Bueno, sobre esto, he escrito un post en el blog, así que copio y pego gran parte de lo que interesa para este tópico en el foro:
La cesión no se puede forzar, pues la cesión de la que hablo es espontánea. Procede de una relajación emocional del caballo, es la señal que nos muestra que el caballo está disipando sus tensiones tanto físicas como psicológicas y se está poniendo a nuestra disposición.
Podemos y debemos proporcionar las condiciones físicas y emocionales necesarias para que el caballo relaje la mandíbula, pero no debe ser forzado porque, si no, será una cesión falsa. Montados, cualquier cesión forzada hará que el caballo pase a ir detrás de la mano con lo cual lo rebajaremos emocionalmente, es decir, el caballo no entiende lo que hay que hacer pero lo hace porque su boca es su punto sensible y al hacerle daño huirá de ese dolor pasando a ir detrás de nuestra mano, dejando de ser una cesión espontánea. Eso puede parecer muy bonito (para el que lo ve desde fuera porque para el caballo no es nada bonito) al principio por que logramos "colocarle" la cabeza, pero cuando intentemos hacer ejercicios de alta dificultad que exija más de nuestro caballo, nos veremos en grandes apuros pues estamos trabajando sobre una base falsa.
La verdadera cesión viene acompañada de un estado de relajación general que logramos sentir con nuestro cuerpo porque el caballo nos la transmite mediante el suyo. Incluso mientras se realizan esfuerzos, el caballo muestra una tranquilidad y confianza a través de su actitud corporal que nos demuestra que está disponible para el trabajo y para lo que venga. Una de las mejores sensaciones del mundo, y la mejor en equitación sin ninguna duda, dicho sea de paso.
Para sentir la verdadera cesión montados es necesario pasar por una serie de etapas antes:
- la primera, es saber identificar el gesto pie a tierra. Saber cómo y en qué situaciones es más propicio a demostrar esta señal; así podremos proporcionar las condiciones adecuadas y buscar el mismo resultado cuando necesitemos su atención para trabajar.
- cuando sepamos identificar esta señal, necesitamos aprender a utilizarla en nuestro trato con el animal, pues no sabremos lo que estamos pidiendo y lo que el caballo nos está dando realmente, si no sabemos utilizar esta señal para disipar las tensiones que surgen en nuestro día a día
- una vez montados, tendremos que trabajar en nuestra posición a caballo para obtener una mano completamente independiente de nuestro cuerpo. Sólo así lograremos sentir la cesión en nuestra mano y en nuestro cuerpo a los tres aires y durante los ejercicios que practiquemos con nuestro caballo.
Para sentir la verdadera cesión, cualquier acción de la mano encima del caballo, debe venir acompañada de una acción lateral de pierna que relaje físicamente al animal. Sobre todo mientras está aprendiendo a relajarse dentro de los ejercicios y movimientos. Si hemos utilizado esta señal correctamente en el trabajo habitual, en el futuro un simple cambio de equilibrio de nuestro cuerpo o un simple "acercar de una pierna o las dos al mismo tiempo", puede ser suficiente para relajar al caballo emocionalmente dentro del ejercicio aunque siga teniendo una tensión muscular positiva para el trabajo.
Cuando el caballo cede tanto emocionalmente como físicamente, sentiremos que el caballo avanza sólo, mientras va relajado, nuestra pierna se vuelve un mero apoyo, nuestra mano una guía para controlar la dirección y nuestro cuerpo se une al movimiento caballo.
Montados, todos queremos esta sensación y en Equierrores trataremos de transmitir esta sensación a quien nos siga, pero aquí vamos paso a paso y el primero, es saber identificar la señal de verdadera cesión pie a tierra.
Pie a tierra aprendemos a “ver” mientras sentimos. Montados aprenderemos a sentir lo que vimos pie a tierra.
Y en el blog he puesto la foto que he puesto aquí sobre la relajación de la mandíbula
