Para los que no tenemos secadores de infrarrojos, ni pista cubierta ni mantas mágicas, la mejor solución es la manta de paja.
Metes al en la cuadra, coges la paja más limpia del suelo y con ella le frotas todo el cuerpo, especiamente las zonas delicadas ( riñones, dorso, etc ). Haces esto unas cuantas veces y la paja habrá chupado mucha de la humedad. Antes de irte coges paja, de la más triturada que encuentres por la cuadra y provocas una nevada artificial sobre el caballo, hasta que quede con un estupendo abrigo. Si no se mueve mucho, durante alguna hora seguirá teniendo pajitas por todas sus zonas delicadas, impidiendo que corrientes de aire le dejen zonas heladas.
Si tu caballo tiene la costumbre de revolcarse al meterlo en la cuadra, deja que lo haga antes de ponerle la manta de paja.
Otra solución barata es la de las mantas de nido de abeja. Son baratas e impiden precisamente las corrientes sobre las zonas mojadas.
El inconveniente es que no puedes dejarlas puestas por la noche, a no ser que quieras encontrar al día siguiente un monton de harapos.
Un abrazo, Jesúsin