Lo primero agradecer la Info que, desde la sobra, he ido obteniendo de este foro, de cada uno de vosotros.
Llevo montando año y medio, y lo he cogido con bastante fuerza, casi siempre con pupilajes compartidos, que, pensaba era la mejor opción, el problema es que de tanto cambio de caballo y tanto tentar a la suerte uno me acabó tirando, y le he cogido un pelín de respeto.
Actualmente llevo casi 2 meses montando un caballo que me encanta de 9 años, el dueño de la hípica me lo ha “vendido” desde el principio, por un módico precio y estaba bastante decidido a comprar, el caballo en pista va muy bien y en campo (había salido solo o con otro caballo) también, al ver otros caballos se lanzaba un poco pero casi siempre lo había controlado.
El problema vino el pasado fin de semana, salí al campo (sin darle cuerda) a hacer una ruta larga con muchos caballos, unos enteros, otros capados, yeguas, jóvenes, de todo y el caballo me dio el día. Todo el rato queriendo salir a galope y cada vez que uno de los otros se lanzaba era prácticamente imposible pararle galope tendido hasta que el caballo quería la mayoría de las veces, las pasé canutas hasta que cogí una cuesta enorme y lo galopé sin descanso, el caballo por fin se cansó y la vuelta fue buena.
Eso sí, no hace un mal gesto, no rehúye ningún camino, no se queja de nada, no se levanta, no se bota.
Ahora me asalta la duda, el caballo lo sigo pupilando a prueba pero, no será demasiado para mí? Si bien pasé un rato malo, estoy deseando volverlo a sacar, quizá me obcequé un poco al no dejarle darse algún galope al principio, quizá debí darle cuerda, quizá el bocado portugués es flojo o quizá me viene grande. No sé es una sensación rara, algún consejo?.
Llevo montando año y medio, y lo he cogido con bastante fuerza, casi siempre con pupilajes compartidos, que, pensaba era la mejor opción, el problema es que de tanto cambio de caballo y tanto tentar a la suerte uno me acabó tirando, y le he cogido un pelín de respeto.
Actualmente llevo casi 2 meses montando un caballo que me encanta de 9 años, el dueño de la hípica me lo ha “vendido” desde el principio, por un módico precio y estaba bastante decidido a comprar, el caballo en pista va muy bien y en campo (había salido solo o con otro caballo) también, al ver otros caballos se lanzaba un poco pero casi siempre lo había controlado.
El problema vino el pasado fin de semana, salí al campo (sin darle cuerda) a hacer una ruta larga con muchos caballos, unos enteros, otros capados, yeguas, jóvenes, de todo y el caballo me dio el día. Todo el rato queriendo salir a galope y cada vez que uno de los otros se lanzaba era prácticamente imposible pararle galope tendido hasta que el caballo quería la mayoría de las veces, las pasé canutas hasta que cogí una cuesta enorme y lo galopé sin descanso, el caballo por fin se cansó y la vuelta fue buena.
Eso sí, no hace un mal gesto, no rehúye ningún camino, no se queja de nada, no se levanta, no se bota.
Ahora me asalta la duda, el caballo lo sigo pupilando a prueba pero, no será demasiado para mí? Si bien pasé un rato malo, estoy deseando volverlo a sacar, quizá me obcequé un poco al no dejarle darse algún galope al principio, quizá debí darle cuerda, quizá el bocado portugués es flojo o quizá me viene grande. No sé es una sensación rara, algún consejo?.