Sabine, nuna he dicho que todo el mundo tenga algo innato todo lo contrario, dije que NO todo el mundo lo tiene, y los que no tienen eso necesitan de alguien que les enseñe, y por eso se escriben libros sobre algo que a algunos nos parece obvio.
Pues me halagas, ya que precisamente no puedo estar más deacuerdo contigo. Jamás quiero domar un potro yo misma y sola, SIEMPRE insisto en enseñarle al dueño ésa gerarquía y que sea el dueño el que manda, eso no quita que si el caballo puede escojer entre el dueño o yo, me prefiera, pero si no estoy el dueño es la yegua Alfa.
Un buen ejemplo lo tengo con nuestro caballo nuevo (el problemático).
El caballo es de mi novio y mío. Es muy grande y a la fuerza no puedo con él, así que montándolo mi novio el caballo le lanza por los aires, se ríe de él y le toma el pelo. Después de dos lesiones seguidas mi novio se dipuso al fin a escucharme y a aprender. Ahora hemos estado dos semanas seguidas en las que le he enseñado a ser la yegua alfa. Para que el caballo le respete pero, también para que confíe en él, ya que nunca busca su apoyo, su opinión o su ayuda cuando se asusta o algo y es precisamente cuando el caballo le tira al suelo o sale corriendo a toda velocidad. Ahora he conseguido que mi novio puedo trabajarlo tranquilo y la última vez que lo montó fué bien distinto. Aun nos queda mucho camino por recorrer, y sólo estamos en el comienzo,
pero evidentemente a quien hay que enseñar es al dueño, casi más que al caballo.