El dueño es un “caballero de toda la vida” sin criterio ninguno. Monta a su aire y la yegua da unos cabezazos impresionantes. Si se queda atrás, cuando salimos de paseo, no hay quién el aguante. Se retrota y suda – se encharca toda - en dos minutos. Se le nota insegura y muy angustiada.
Llevo tres días montándola. Le quité el bocado rígido que tenia, y le puse un filete partido de oliva, grueso. Y claro tuve que aguantar las risas y los comentarios del dueño.
Conmigo ni suda ni se retrota. Y puedo llevarla de última sin problema. Pero no logro ponerla en mano. Creo que nunca ha sido domada. Solo montada. Teme el contacto y también la pierna. Es híper sensible a la pierna. Sale al galope a la más mínima acción de la pierna.
Qué hago? La dejo tranquila dos meses en un prado y vuelvo a empezar?
Como le explico al “caballero” que el problema lo tiene él? Es que somos amigos y no sabrá aceptar esto…
Llevo tres días montándola. Le quité el bocado rígido que tenia, y le puse un filete partido de oliva, grueso. Y claro tuve que aguantar las risas y los comentarios del dueño.
Conmigo ni suda ni se retrota. Y puedo llevarla de última sin problema. Pero no logro ponerla en mano. Creo que nunca ha sido domada. Solo montada. Teme el contacto y también la pierna. Es híper sensible a la pierna. Sale al galope a la más mínima acción de la pierna.
Qué hago? La dejo tranquila dos meses en un prado y vuelvo a empezar?
Como le explico al “caballero” que el problema lo tiene él? Es que somos amigos y no sabrá aceptar esto…