Pues es largo de contar, ya que lo tuve durante dos años y pico.... y después de tanto tiempo seguro que me dejo cosas.
El caso es que el caballo era de una amiga de esta supuesta "amiga" mía. Por lo visto tenía un embarazo de riesgo y tenía 4 caballos en la finca de sus suegros y claro, era mucho trabajo y dinero, por lo que decidió "deshacerse" de dos de ellos. Se lo contó a mi "amiga" pero ella ya tenía dos caballos (un Paint Horse sin registro y un percherón ya mayor, ciego de un ojo por un accidente y que empezaba a perder la visión del otro). Tanto mi "amiga" como su pareja han trabajado en hípica casi toda su vida como profesora y como mozo y guía de rutas respectivamente.
El caso es que mi amiga me ofreció si quería quedarme con uno de los dos, y que podría tenerlo en su casa con los suyos, que sólo me cobraría lo que gastase en alimentación que uno era un hannoveriano castrado, de 17 años retirado de competición por una lesión (chips que nunca se operaron) en el corvejón, que como caballo maestro me iría genial, el otro, una potra con lordosis paint, que ella no recordaba mucho pero que si la lordosis no era mucha pues que no debería tener problema y que los iríamos a ver.
Después de muchísimo pensarlo, decidí cumplir mi sueño e ir a verlos, pero tenia bastante claro que la opción correcta era el Hanoveriano como caballo maestro siendo el primero. Y asi fue, porque la potra, entre que era potra y la lordosis... no lo vi naaaada claro.
Otra amiga de mi amiga fue la que vino a hacer el transporte (yo creyendo que gratis, luego mi supuesta amiga, al tiempo, durante una discusión, me tiró en cara que ellos habían pagado ese transporte sin decirme nada porque no recuerdo qué excusa).
En fin, cuando el caballo llegó a su casa, se acordó que lo podría montar los dos días que yo libraba, y que ellos podían estar en casa, es decir, domingo y lunes. Se acordó que mis padres y amigos de confianza podrían venir también a verlo y tal por si algún día queríamos ir a dar vuelta con el caballo con el campo del ramal... Evidentemente, el caballo era mío, los papeles estaban a mi nombre y yo iba a pagar por recortes (iba descalzo) y veterinario cuando fuese necesario. Sólo me pidieron si podían montarlo ellos de vez en cunado para salir por el campo y así dejar el percherón en casa tranquilo y ellos también disfrutar un poco mas. Evidentemente no le vi problema ninguno ya que ambos saben montar.
Bueno, pues luego la realidad fue que solo iba a montar una vez a la semana, los lunes, porque ellos estaban cansados y el domingo querían descansar. Me jodió un poco, pero bueno, ya que me lo tenían en su terreno y pagando solo lo que consumía el caballo, pues ok. En invierno tampoco podía ir mucho rato porque no tenían luces ni nada en la finca, y estaba lleno de árboles por el medio y tal y no se podía ver tres en un burro, asi que me tocaba aprovechar el tiempo.
Como jamás había montado centroeuropeos me costó mucho sentarme en el trote y el galope, me sacaba de la montura, por lo que le pedí a ver si me podía dar un par de clases a la cuerda y tal para conseguir mas asiento y acostumbrarme a la forma de moverse. Me dio clases sí, pero decidió cobrarme por ello al mismo precio que una escuela hípica (cuando no había luz, ni pista y para que me entendáis, yo tenía una tienda de cosas para perros y demás y peluquería canina, y les bañaba todos sus perros gratis, se llevaban pienso a precio de coste y si necesitaban algún complemento pues lo mismo. Todo precio de coste). Evidentemente le iba a pagar las clases, pero por amistad y tal esperaba que hiciese un precio un poco mas rebajado.
pero no me quejé, lo acepté porque al fin y al cabo eran clases y ella buena profesora.
Abreviando un poco... Luego empezaron los lunes que tampoco podía ir porque iban a ir a ver a la familia o cualquier cosa. Me enteré que en su casa iba a montar mi caballo hasta el tato, desde sus sobrinos pequeños a pelo con el pelham, hasta amigos de ellos que se iban luego por el campo y no me decían nada (se les escapaba o subían una foto a redes y me enteraba por eso). Tampoco me quejé.
Luego en chats de WhatsApp que estábamos las dos con conocidos, les ofrecía venir a su casa cuando quisieran y salir a montar que ahí estaban los caballos.
Recordáis cuando he dicho que estuvieron de acuerdo en un inicio en que pudiese ir con mis padres o amigos de confianza a ver al caballo? Resulta que luego yo no podía llevar ni mi sombra a la casa como quién dice. Una vez fui con unos amigos que se esperaron fuera del terreno, yo entre preparé el caballo y me lo llevé a dar una vuelta por el campo. Pues cuando volví, me acorralaron ella y su pareja para decirme que jamás se me ocurriese volver a hacer eso, porque a ver qué imagen daba de ellos hacer esperar a mis amigos fuera y que no querían que extraños supiesen dónde vive (porque tenía los caballos ilegalmente en el terreno, sin declarar, por así decir). Yo les contesté educadamente que okey que sin problema, que no se iba a repetir, pero que en mi casa mi madre me educó en que, si ella no quería que mis amigos subiesen a mi casa porque estuviese desordenada, o lo que fuera, y yo tenía que recoger algo, que mis amigos esperasen un momento en la calle en lo que yo subía y bajaba... En fin, que ellos fueron a más chillando. Evidentemente nunca más llevé a nadie ni a su pueblo xD
Total, que tiempo después acabé diciéndoles que me llevaba al caballo de pupilaje a una hipica aunque me saliese más caro porque apenas podría ver al caballo o montar. Pues otro problema, ahí ya vi los colores de verdad. Me dijeron que no podía llevármelo de su casa porque le prometieron a la mujer que me lo regaló (se lo regaló) que el caballo pasaría en su casa el resto de sus días, y que el caballo no era mío, que era de ellos y yo lo tenía pupilado como si fuese una hípica a la que vas y pupilas uno de sus caballos. Me quedé muerta de pensar que realmente, después de +8 años de amistad, pudiese haberme engañado de esa forma.
Como ya le tenía cariño al caballo, me callé y dejé las cosas como estaban. A veces pasaba hasta un mes sin verlo porque siempre tenían algo que hacer los lunes y en domingo no podía ir porque querían descansar. Cuando quería salir con el bicho al campo, no podía porque estaba hermanado con los otros, asi que un día le pedí que me diese una clase en el campo para aprender a controlarlo y manejarlo porque las veces que intentaba salir montada el caballo se volvía un histérico y no podía con él, era un peligro para mí, para él y para los senderistas (que en verano había muchísimos). Se limitaba a decir que el caballo no tenía ningún problema y que me tomaba el pelo como quería, que me tenía que hacer respetar.
Finalmente llegó el covid, tuve que cerrar mi tienda porque no iba bien. Sobra decir que no vi al caballo en todo el confinamiento mas que un día que tuve que llevar un antibiótico porque el caballo se clavó un clavo en la ranilla. El rato que lo vi fue el justo de llegar, poner el medicamento e irme porque no me dejaron quedarme más con la excusa de que tenían a su suegra en casa que era persona de riesgo.
Pasado el confinamiento, no recuerdo por qué tampoco pude ir a verlo. Hasta que un día me dijeron que el agricultor y ganadero que les vendía el heno ya no tenía vacas y que iba a vender todo el heno a un ganadero de Lérida, que si queríamos teníamos que comprar para todo el año, y que en vez de 250 cada 3/4 meses esta vez tenía que pagarles 900€ , que era mi parte, para todo el año. Esto me lo dijeron un martes y tenia que pagarles a más tardar el viernes de esa misma semana. Yo por haber sido autónoma en ese momento no tenía ayudas ni ingresos. Apenas empezaba a trabajar en un super a media jornada y viviendo sola... poco a poco hubiese podido ahorrar los 250€ habituales, pero no había manera de que pudiese conseguir 900€ en 4 días.
Así que después de pensarlo mucho, al día siguiente y con todo el dolor de mi corazón les dije que se quedasen el caballo, que total, como lo tenia pupilado y no podía pagar lo que me pedían pues, que ya no podía seguir teniéndolo. Evidentemente se enfadaron conmigo, y cuando les dije de ir a buscar mis cosas y despedirme de él, curiosamente tenían que venir a la ciudad donde vivo y podían traerme mis cosas y llevarse los papeles del caballo. que no me preocupase, que no tenía que despedirme que podría ir cuando quisiera a verlo.
Sobra decir que se corto todo contacto el mismo día que me trajeron mis cosas y se llevaron los papeles. Nunca pude despedirme de él.
Todo esto es lo relacionado únicamente con el tema del caballo, luego con los perros también me la jugaron frente a conocidos míos que dejaron de hablarme por su culpa y sus mentiras, porque supe lo que iban diciendo de mí y eran todo mentiras. Y como dije al principio... seguro me estoy dejando cosas en el tinero...
Después de todo esto se me quitaron las ganas del mundo del caballo durante varios años, por luto y por desgana, pero bueno. A ver si con un poco de suerte puedo volver poco a poco. Sorry por el tochazo.