Tratamiento
Cada forma de infección o de colonización tiene su propio tratamiento y los productos adecuados. El tratamiento de las infecciones de la ranilla tiene la particularidad de que un tratamiento siempre es adecuado para determinada infección y para las inferiores, pero un tratamiento para un problema inferior puede ser contraproducente para una infección superior. Así, los productos empleados para una infección profunda, servirán para tratar a una infección superficial y a una colonización, pero a su vez, los productos que se emplean para tratar una colonización, pueden ser contraproducentes para tratar una infección superficial o profunda.Los productos y tratamientos empleados en las putrefacciones de ranilla son utilizados por sus propiedades antisépticas, cáusticas y antibióticas. Dado que las infecciones pueden presentarse combinadas entre si, a menudo se emplean combinados entre si los tratamientos, pero siempre valorando que lo que es bueno para una cosa no interfiera la acción de otra.
Los productos antisépticos mantienen a raya la población de agentes microbianos. Se utilizan de manera preventiva y sobre cascos relativamente sanos y que no presentan evidencia de infestación grave. De entre ellos podemos citar:
-Agua oxigenada. Limpia y extrae la suciedad de los surcos de las ranillas y tiene acción bactericida contra anaerobios.
.Alquitrán de Noruega. En desuso como antiséptico, aunque mantiene su utilización como desecante natural del casco,.Solamente debe emplearse sobre materia cornea sana y previamente desinfectada con agua oxigenada. A su relativamente pequeño poder antiséptico opone que forma una capa o costra capaz de albergar bajo si una infección anaerobia.
-Antisépticos suaves como las soluciones de clorhexidina y otros colutorios bucales y desinfectantes de ropa de niño(Hibitane)
Los productos cáusticos actúan por corrosión, matando bacterias y hongos. De entre los mas conocidos destacamos el sulfato de cobre, presente en casi todas las formulas magistrales usadas desde antiguo contra la putrefacción de ranillas. Algunos como las sales de yodo y del formol son bastante utilizados. Otros productos cáusticos son meramente exóticos, como la lejia, zotal, ácidos y álcalis diversos, que generalmente traen mas inconvenientes que bondades.
El iodo entra en la composición de varios preparados antisépticos, de entre ellos y mas famoso es el betadine. El formol es el producto base de otros preparados utilizados contra la putrefacción de ranillas. El Plusfoot es formol al 8%. Trush Buster Mustad es formol al 17%. Higienizador de ranillas FarrierGabino es formol al 70 %.
Los productos a base de formol y de yodo tienen la particularidad de que coagulan las proteínas de la materia cornea, desecándola y endureciendola. La materia cornea endurecida muestra mas resistencia al ataque de hongos y bacterias, pero a su vez forma una especie de costra protectora para las bacterias que en una infección superficial o profunda pudieran quedar por debajo del campo de acción del principio activo. Así, jamas se debe de aplicar ningún cáustico en general ni productos basados en formol y yodo cuando hay sospecha de infección mas profunda. Los cáusticos pueden causar irritaciones en el fondo de las lagunas de la ranilla y desencadenar un cuadro de dermitis proliferante.
Los antibióticos matan a las bacterias por diversos mecanismos. Son el único elemento capaz de eliminar una infección microbiana en la ranilla. Algunos antibióticos son de acción generalizada y otros son mas específicos contra ciertos tipos de bacterias. Los antibióticos mas utilizados en la putrefacción de la ranilla son:
-Sugardine. Es la mezcla de Betadine (povidona yodada) con azúcar de mesa. El poder bactericida del azúcar es conocido de antaño, pero en los últimos tiempos se la ha reconocido su gran valor en las afecciones del pie en especial, por su poder bactericida y cornificante. Se aplica al casco generalmente en empuchadas, colocando gasas empapadas en la mezcla de Betadine con azúcar y sujetándolas con un vendaje.
-Penicilinas y sulfamidas. Son utilizadas en las infecciones que se producen en el surco central de la ranilla. Estas infecciones son originadas por bacterias oportunistas que colonizan el exudado de los bulbos de los talones y producen un pus blanquecino o amarillento. Se suelen utilizar las jeringas precargadas de aplicación intramamaria en vacas. Estas jeringas vienen con una especie de aguja de plástico que se introduce por el pezón de la vaca. Así es muy fácil introducirlo en la hendidura de la ranilla y aplicar el producto.
-Metronidazol. Es un antibiótico especifico contra bacterias anaeróbicas. Se elimina con dificultad, lo que facilita la duración del producto en el cuerpo y que llegue a todos los rincones. Se aplica en polvo localmente, diluido en suero o en inyecciones prescritas por el veterinario. En general, cada vez que utilizamos antibióticos en el casco, se debe de seguir la pauta recomendada por el veterinario.
-Peroxido de benzoilo. Es un antibiótico especifico y que entra en la composición de muchas de las cremas contra el acné. En conjunción con el metronidazol es el tratamiento mas eficaz que se conoce contra el cáncer de ranilla o canker,y que no es otra cosa que una infección muy profunda de la ranilla que se desarrolla hipertrofiando las papilas que forman la misma.Se aplica en polvo o diluido en acetona.
En los últimos años, se han desarrollado estudios que contemplan la putrefacción de ranillas como una infección mas o menos complicada. La mayoría de los autores consideran que la aplicación de cáusticos ofrece pobres resultados, cuando no agravan el cuadro al producir el efecto tampón. Al igual que las heridas ya no se tratan con cáusticos como el alcohol, sino que se persiguen los mismos efectos antisépticos sin destruir las células encargadas de la cicatrización, la putrefacción de ranillas se contempla como una infección mas, del mismo modo que si se infecta un corte en otra parte del cuerpo. Los consejos de los profesionales cualificados, veterinarios y herradores, van en la línea de tratar las putrefacciones de ranilla con limpieza y antibióticos. Los consejos de los aficionados, aunque sean bienintencionados, suelen ir por la línea de "Échale aceite quemado de motor, que toda la vida se le ha echado"