar y de repente, sin previo aviso, ambos salen al galope, y mi yegua (que no iba a ser menos) también. Del susto (ya que JAMÁS he galopado, apenas habré hecho una clase a un trote largo, siempre uno corto y como mucho alargando poco más) me he quedado en blanco, a merced de la yegua y sin recordar cómo demonios se frena a un caballo. Tras esto, estiro con fuerza de las riendas, pero en vez de parar, la yegua me hace un gesto raro (como si saltase o se encabritase) y yo me asusto y meto un grito, mientras le recuerdo al guía que aún no se galopar. Ambos frenan y mi yegua por fin obedece.
Después del susto, seguimos al paso tranquilamente, subiendo alguna que otra cuesta. Pero en una de ellas, vuelvo a llevarme el susto. Cogemos la cuesta al trote, pero la yegua parece que cambia de opinión ya que se estaba quedando atrás y me la sube al galope (o más rápido de lo normal, no estoy segura) y cuando estamos casi arriba, me pega un mini salto que no me he caído gracias a que me estaba cogiendo a la silla con las manos...
Después, seguimos el "relajante" paseíto sin más sobresaltos por el momento. Subimos una larga cuesta empinada, seguimos un rato y luego volvemos atrás para volver ya. Y otra vez me aterrorizo, el guía se pone a un trote rápido (casi galope) y yo siguiéndolos como buenamente podía. Trotando a la inglesa, sufriendo por no perder el equilibrio y esforzándome por no perder el control de la yegua... Encima, para ayudarme más a relajarme, montábamos por el monte, lo que en pocas palabras significa barrancos (pequeños, sinceramente, pero barrancos xP ) y el camino iba pegado a uno, y por más que confié en la yegua, el miedo a que se le vaya el pie y se salga no me lo quita nadie...
Tras esto, llegamos a la cuesta de antes, larga (por lo menos, en mi opinión, muuuy larga) y empinada. El guía me dije que no pasa nada, que la yegua baja tranquila y siempre al paso, que no me saldrá al trote ni aunque le pegase con la fusta. Me trago el miedo, hecho la espalda para atrás, pies pa alante, le doy rienda y comenzamos a bajar. Como no me daba seguridad, me cojo con una mano a la parte de atrás de la silla, con la otra sujeto las riendas y a la vez me cojo a la parte de delante de la silla, suplicándole a la yegua que siguiera al los otros y que no me cambiase de idea... Pero en la bajada, la tía se para dos veces a comer y una vez abajo el guía me riñe y me dice que es mi culpa por darle tanta rienda.
Una vez en "llano" volvemos a salir a un trote rápido y yo de nuevo los sigo como puedo, pero conforme nos acercamos a la yeguada, los caballos se aceleran y salen al galope. Y aquí ha sido donde más me he aterrorizado, yo iba todo el rato detrás y de repente la yegua decide que no quiere ir más detrás y adelanta a las otros al galope. Me quedo bloqueada de nuevo, asustada por no saber cómo reaccionar y al verme sola. Tiro de las riendas como puedo, mientras grito ya que no sabía qué hacer. La yegua me vuelva a hacer el gesto raro, como si pegase un bote, y acaba parando no sé cómo.
Tras esto el guía me vuelve a reñir y a decirme que no tengo ni idea, que si un caballo sale al galope no se puedo comenzar a chillar, que con eso lo único que consigo es que se me acelere más. Yo como puedo le explico que lo siento, pero que como jamás había galopado me había asustado y quedado en blanco, sin saber qué hacer... Pero a pesar de ello sigue con la bronca.
Tras esto hemos vuelto a la yeguada sin ningún problema más.
Lamento la enorme parrafada, pero necesitaba soltarlo.
La verdad es que me ha afectado bastante la bronca del guía. Mayormente por que yo soy bastante sensible y me lo tomo todo muy a pecho. Vamos, que me ha afectado enseguida.
Tras esta salida me he quedado bastante chafada, pienso seguir montando, eso sí, pero ahora me aterroriza ir rápido...
Los gestos raros que me hacia al galope, no sé si realmente serán raros, ya que nunca había galopado, pero no sé, la sensación de se me encabrita y me tira al suelo era enorme.
Y ya no digamos el salir al campo, la primera vez tampoco me fue del todo bien, pero tras esta me da miedo volver a salir y perder el control de la yegua...
Realmente me siento patética, como si en todas estás clases no hubiese hecho más que perder el tiempo.