Amazona, creo que los caballos "hablan un lenguaje fácil de entender" si sabemos escucharles, y sobre todo, si dedicamos un poquito de tiempo en ello. Yo siempre lo comparo con las relaciones inter-personales, porque para mí son temas similares, una persona que sabe escuchar a otra, también está preparada para escuchar a un caballo, a un perro, a un periquito, incluso a los árboles si se queda sentado a la orilla de un río.
Escuchar es fundamental, me dá igual quienes sean los beneficiarios, pero todo requiere su tiempo, estoy de acuerdo en que hay gente que puede enseñarnos "otra forma", "otros métodos de aprendizaje que puedan complementarse con los nuestros, pero simplemente para enriquecernos, nunca para eliminar nuestro sistema natural de aprendizaje e imponer el suyo.
Sabes cómo se aprende a identificar los mensajes corporales? Observando, tiempo y observación, ahí están las claves, por supuesto que a veces no escuchamos los gritos de los caballos, pero podemos conseguir oírlos si estamos dispuestos a hacerlo.
Si convivimos con un niño pequeño, casi un bebé, probablemente al principio todo será un desastre, no sabremos por qué llora, por qué patalea, qué es lo que le ocurre, pero al cabo del tiempo aprenderemos a captar todas las señales que emite su cuerpo, y estaremos seguros de cuando está contento, cuando tiene hambre y cuando se encuentra enfermo...., podemos leerlo en un libro y otra persona nos contará su experiencia, pero hasta que no la vivamos "en nuestra propia piel" no entenderemos mucho.
Un saludo Amazona.
"En cada momento de nuestras vidas tenemos un pie en el cuento de hadas y otro en el abismo".