caballo MUY manso se vuelve arisco y nervioso en 2 meses de campo

axel

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23 Junio 2022
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Describo el animal y el problema más: Un caballo de 6 años, con 2/3 años de ser domado racionalmente y MUY manso, es soltado a campo durante 2 meses junto a otros caballos. Parecería estar mal capado porque tiene actitudes de padrillo (aparte a los caballos que se acercan a las yeguas). Fuera de eso, un animal muy manso y sin miedo. Tranquilo aunque dispuesto para el movimiento.
Luego de estos dos meses cuesta mucho agarrarlo, no se deja poner el bozal fácilmente y mucho menos la cabezada. Un animal que se lo montaba en pelo y sin frenos, ahora amaga a corcovear cuando se lo monta. Nervioso, asustadizo.
De estar a punto de ponerle un bocado más blando a su boca, ahora hay que tenerlo con freno. Parece que se olvidó hasta de doblar con las riendas.
Es desconcertante que haya cambiado la actitud tan de golpe y sin haber teñido problemas con las personas.
 
Hola,debe estar cabreado de volver a la rutina anterior con lo bien que estaba en el campo y en compañia.Paciencia y a empezar de nuevo.
 
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Lo pensé por un momento pero lo noté demasiado nervioso, atento a todos los ruidos.. de agachar y girar la cabeza para permitir que le ponga bocado y cabezada a levantar la cabeza lo más alto posible para evitar un simple bozal. Me han sugerido que puede ser porque esta mejor de físico.
 
¿Ha podido ocurrir algo en ese campo que le haya asustado? si está tan en tensión yo pensaría que ha habido algo que lo ha asustado lo suficiente como para estar en alerta permanente.
 
Estar dos meses en el campo sin contacto ni trabajo con humanos los asalvaja. Al mío le pasa en solo dos semanas sin trabajarlo. Levantarte la cara es defenderse, no quiere que le montes. Trabajalo a la cuerda y piensa tierra tan a diario como puedas, que vuelva arespetarte y a reconocerte. Una semana y pruebas, dos, lo que le haga falta.byoncreonque será eso.
 
Lo de apartar a los otros caballos de las yeguas, es porque probablemente antes de ser castrado cubrió alguna yegua. Las reacciones que tiene ahora muy probablemente sean una suma de todo: exceso de energía por falta de trabajo, desacostumbrado al trabajo, y sobretodo la edad: con seis años es un adolescente!
 
Es muy normal que un caballo tras tiempo sin ser montado se presente lo que llamamos muy fuerte: con mucha energía, protestón y mirándolo todo. Por eso lo que se suele hacer es darles cuerda una semanita o así antes de montarse encima otra vez, para que vaya entrando en rutina y se desfogue.
 
Les cuento que ya lo monté 3 veces y va aflojando. Es cuestión de tiempo para que deje los nervios de lado. Por suerte sigue siendo muy blando de boca por lo que en cualquier momento bajo del pelham a filete, o quizás use el pelham pero con la rienda colocada en la mitad del bocado en lugar de en las patas. Lo que no logro aún es que se deje poner la cabezada sin oponer resistencia y, sobre todo, cuesta mucho que se deje agarrar. En algunas semanas les comento a ver si logre solucionar todo o si hay alguna maña que no le puedo sacar. Aclaro que no soy de a caballo por lo que inventando sobre la marcha.
 
A la yegua que yo monto de clases, al principio era complicado ponerle la cabezada, y eso que es una yegua de clases y se supone que son los más obedientes, que se dejan hacer todo y eso, pero no, ella ya es un poco más avanzada, por lo tanto es más complicada. Al principio casi no podía ponerle la cabezada, ella subía la cabeza y como yo soy baja pues no podía cogerla hasta que no venia mi entrenadora. Ahora que llevo más tiempo le he cogido el truco, lo que yo hago es: agarro la parte alta de la cabezada con la mano derecha y la cabeza de la yegua desde la parte derecha y con la mano izquierda le pongo el hierro, y cuando ya tengo el hierro metido en la boca cojo con la mano izquierda una parte de la cabezada que sujetaba con la derecha y la subo directamente. Así explicado no se entiende muy bien y tampoco es que me haya explicado muy allá. No se si lo que te pasa es que te sube la cara o que.
 
No entiendo bien lo que es la doma racional... Después de dos meses en el campo lo de montarse directamente no es viable para muchos caballos. Y para algunos que son dominantes, pues vuelven a serlo pasados dos meses en el campo con otros caballos, vuelven a sus hierarquías y a sus formas de hacer entre otros caballos. Si él es el que manda, pues lo hará contigo también. O por lo menos lo probará. Yo le trabajaría en libertad una serie de veces para establecer la relación entre vosotros, (algo tan simple como decirle que no puede darse la vuelta cuando le apetece puede hacer milagros en vuestra relación), unos días de cuerda para ver cómo está de flexibilidad y luego sí, me montaría pero no sin antes trabajarlo un poco suelto y a la cuerda.

Para que se deje agarrar le tendrás que separar de los otros en el mismo campo y pedirle atención constante. Una vez la tenga hacia ti, se irá contigo tranquilamente. Y es por ahí que empieza todo lo demás. Si un caballo no te atiende más que a los otros, yo ni le montaría.
 
¿Y zanahorias? Los míos para cogerlos también pueden ser un poco rollo a veces, sobre todo porque al jefe le encanta encender el cotarro y a la potra seguirle el rollo.
Les tengo que pillar desprevenidos.
 
La comida, así, dada para que se acerquen y se dejen agarrar les compra, vendrán, pero el día que no hay, no harán ni caso. Claro que depende del tamaño del campo, de las condiciones, el tiempo y los objetivos que tenemos. En un momento dado, unas zanahorias hacen milagros y más con caballos que tienen mucho miedo al ser humano. Pero no lo considero una solución a largo plazo ya que no hay una real comunicación, hay más soborno que otra cosa.

Cuando implica comida suelo hacer otra cosa. Cuando no se dejan agarrar porque se juntan en fiesta, suelo cerrarlos en un campo más pequeño, pongo heno (o zanahorias, lo que sea que les gusta), dejo que coman un poco y separo uno del grupo. Hasta que no me atiende del todo no le llevo a la comida y no le dejo que coma.

Luego hago lo mismo con el otro. Repito. Otros días hago lo mismo sin comida. Uno queda separado del otro conmigo en medio gestionando el espacio, cuando me atienden tranquilos y vienen, por separado o juntos, el problema generalmente está solucionado.

Tardo unas sesiones y a lo mejor dedico la sesión del día sólo a eso (siempre se pegan sus carreras al principio, algunos se botan, se ponen de manos cuando no les dejo acercarse, se enfadan, dan saltos, me amenazan y vuelven a pegarse unas carreras antes de empezar a atenderme de verdad así que mover, quedan movidos en esa sesión seguro, además de que les queda muy claro quién pone las normas cuando compartimos el espacio).

Así, desde fuera, puede parecer un trabajo innecesario, pero la verdad es que cuando dedico las sesiones necesarias al tema, nunca más tengo problemas. Si por algún motivo vuelven a pasar de mí, les pongo a trabajar ahí mismo y rápidamente entienden que la mejor solución es venir.

Es muy importante que cuando no se dejan agarrar, las sesiones de trabajo sean leves y dinámicas (sin dejar que se acumule energía a lo largo del proceso) para que vuelvan al campo con sensación de haber hecho bien su trabajo y con ganas de más. Si les agotamos cada vez que les vamos a buscar, terminaremos con caballos frustrados. (Bueno, buenas sesiones deberían ser siempre claro pero en este caso, especialmente leves, si hace falta, no trabajarlos y atarlos con la comida o con el heno alguna vez, o un buen cepillado de cabeza a cola con masaje incluido, un paseo de la mano o ir a comer hierba en el lugar de prepararlos y salir al campo.

Espero que esto ayude.
 
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Mi corral es relativamente pequeño, tiene el tamaño justo para que puedan galopar y pegarse sus 4 botes. He intentado lo de ponerles comida para tenerlos distraídos mientras voy a por uno de ellos, pero en mi caso no funciona. En dos segundos tengo al jefe de por medio apretándolos a todos para que galopen a toda velocidad y a la potra animando la fiesta con brincos. Intentar separarlos dentro del corral es imposible porque van en grupo. Puede ser muy frustrante.
Normalmente siempre termina entrando alguien más que no lleva una cabezada o, si tengo tiempo, empiezo a pasar de ellos y los pillo desprevenidos. La potra es más fácil, se pone en modo curiosa y en dos segundos me está haciendo cosquillas con el belfo.

Cuando todavía no tenía a la potra, el que no estaba jubilado me dio una rachita horrible. Así que los encerré a todos en el box menos a él y empecé a trabajar con él en libertad. En pocos minutos venía hacia mí y practicaba que trotase a mi lado si yo corría, que parase si yo paraba, que se diese una vuelta conmigo por la finca, todo sin cabezada y sin tocarlo... es una pasada lo que consigues de ellos cuando estableces esa "unión" de Monty. Pero en cuanto estaba en manada otra vez, ya no había manera.
Al jefe lo tenía tan adiestrado que si salía galopando solo tenía que chasquear la lengua para que parase en seco y viniese hacia mí, pero, de nuevo, siento que solo funciona de forma individual y trabajando de forma individual.
Tengo una foto con él haciendo elevadas en libertad, solo tenía que levantar la fusta y se ponía de manos. Se la ponía en el pecho y hacía paso español...

La suerte o la desgracia es que se suelen poner así solo cuando viene el veterinario o el herrador, justo cuando menos tiempo tengo para estar corriendo detrás de mis caballos.
 
La comida no es para distraerlos, es dejarlos comer de propósito y separar uno de ellos del grupo. Cuesta, pero es posible, hay que correr un poco y apurar reflejos, saber guardar los caballos a distancia y guardar margen para no llevarse una coz, al principio no les gustará nada, principalmente al jefe del grupo y si el que estamos separando es un poco inseguro tienden a entrar en pánico y hacer bobadas, correr desesperadamente, intentar pasar por encima,.... No aconsejo a hacerlo sin tralla y si no la respetan, poner un plástico atado.

Si el campo es relativamente pequeño tipo pista, pues se separa y se corta el camino al que se queda solo (prepárate para correr de un lado a otro). A veces quedan dos, a veces queda el que quieres separar. Si viene el jefe pues se le echa porque una vez en el campo quien manda eres tú y no él.

Una vez separado el caballo que es necesario, se le deja separado hasta que se relaje y los demás ya no se metan. Una vez se relajan todos es mucho más fácil que el que está separado te atienda como si estuviese sólo, puesto que la jerarquía cambió. El jefe ya no es el otro, eres tú. Cuando salgas del campo, volverá a ser el caballo y cada uno vuelve a su lugar.

Personalmente no me gusta jugar con los caballos para que hagan levadas ni nada de eso... Lo hice de pequeña con algún árabe que no me gustaba montar y alguna vez he jugado al escondite con algún caballo con el que competía, y pasaba muchas horas a su vera cuando estaba suelto en el campo pero no me tiran demasiado los trucos. Prefiero utilizar la relación y comunicación para el trabajo, para las disciplinas que más toco, para el día a día de lo que hago con ellos. No tengo necesidad de más, pero eso soy yo, los hay que trabajan sólo para eso y hacen un montón de cosas con un caballo o con varios. Cada uno con su disciplina supongo jeje. Lo esencial para mi es que la comunicación fluya para hacer lo que sea.

Lo que digo con los caballos sueltos, si el campo es muy muy grande y no es posible correr de un lado a otro para cortarles el paso (mejor acortar el campo), es tiempo perdido, pero en un campo justo, se puede hacer y funciona cuando bien hecho. Requiere su práctica, eso sí. No se trata de crear ningún vínculo especial ni místico, se trata de establecer la jerarquía cuando se entra.

De esta forma, cada vez que entres, sabrán quién es el nuevo jefe. En poco tiempo te costará poco ir a buscarlos ni tendrás que separarlos ni nada de nada, con un par de gestos ya los tendrás. ¡Pero ya te digo, requiere práctica! Suerte con ello si lo pruebas y con cuidado, que algunos se cabrean y tienden a querer pasarnos por encima si les dejamos.
 
Ese es el tema, que los dejo comer, y o puedo cazar directamente al que quiero, o se unen todos en grupo y empiezan a correr en estampida por que al líder le encanta hacer ver que a sus 26 años está en mejor forma que muchos caballos de 12. Entonces hago lo que puedo para separar al que sea, pero reconozco que con frecuencia tiene que entrar el herrador o el veterinario o mi pareja a ayudarme porque yo no sé cómo hacerlo sola con tantos animales (4) corriendo como locos a mi alrededor. También tengo mucho miedo a que se lesionen, sobre todo la potra, que es muy bruta porque es muy osada para todo, hasta para meterse donde no se debería meter y hacer lo que no debería hacer (genial cuando la monte porque me da que podré llevármela a todas partes a hacer de todo, pero, para lo demás, tengo que tener ojo).

Yo también era pequeña cuando le enseñé al jefe del grupo a hacer elevadas y paso español en libertad, lo hacía como diversión y porque, además, descubrí que solo tenía que chasquear la lengua y venía a mí sin tener que perseguirle media hora a la que no le apeteciese colaborar. Luego, de más mayor, deje de pedirle esas cosas porque lo veía mayor y en poca forma, por lo que chasquear la lengua es algo que ha ido dejando de funcionar con el tiempo. Igual debería volver a ello aunque solo sea para que venga cuando se lo pido.
Me gustaría poder trabajar con la potra en libertad cuando empiece con ella, creo que pedirle algunas cosas SIN cabezada ni nada que la retenga la hará encontrar su propio equilibrio. Me pasó con el tordo en su momento: pasó de ser todo cuello y lo demás sardina por el serretón, además de volcado, a muscular maravillosamente porque con el paso español trabajó toda su linea superior y aprendió a equilibrarse muy bien.

Te agradezco los consejos y trataré de ir separando y trabajando por separado SIN perder la paciencia. Menos mal que la potra es entrar, poner la cabezada y ya, que le encanta que le trasteen, porque es la que voy a tener que cazar casi cada día muy pronto.
 
Pues ha funcionado, @nikys.
En vez de centrarme en solo un caballo mientras ahuyentaba a los que se ponían en medio, solo me centré en ese caballo. La potra esta vez.
Cuando me quise dar cuenta tenía a la potra aislada y a los demás pasando tres pueblos al descubrir que la cosa no iba con ellos. Intentó escaparse un par de veces, dejé que se calmara y en 5min ya le tenía puesta la cabezada.
A ver si subo foto porque la cara de: “Mamá, me estás dejando sola y desamparada” ha sido sublime.
 
Aquí las caras de “me estás puteando”, “vale, tampoco te odio tanto” y la de “lo que tú digas.
P.D: sí, tiene una alergia malísima a los culicoides que le estamos tratando.

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Pues eso mismo es aplicar el Lenguaje Equino en el día a día y de eso trata el curso de lenguaje precisamente :) . Cuando lo vemos así se vuelve hasta simple... Me alegro que haya funcionado. La diferencia es siempre abismal en la actitud de los caballos... Y es mucho menos peligroso para nosotros, para ellos, se vuelven más seguros de si mismos a través de nosotros y eso hace que nuestra relación de amistad se intensifique a cada vez que superamos una situación nueva de tensión. Enhorabuena porque simple sí lo es, pero no es fácil. Hay que tener los reflejos apurados, así que, buen trabajo.
 
Gracias, aproveché el tirón al día siguiente para ducharlos a todos y ponerle peso encima a la potra por primera vez.

Recomiendo leer la biografía de Monty Roberts, es tremendamente ilustrativa en cuánto a cómo se comunican los caballos en libertad y cómo podemos aplicar nosotros ese lenguaje en nuestro día a día. A mí me vino muy bien cuando me vi sola tratando con un caballo complejísimo por primera vez.
Estoy convencida de que muchos de los progresos se llevaron a cabo en el trabajo de mano. Si bien no le trabajaba en libertad, los pequeños logros como pasarme horas solo para que me dejase trenzarle la testera o tocarle las orejas, o tomarme el bocadillo del desayuno dando vueltas con él por el corral o simplemente ponerle límites a sus reacciones de miedo... todo eso creó las bases para lo que luego sucedía cuando iba a montarle.
También fue muy útil de caras a fijarme mucho en cómo estaba yo con ese caballo, si acelerada y tensa o relajada y tomándome las cosas con calma como si no pasase nada aunque estuviese piaffando para subirme, ya que ellos lo notan.
Luego, más adelante no pude hacer otra cosa que corroborar hasta qué punto era importante porque la gente de la misma cuadra me llamaba diciendo que no podían con tal o tal caballo, que no daba la pata, que no se dejaba coger, e ir yo con toda la calma y poder levantar esa pata o coger al caballo por el simple hecho de no destilar tensión o nerviosismo.

Interesantísimo el tema.
 
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