Gema, no hay que generalizar ni para lo bueno ni para lo malo. Te encontrarás hípicas que tendrán a los caballos a cuerpo de rey por un precio de risa casi, y te encontrarás otras que les tendrán sumergidos en la inmundicia pagando 600 euros al mes. Claro que también te encontrarás términos medios, lógicamente.
La mejor manera de ver si te puedes fiar de una hípica es observando a los caballos, si están limpios y felices, si están en su peso adecuado, si salen todos los días, o casi todos, y también viendo a los profesionales del centro, cómo se comportan con los animales y con la gente, su forma de dar las clases, sus conocimientos, etc. Lo puedes comprobar evaluando todas estas cosas, más lo que te diga tu propia impresión del sitio.