La golosina
En primer lugar, diferenciemos entre recompensa merecida que es aquella que nosotros conseguimos que el Caballo asocie a un reconocimiento por nuestra parte a un trabajo o ejercicio bien hecho, aplicando el principio de causa/efecto, puede ser un caramelo, una zanhoria, una caricia, o después del ejercicio hablarle acariciarlo y bajarse, lo realmente importante no es la forma en que se le presente el gesto por así decirlo, lo importante es que el Caballo reciba de su jinete un signo de gratitud y asocie hasta que lo haga con facilidad, el buen ejercicio a la recompensa, y no olvidar nunca la recompensa, pero hasta en el Caballo domado, ¿a quien no le gusta que le reconozcan un trabajo bien hecho? a todos ¿verdad? igual al Caballo, no olvidemos que es una relación ni más ni menos, cuanto más estrecho sea el vínculo entre Jinete/Caballo mayor será su compenetración y el equilibrio de su relación.
En segundo lugar... ¡NI CAPRICHOS, NI MIMOS! cuidados, atenciones, hasta.. sentimientos, todo ello es necesario, pero caprichos ¡no..! se volverán siempre en nuestra contra, EDUCACIÓN, DISCIPLINA, ATENCIÓN, RESPETO, CORRECCIÓN etc. es la línea, no quiere más a su Caballo quien lo invita a caramelos, que quien no lo hace, hagamos Caballos serios y disciplinados, que servirán para que los monte cualquier persona con más o menos experiencia. No pasa nada por dar un caramelo, terrón de azucar zanahoria etc. a un Caballo, ¡pero sepamos cuando!.
Un saludo