Hola Judit! Me siento muy identificada contigo porque a mi me pasa lo mismo con mi yegua. Tengo 42 años y mi familia ha tenido caballos los últimos 20 años. Yo montaba un poquito al primero que tuvimos, Apolo, pero cuando falleció dejé de montar y empecé a tener un miedo irracional a los caballos. No se porque, porque nunca tuve una mala experiencia con ninguno. En estos años mi familia tuvo dos caballos más, Jerez y Gitana, la última sigue con nosotros y es a la que más miedo he tenido siempre. No se si es porque todo el mundo me decía que tenía un carácter complicado, que de vaga que es siempre quiere tirarte, que en el campo como diga que no pasa por un sitio, te la lía... en fin, supongo que me condicionó. La cosa es que empecé un curso de ayudante técnico veterinario, con la idea de trabajar con pequeños animales que son con los que siempre me he sentido completamente confiada a pesar de tener mordiscos de perros y lesiones de gatos en casi todo el cuerpo, pero un día fuimos de visita a unas instalaciones con burros y luego a un hospital veterinario que trabaja con caballos, y me cambió el chip por completo. Cogí mis prácticas en el hospital, se me quitó el miedo a los caballos gracias a entenderlos un poquito, cosa que antes, no tenía ni idea de por qué hacen esto o lo otro. Me animé a montar, pero fijate que no a mi yegua, me fuí a una ruta y el caballo se me fue a galope tendido por el campo. Pase miedo los primeros momentos, pero bueno, luego lo disfruté y me agarre bien para no caerme. Luego empecé a sacar a mi yegua, primero a la mano, a que me fuera conociendo ella a mi y yo a ella, luego la he montado en pista y ha sido genial. Ya no pienso que me va a matar en cuanto me suba encima, y creo que ella lo nota, va tranquila y relajada. Me queda saber montar bien, pero lo más importante, perder ese miedo irracional, lo he superado. Me queda mucho por aprender, arriba y abajo de un caballo, porque creo que tan importante es un momento como otro. No se, a mi me sirvió conocer otros caballos, estar en otro ambiente distinto para escuchar otras opiniones sobre por qué un caballo hace determinadas cosas, y sobre todo confiar en ellos y en mi misma, sobre todo lo último. Mucha suerte y ánimo!