Buf, recuerdo una clase hace ya algunos añitos para coger equilibrio... ¡Muy divertida, pero dura! Luego unas agujetas impresionantes. Eso sí, útil a más no poder! Después de haber calentado nosotros y los caballos hicimos media clase sin estribos, y después nos los volvimos a poner... ¡Cortos cortos! Vamos, que un poco más y como en las carreras. De hecho no llegábamos a poder juntar las rodillas por encima de la silla por poco. Y hale, ¡tira a trotar a la inglesa así! Y luego a galopar. Os aseguro que después caes en la silla con los estribos a tu largura que parece que lo has estado haciendo toda la vida.