No sabía si poner esto en el post de equitación en pareja...pero me complace contaros, que este fin de semana hemos dado una vuelta de tuerca en lo que se refiere a atrapar un poquito más a mi pareja en lo de montar a caballo.
Hicimos una ruta el sábado a comer al restaurante Estacio de Queixans, que nos queda a 12 km de casa ida, y otros 12 de vuelta. Tengo que agradecerles que nos dejarán poner los caballos en una pequeña terraza, a nuestro lado donde pudieron descansar y comer.. la verdad es que la gente siempre nos acoje muy bien los caballos cuando vamos a algún sitio a tomar algo. La ruta es bastante plana, y combina caminos, y también algo de asfalto porque tenemos que cruzar varios pueblos, pero con muchas zonas donde poder darles caña a los caballos.
Y bueno, pues nos pegamos unas trotadas y unas galopadas de espanto. Imaginad como pueden llegar a picarse estos caballos y lo que llegan a correr con lo grandes que son. (Aunque siempre le digo que retenga más al caballo, que lo deja correr demasiado) Pues mi pareja me adelantó dos veces, cogido a su pomo de la silla western con una cara de velocidad que me meaba de la risa. ( Que va no pasa nada, yo le dejo correr porque le gusta, y además me hace caso cuando le pido parar, )
El todavía no sabe sacar el galope, ( tampoco se le he tratado de enseñar, prefiero que se centre en la posición y en el movimiento del caballo) deja que Flash corra al trote hasta que lanza el galope, y cuando lo hace pues imaginad la velocidad que lleva. Además ya está montando con Hackamore, porque lleva mejor la cabeza y no cabecea tanto. Antes no se atrevía.
Así que en un prado nos pegamos unas galopadas y le trate de enseñar un poco a que no se le levante tanto el culo de la silla, yo galope sin manos de nuevo para que se fijará sobre todo en el asiento y el acompañamiento.
En la última galopada llegando a casa, me gire hacia atrás para verlo, y fiunnnnn, me adelanta por la izquierda a todo galope, y además sin ganas de parar, y con una cara de ir flipandoselo, jajaja.
La verdad es que es curioso, lo feliz que veo a Flash cuando lo monta mi marido, y lamdiferencia de actitud al salir, no se si ellos llegan a tener ese sentimiento de carencia de tiempo, porque lo monta muy poco, pero se le nota el cambio hasta días después.
Cuando paramos, me dijo, eureka, es la primera vez que por fin he sentido que iba acompasado con el caballo mientras galopaba. Ha sido una pasada, cómo mola....
Galopar a tendido con un caballo, y más en un entorno como este, te provoca unas sensaciones tan especiales, que a mí no me las da ni el esquí, ni la moto, ni la bici. Ya me contarás....
.
El enganche está cerca, jjjj
Hicimos una ruta el sábado a comer al restaurante Estacio de Queixans, que nos queda a 12 km de casa ida, y otros 12 de vuelta. Tengo que agradecerles que nos dejarán poner los caballos en una pequeña terraza, a nuestro lado donde pudieron descansar y comer.. la verdad es que la gente siempre nos acoje muy bien los caballos cuando vamos a algún sitio a tomar algo. La ruta es bastante plana, y combina caminos, y también algo de asfalto porque tenemos que cruzar varios pueblos, pero con muchas zonas donde poder darles caña a los caballos.
Y bueno, pues nos pegamos unas trotadas y unas galopadas de espanto. Imaginad como pueden llegar a picarse estos caballos y lo que llegan a correr con lo grandes que son. (Aunque siempre le digo que retenga más al caballo, que lo deja correr demasiado) Pues mi pareja me adelantó dos veces, cogido a su pomo de la silla western con una cara de velocidad que me meaba de la risa. ( Que va no pasa nada, yo le dejo correr porque le gusta, y además me hace caso cuando le pido parar, )
El todavía no sabe sacar el galope, ( tampoco se le he tratado de enseñar, prefiero que se centre en la posición y en el movimiento del caballo) deja que Flash corra al trote hasta que lanza el galope, y cuando lo hace pues imaginad la velocidad que lleva. Además ya está montando con Hackamore, porque lleva mejor la cabeza y no cabecea tanto. Antes no se atrevía.
Así que en un prado nos pegamos unas galopadas y le trate de enseñar un poco a que no se le levante tanto el culo de la silla, yo galope sin manos de nuevo para que se fijará sobre todo en el asiento y el acompañamiento.
En la última galopada llegando a casa, me gire hacia atrás para verlo, y fiunnnnn, me adelanta por la izquierda a todo galope, y además sin ganas de parar, y con una cara de ir flipandoselo, jajaja.
La verdad es que es curioso, lo feliz que veo a Flash cuando lo monta mi marido, y lamdiferencia de actitud al salir, no se si ellos llegan a tener ese sentimiento de carencia de tiempo, porque lo monta muy poco, pero se le nota el cambio hasta días después.
Cuando paramos, me dijo, eureka, es la primera vez que por fin he sentido que iba acompasado con el caballo mientras galopaba. Ha sido una pasada, cómo mola....
Galopar a tendido con un caballo, y más en un entorno como este, te provoca unas sensaciones tan especiales, que a mí no me las da ni el esquí, ni la moto, ni la bici. Ya me contarás....
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El enganche está cerca, jjjj