Mi caso es algo semejante, en tanto en cuanto, hablamos de titularidades de equinos. Ha pasado el miércoles. Mi padre, con principio de demencia senil, ha sido liado por un tipo de una hípica de la zona noroeste, muy conocida. El caso es que se ha llevado una yegua con todos los papeles en regla, incluso con Tarjeta de Movimiento Equina, para su hípica, sin hablar conmigo y sin mediar trato alguno conmigo, cuando yo rezo como titular de la yegua en el libro, en la federación, en Ancades y en el Ministerio de Agricultura. Ahora atosiga a mi padre, al que no le ha pagado nada por la yegua, y a mí menos, para que yo le redacte un contrato de cesión o donación o algo así, qué mala suerte ha tenido que soy yo quién debe firmar y no mi padre enfermo... ¡Va listo! Voy a averiguar en qué box está y me voy a traer la yegua de vuelta. Y suerte va a tener que no voy a avisar a las autoridades, aunque tengo un amigo guardia civil que lo sabe, por apropiación indebida, no quiero que mi padre pase vergüenza por su dolencia mental.
Os preguntaréis, cómo es posible que yo no me enterase antes. Mi padre es muy retraído y no habla de sus cosas. Le dejamos tranquilo para que no se altere. Y así ha pasado. Cuando llegué a la cuadra por la tarde, no estaba la yegua, pues mi padre le había dado el visto bueno al tipo este para llevársela, con la cara de póker de los muchachos que cuidan de los caballos y que tomaron nota del coche y el van. Menos mal que la TME la tengo con la documentación de otro caballo. Lo malo es que mi padre le llevó el libro al tipejo este. Mi padre está enfermo y es bastante manipulable. Es una vergüenza que haya gentuza que se aproveche de una persona mayor y enferma mental. Supongo que al ver que mi padre no figura de titular, se llevaría una franca sorpresa. Este tipo no sabe lo retorcida que puedo llegar a ser y los contactos que poseo. En el fondo me da lástima, voy a hundirle en el fango. Sí, vengativo lo sé, pero no voy a dejar que me tomen el pelo.
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