En pocas palabras; cuando hablamos de alimentación, hablamos de lo que nosotros le damos a nuestros caballos y cuando hablamos de nutrición implica lo que el organismo del caballo necesita para mantenerse vivo y realizar las actividades a las que está destinado.
Como vemos son dos cosas bien diferentes, pero dependen una de la otra para que la salud de un caballo perdure en el tiempo. Esto significa que el organismo tiene sus necesidades (nutrición) y si no las cubrimos (alimentación) no tendremos un caballo saludable.
Teniendo claro esto daremos algunas recomendaciones que no deberán tomarse como regla sino como una guía que podrá o no adecuarse a la realidad de cada animal y que en su mayoría se aplican solo en confinamiento o estabulación, sea permanente o temporal:
1.- El caballo es un ser herbívoro, lo que implica que su dieta debe basarse en materia vegetal (sea pasto fresco o henificado). Esto se conoce como dieta basal.
2.- Los requerimientos nutricionales variaran según temperamento, estado fisiológico, edad, mantenimiento y actividad atlética.
3.- El alimento concentrado (pellets), la alfalfa deshidratada, la avena, el afrecho y otros comúnmente usados en la alimentación equina deben considerarse complementos y nunca sustitutos de la dieta basal.
4.- Los minerales y vitaminas que suministremos deberán igualmente considerarse como suplementos.
5.- La alimentación del caballo debe ser una RUTINA. Eso quiere decir que las cantidades de la dieta y las horas en que se suministra deberán respetarse, considerando que nuestro ejemplar no conoce de fallas en la distribución de piensos, días festivos, emergencias personales y otros. Todo eso implica una gran responsabilidad y si bien pueden hacerse cambios, estos deberán hacerse de la forma más gradual posible.
6.- El suministro de pasto no debería regularse, si bien es verdad que muchos animales adecuan su consumo a un 3% de su peso en materia seca o aproximadamente un 10% si el pasto es fresco (en 24 horas), también es verdad que el Equino acostumbra a comer todo el tiempo porque la producción de jugo gástrico por parte del estómago no cesa, independientemente de que exista o no alimento en el. Claro está que si está en entrenamiento existen ciertas restricciones que deben considerarse.
7.- Como regla general al pasto debería representar del 70 al 80% de la dieta del ejemplar variando dentro de este rango según la calidad del pasto que se esté suministrando.
8.- La tendencia antinatural de colocar el pasto por arriba del pecho del caballo es; según algunos autores, un mal necesario ya que las perdidas son menores y la pastura sea fresca o henificada se mantiene libre de contaminación por parte del animal que la consume.
9.- La necesidad de suplementar a la dieta basal se debe a que no existe la pastura que cubra con todos los requerimientos de un animal atleta bajo condiciones de confinamiento.
10.- Los alimentos concentrados (pellets) de marcas reconocidas y certificadas garantizan buena parte de estos requerimientos. De su buen uso dependerá en buena parte la salud de nuestro ejemplar. Por ejemplo, debemos considerar que si tenemos una cantidad diaria a suministrar procurar darla en el mayor número de raciones posibles. Lo más común es darla en dos raciones pero particularmente recomiendo al menos 3 con intervalos de 6 horas entre estas. Si existe la facilidad de suministrarla en 5 o 6 raciones, mejor aún.
11.- La cantidad diaria dependerá de la calidad de este. Siempre será mejor poca cantidad y de buena calidad que lo contrario. Los animales nerviosos deben consumir aproximadamente 15% más ya que su gasto energético es mayor. De igual forma desde el mantenimiento, entrenamiento hasta la competencia se debe considerar ir subiendo la ración. Una yegua gestante posee requerimientos adicionales que se incrementan aún más cuando están en lactancia.
12.- Los alimentos en forma de polvo no deben suministrarse a equinos por varias razones; a saber: provocan irritación de vías aéreas superiores ya que los caballos respiran y resoplan mientras comen, promueven la formación de una película densa en la pared estomacal predisponiendo al desarrollo de úlceras y cólicos y se aumentan las posibilidades de contaminación y adulteración entre otras.
13.- El agua de bebida NUNCA debe faltar, más aun cuando se suministra alimento concentrado. Una mala creencia es dar alimento y luego el agua con la idea de evitar un cólico. En particular pienso que el cólico no se ha presentado aún teniendo este tipo de manejo. Dicha agua debe estar limpia y fresca ya que muchos animales juegan con ella y la ensucian dejando residuos que se descomponen rápidamente dando mala apariencia y olor desagradable haciendo que el caballo no tome.
14.- La mayoría de las vitaminas y minerales se encuentran distribuidas en el pasto suministrado y el suplemento concentrado; sin embargo, nunca está de más garantizar estos aditivos. Por ejemplo, los minerales pueden suministrarse en polvo junto al alimento o a voluntad en bloques (no de sal) para lamer. Como regla general, un animal no carente de minerales consumirá aproximadamente 50 gr. de minerales diarios. Eso es 1,5 Kg. al mes. Las vitaminas pueden suplementarse con preparados comerciales (particularmente considero que es la mejor forma) o con “golosinas”. Estas últimas son las manzanas, remolacha, zanahoria, etc. Pero siempre teniendo en cuenta que estas representan un porcentaje mínimo en la ración diaria del caballo y nunca deben considerarse para reemplazar la dieta basal y menos a un buen alimento concentrado.
15.- Existen otros suplementos como la alfalfa deshidratada (cubos), la avena (machacada) el afrecho y la cebada. Hay que tener mucho cuidado con estos productos ya que si bien son una fuente rica en carbohidratos (energía) también son altamente fermentables y su mal uso puede predisponer a la presentación de trastornos gastrointestinales. Tal vez la alfalfa y la avena son dos de los productos más usados en la dieta de caballos y con mucho éxito en la suplementación energético - proteica. Su uso puede reducir los costos en la alimentación siempre y cuando se adquiera con facilidad. Por ejemplo, en Venezuela solo a algunos animales se les puede dar este lujo ya que por ser clima tropical la mayoría de ellos son importados y costosos. Particularmente no usaría ni el afrecho ni la cebada. El primero porque en esta zona los pastos son más fibrosos (para que suplementar lo que abunda) y el segundo por ser un subproducto de cervecería que ya viene fermentado (VENENO PARA CABALLOS).
Sin embargo, si su uso se limita a ciertas actividades atléticas y estados fisiológicos podríamos incorporarlas en un tópico anexo para no hacer tan extenso el tema. Finalmente debo recalcar que esto sería como una guía que debe considerarse como un abrebocas a la discusión. Aun cuando parezca extenso, esto sería solo la introducción de un tema extremadamente extenso y complejo que nos dice: “….con la comida no se juega.”
Espero que esta información, amén de ser general pueda servirles de algo. Muchos Saludos, M.V. Lucas Rusz.
Como vemos son dos cosas bien diferentes, pero dependen una de la otra para que la salud de un caballo perdure en el tiempo. Esto significa que el organismo tiene sus necesidades (nutrición) y si no las cubrimos (alimentación) no tendremos un caballo saludable.
Teniendo claro esto daremos algunas recomendaciones que no deberán tomarse como regla sino como una guía que podrá o no adecuarse a la realidad de cada animal y que en su mayoría se aplican solo en confinamiento o estabulación, sea permanente o temporal:
1.- El caballo es un ser herbívoro, lo que implica que su dieta debe basarse en materia vegetal (sea pasto fresco o henificado). Esto se conoce como dieta basal.
2.- Los requerimientos nutricionales variaran según temperamento, estado fisiológico, edad, mantenimiento y actividad atlética.
3.- El alimento concentrado (pellets), la alfalfa deshidratada, la avena, el afrecho y otros comúnmente usados en la alimentación equina deben considerarse complementos y nunca sustitutos de la dieta basal.
4.- Los minerales y vitaminas que suministremos deberán igualmente considerarse como suplementos.
5.- La alimentación del caballo debe ser una RUTINA. Eso quiere decir que las cantidades de la dieta y las horas en que se suministra deberán respetarse, considerando que nuestro ejemplar no conoce de fallas en la distribución de piensos, días festivos, emergencias personales y otros. Todo eso implica una gran responsabilidad y si bien pueden hacerse cambios, estos deberán hacerse de la forma más gradual posible.
6.- El suministro de pasto no debería regularse, si bien es verdad que muchos animales adecuan su consumo a un 3% de su peso en materia seca o aproximadamente un 10% si el pasto es fresco (en 24 horas), también es verdad que el Equino acostumbra a comer todo el tiempo porque la producción de jugo gástrico por parte del estómago no cesa, independientemente de que exista o no alimento en el. Claro está que si está en entrenamiento existen ciertas restricciones que deben considerarse.
7.- Como regla general al pasto debería representar del 70 al 80% de la dieta del ejemplar variando dentro de este rango según la calidad del pasto que se esté suministrando.
8.- La tendencia antinatural de colocar el pasto por arriba del pecho del caballo es; según algunos autores, un mal necesario ya que las perdidas son menores y la pastura sea fresca o henificada se mantiene libre de contaminación por parte del animal que la consume.
9.- La necesidad de suplementar a la dieta basal se debe a que no existe la pastura que cubra con todos los requerimientos de un animal atleta bajo condiciones de confinamiento.
10.- Los alimentos concentrados (pellets) de marcas reconocidas y certificadas garantizan buena parte de estos requerimientos. De su buen uso dependerá en buena parte la salud de nuestro ejemplar. Por ejemplo, debemos considerar que si tenemos una cantidad diaria a suministrar procurar darla en el mayor número de raciones posibles. Lo más común es darla en dos raciones pero particularmente recomiendo al menos 3 con intervalos de 6 horas entre estas. Si existe la facilidad de suministrarla en 5 o 6 raciones, mejor aún.
11.- La cantidad diaria dependerá de la calidad de este. Siempre será mejor poca cantidad y de buena calidad que lo contrario. Los animales nerviosos deben consumir aproximadamente 15% más ya que su gasto energético es mayor. De igual forma desde el mantenimiento, entrenamiento hasta la competencia se debe considerar ir subiendo la ración. Una yegua gestante posee requerimientos adicionales que se incrementan aún más cuando están en lactancia.
12.- Los alimentos en forma de polvo no deben suministrarse a equinos por varias razones; a saber: provocan irritación de vías aéreas superiores ya que los caballos respiran y resoplan mientras comen, promueven la formación de una película densa en la pared estomacal predisponiendo al desarrollo de úlceras y cólicos y se aumentan las posibilidades de contaminación y adulteración entre otras.
13.- El agua de bebida NUNCA debe faltar, más aun cuando se suministra alimento concentrado. Una mala creencia es dar alimento y luego el agua con la idea de evitar un cólico. En particular pienso que el cólico no se ha presentado aún teniendo este tipo de manejo. Dicha agua debe estar limpia y fresca ya que muchos animales juegan con ella y la ensucian dejando residuos que se descomponen rápidamente dando mala apariencia y olor desagradable haciendo que el caballo no tome.
14.- La mayoría de las vitaminas y minerales se encuentran distribuidas en el pasto suministrado y el suplemento concentrado; sin embargo, nunca está de más garantizar estos aditivos. Por ejemplo, los minerales pueden suministrarse en polvo junto al alimento o a voluntad en bloques (no de sal) para lamer. Como regla general, un animal no carente de minerales consumirá aproximadamente 50 gr. de minerales diarios. Eso es 1,5 Kg. al mes. Las vitaminas pueden suplementarse con preparados comerciales (particularmente considero que es la mejor forma) o con “golosinas”. Estas últimas son las manzanas, remolacha, zanahoria, etc. Pero siempre teniendo en cuenta que estas representan un porcentaje mínimo en la ración diaria del caballo y nunca deben considerarse para reemplazar la dieta basal y menos a un buen alimento concentrado.
15.- Existen otros suplementos como la alfalfa deshidratada (cubos), la avena (machacada) el afrecho y la cebada. Hay que tener mucho cuidado con estos productos ya que si bien son una fuente rica en carbohidratos (energía) también son altamente fermentables y su mal uso puede predisponer a la presentación de trastornos gastrointestinales. Tal vez la alfalfa y la avena son dos de los productos más usados en la dieta de caballos y con mucho éxito en la suplementación energético - proteica. Su uso puede reducir los costos en la alimentación siempre y cuando se adquiera con facilidad. Por ejemplo, en Venezuela solo a algunos animales se les puede dar este lujo ya que por ser clima tropical la mayoría de ellos son importados y costosos. Particularmente no usaría ni el afrecho ni la cebada. El primero porque en esta zona los pastos son más fibrosos (para que suplementar lo que abunda) y el segundo por ser un subproducto de cervecería que ya viene fermentado (VENENO PARA CABALLOS).
Sin embargo, si su uso se limita a ciertas actividades atléticas y estados fisiológicos podríamos incorporarlas en un tópico anexo para no hacer tan extenso el tema. Finalmente debo recalcar que esto sería como una guía que debe considerarse como un abrebocas a la discusión. Aun cuando parezca extenso, esto sería solo la introducción de un tema extremadamente extenso y complejo que nos dice: “….con la comida no se juega.”
Espero que esta información, amén de ser general pueda servirles de algo. Muchos Saludos, M.V. Lucas Rusz.