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..DEDICADO A GABINO Y A SUS AMIGOS DE LA "SGAE"
Ambas Técnicas o formas de actuar presentan ventajas e inconvenientes, que intentaremos explicar para poder tener un criterio correcto a la hora de elegir uno u otro método de trabajo.
El herrado en caliente también denominado a fuego, no se practicó nunca antes del siglo XVIII, es en 1736 cuando se tiene la primera referencia escrita de esta técnica.
El herrado en caliente consiste en la aplicación sobre la cara plantar del casco, ya emparejado y correctamente aplomado, de la herradura caliente (rojo oscuro o cereza), que se mantiene durante pocos segundos en dicha posición, de forma que el herrador puede apreciar si el tamaño y contorno de la herradura se adaptan a los del casco. Durante este proceso, se produce una película de carbón, correspondiente a la primera capa de sustancia córnea que se carboniza al contacto con la herradura al rojo, lo que va a permitir un ajuste perfecto de la herradura con el casco, siendo también referencia inequívoca del buen nivelado de la superficie de apoyo del casco y de la cara superior de la herradura. Siempre que la técnica se realice correctamente, es evidente que no se va a producir dolor ni daño en los tejidos subyacentes, debido a la característica del tejido córneo de ser mal conductor del calor.
Es importante que la temperatura de aplicación de la herradura sea la correcta (rojo cereza), ya que demasiado caliente (rojo anaranjado) provocará una quemadura en el tejido vivo subyacente a la suela, y demasiado fría (negra), obligará a un tiempo demasiado prolongado de aplicación, con lo que también podemos provocar una quemadura.
VENTAJAS DEL HERRADO EN CALIENTE.-
La herradura caliente se moldea sin dificultad, adoptando fácilmente la forma adecuada (herradura adaptada al casco) por complicada que ésta sea.
Al trabajar la herradura en caliente:
- Podemos realizar con poco esfuerzo la justura necesaria para que la herradura no comprima la suela.
- Podemos sacar fácilmente una pestaña sobre la herradura, en el caso de que sea necesaria (cascos rotos o desportillados).
- Podemos modificar con poco trabajo la disposición de las claveras, en el caso de que la condición del casco así lo requiera (hormiguillo, cascos rotos).
El asiento de la herradura con la superficie del casco se hace de una forma perfecta y por igual en todo el contorno de la pared, lo que no se consigue perfectamente en frío. Por esta razón el herrado en caliente es más sólido y duradero que en frío, además permite que las pestañas se encajen correctamente en la pared, dando una fijeza a la herradura más intima en el casco.
En muchas ocasiones se ha acusado al herrado en caliente, de provocar un resecamiento de la pared del casco, esto en lugar de ser un inconveniente se convierte en una ventaja, ya que aunque no está completamente demostrado, parece ser que el herrado en caliente proporciona al casco más resistencia, y la sustancia córnea quemada es menos higroscópica, con lo que absorbe menos humedad, resistiendo por tanto, mejor los efectos nocivos de los orines, agua y demás influencias externas. No olvidemos que el calor sólo afecta a la primera capa córnea, permaneciendo inalterable el resto de la superficie externa del casco, por lo que en ningún caso la humedad interna de la pared del casco se verá afectada.
Una ventaja añadida, es que la elevada temperatura que posee la herradura durante su aplicación sobre el casco, va a producir en toda la zona de contacto y la limítrofe, un proceso de desinfección por temperatura, resultando eliminados muchos de los microorganismos causantes de la putrefacción de la ranilla, viéndose favorecido por la concentración del calor justo en el centro de la herradura, zona que coincide con la situación de la ranilla.
Los casos en los que no se debe de aplicar el herrado en caliente serán aquellos en los que la proximidad del tejido vivo aumenten el riesgo de producir una quemadura en los mismos, es decir evitaremos aplicar la herradura caliente en los casos en los que la suela sea delgada o en los que en lugar de ser cóncava, ésta sea plana o incluso convexa, como son los cascos palmitiesos, llenos o colmados, y en cascos con infosura crónica, en los cuales la suela haya descendido como consecuencia de un hundimiento o una rotación del tejuelo.
INCONVENIENTES DEL HERRADO EN CALIENTE.-
Es necesario conocer perfectamente la técnica del herrado en caliente, para no provocar quemaduras en el tejido podovelloso, que se encuentra justo por debajo de la suela. Por lo que en manos de personas poco preparadas, entraña un elevado riesgo.
Para poder aplicar esta técnica hay que realizar una inversión importante en la fragua de gas, así como transportarla junto con la botella de propano, en cada desplazamiento que el herrador efectúa para trabajar, por lo que la capacidad del vehículo del herrador debe de ser mayor.
Es necesario acostumbrar al caballo al humo y al ruido que se produce, ya que las primeras veces que se realiza suele asustar al caballo, especialmente si éste es joven y cerca de sangre (PSI o cruzados) por lo que si no se tiene precaución pueden originarse accidentes.
EL HERRADO EN FRÍO.-
Consiste en la adaptación y aplicación de la herradura sobre el casco sin necesidad de calentarla. Esta técnica ha sido muy utilizada en España, como lo prueba el hecho recibir también el nombre de HERRADO ESPAÑOL CLÁSICO.
VENTAJAS DEL HERRADO EN FRÍO.-
Se puede realizar sin necesidad de fragua. En la época en la que se debía de utilizar el carbón para calentar las herraduras esto suponía que los animales debían de ser herrados en talleres fijos, o bien utilizar la técnica del herrado en frío en los casos en los que el herrador se desplazaba hasta donde estaba el caballo. Hoy día este inconveniente está superado, con la utilización de fraguas de gas, que pueden ser transportadas con facilidad hasta el lugar donde se encuentra el caballo.
Como hemos dicho antes, utilizaremos el herrado en frío en todos aquellos casos en los que el herraje en caliente esté contraindicado.
INCONVENIENTES.-
El asiento de la herradura con la superficie del casco no es tan perfecto como en el herrado en caliente, por lo que la estabilidad de la herradura es menor que herrando en caliente.
Cualquier modificación sobre la herradura resulta muy complicada y a veces completamente imposible, por lo que al resultar más difícil el torneado de la herradura, se tiende a adaptar el casco a la herradura y no a la inversa, utilizando herraduras más pequeñas que el tamaño del casco, de esa forma no es necesario adaptarlas a la forma del casco, sino que después de clavarla por dentro del contorno del casco, el tejido córneo que sobresale se elimina con la escofina, consiguiendo un aspecto pulcro, pero es una práctica nefasta para la salud del casco, ya que se pierde superficie de apoyo, debilitamos la pared del casco y éste sobrepasa rápidamente la herradura, obteniendo como resultado cascos colapsados, encastillados, frágiles y pequeños.
Pero también hay que decir que un herrado en frío, si está correctamente realizado, es tan eficaz y correcto como un herrado en caliente, sin embargo resulta más difícil de ejecutar correctamente.
Por todo lo dicho hoy día el herrado en caliente es la técnica más utilizada en todo el mundo, especialmente en los países en los que existe un alto nivel técnico dentro de la profesión de herrador (EEUU, norte de Europa, etc), nosotros la utilizamos y la recomendamos siempre que sea posible.
Ambas Técnicas o formas de actuar presentan ventajas e inconvenientes, que intentaremos explicar para poder tener un criterio correcto a la hora de elegir uno u otro método de trabajo.
El herrado en caliente también denominado a fuego, no se practicó nunca antes del siglo XVIII, es en 1736 cuando se tiene la primera referencia escrita de esta técnica.
El herrado en caliente consiste en la aplicación sobre la cara plantar del casco, ya emparejado y correctamente aplomado, de la herradura caliente (rojo oscuro o cereza), que se mantiene durante pocos segundos en dicha posición, de forma que el herrador puede apreciar si el tamaño y contorno de la herradura se adaptan a los del casco. Durante este proceso, se produce una película de carbón, correspondiente a la primera capa de sustancia córnea que se carboniza al contacto con la herradura al rojo, lo que va a permitir un ajuste perfecto de la herradura con el casco, siendo también referencia inequívoca del buen nivelado de la superficie de apoyo del casco y de la cara superior de la herradura. Siempre que la técnica se realice correctamente, es evidente que no se va a producir dolor ni daño en los tejidos subyacentes, debido a la característica del tejido córneo de ser mal conductor del calor.
Es importante que la temperatura de aplicación de la herradura sea la correcta (rojo cereza), ya que demasiado caliente (rojo anaranjado) provocará una quemadura en el tejido vivo subyacente a la suela, y demasiado fría (negra), obligará a un tiempo demasiado prolongado de aplicación, con lo que también podemos provocar una quemadura.
VENTAJAS DEL HERRADO EN CALIENTE.-
La herradura caliente se moldea sin dificultad, adoptando fácilmente la forma adecuada (herradura adaptada al casco) por complicada que ésta sea.
Al trabajar la herradura en caliente:
- Podemos realizar con poco esfuerzo la justura necesaria para que la herradura no comprima la suela.
- Podemos sacar fácilmente una pestaña sobre la herradura, en el caso de que sea necesaria (cascos rotos o desportillados).
- Podemos modificar con poco trabajo la disposición de las claveras, en el caso de que la condición del casco así lo requiera (hormiguillo, cascos rotos).
El asiento de la herradura con la superficie del casco se hace de una forma perfecta y por igual en todo el contorno de la pared, lo que no se consigue perfectamente en frío. Por esta razón el herrado en caliente es más sólido y duradero que en frío, además permite que las pestañas se encajen correctamente en la pared, dando una fijeza a la herradura más intima en el casco.
En muchas ocasiones se ha acusado al herrado en caliente, de provocar un resecamiento de la pared del casco, esto en lugar de ser un inconveniente se convierte en una ventaja, ya que aunque no está completamente demostrado, parece ser que el herrado en caliente proporciona al casco más resistencia, y la sustancia córnea quemada es menos higroscópica, con lo que absorbe menos humedad, resistiendo por tanto, mejor los efectos nocivos de los orines, agua y demás influencias externas. No olvidemos que el calor sólo afecta a la primera capa córnea, permaneciendo inalterable el resto de la superficie externa del casco, por lo que en ningún caso la humedad interna de la pared del casco se verá afectada.
Una ventaja añadida, es que la elevada temperatura que posee la herradura durante su aplicación sobre el casco, va a producir en toda la zona de contacto y la limítrofe, un proceso de desinfección por temperatura, resultando eliminados muchos de los microorganismos causantes de la putrefacción de la ranilla, viéndose favorecido por la concentración del calor justo en el centro de la herradura, zona que coincide con la situación de la ranilla.
Los casos en los que no se debe de aplicar el herrado en caliente serán aquellos en los que la proximidad del tejido vivo aumenten el riesgo de producir una quemadura en los mismos, es decir evitaremos aplicar la herradura caliente en los casos en los que la suela sea delgada o en los que en lugar de ser cóncava, ésta sea plana o incluso convexa, como son los cascos palmitiesos, llenos o colmados, y en cascos con infosura crónica, en los cuales la suela haya descendido como consecuencia de un hundimiento o una rotación del tejuelo.
INCONVENIENTES DEL HERRADO EN CALIENTE.-
Es necesario conocer perfectamente la técnica del herrado en caliente, para no provocar quemaduras en el tejido podovelloso, que se encuentra justo por debajo de la suela. Por lo que en manos de personas poco preparadas, entraña un elevado riesgo.
Para poder aplicar esta técnica hay que realizar una inversión importante en la fragua de gas, así como transportarla junto con la botella de propano, en cada desplazamiento que el herrador efectúa para trabajar, por lo que la capacidad del vehículo del herrador debe de ser mayor.
Es necesario acostumbrar al caballo al humo y al ruido que se produce, ya que las primeras veces que se realiza suele asustar al caballo, especialmente si éste es joven y cerca de sangre (PSI o cruzados) por lo que si no se tiene precaución pueden originarse accidentes.
EL HERRADO EN FRÍO.-
Consiste en la adaptación y aplicación de la herradura sobre el casco sin necesidad de calentarla. Esta técnica ha sido muy utilizada en España, como lo prueba el hecho recibir también el nombre de HERRADO ESPAÑOL CLÁSICO.
VENTAJAS DEL HERRADO EN FRÍO.-
Se puede realizar sin necesidad de fragua. En la época en la que se debía de utilizar el carbón para calentar las herraduras esto suponía que los animales debían de ser herrados en talleres fijos, o bien utilizar la técnica del herrado en frío en los casos en los que el herrador se desplazaba hasta donde estaba el caballo. Hoy día este inconveniente está superado, con la utilización de fraguas de gas, que pueden ser transportadas con facilidad hasta el lugar donde se encuentra el caballo.
Como hemos dicho antes, utilizaremos el herrado en frío en todos aquellos casos en los que el herraje en caliente esté contraindicado.
INCONVENIENTES.-
El asiento de la herradura con la superficie del casco no es tan perfecto como en el herrado en caliente, por lo que la estabilidad de la herradura es menor que herrando en caliente.
Cualquier modificación sobre la herradura resulta muy complicada y a veces completamente imposible, por lo que al resultar más difícil el torneado de la herradura, se tiende a adaptar el casco a la herradura y no a la inversa, utilizando herraduras más pequeñas que el tamaño del casco, de esa forma no es necesario adaptarlas a la forma del casco, sino que después de clavarla por dentro del contorno del casco, el tejido córneo que sobresale se elimina con la escofina, consiguiendo un aspecto pulcro, pero es una práctica nefasta para la salud del casco, ya que se pierde superficie de apoyo, debilitamos la pared del casco y éste sobrepasa rápidamente la herradura, obteniendo como resultado cascos colapsados, encastillados, frágiles y pequeños.
Pero también hay que decir que un herrado en frío, si está correctamente realizado, es tan eficaz y correcto como un herrado en caliente, sin embargo resulta más difícil de ejecutar correctamente.
Por todo lo dicho hoy día el herrado en caliente es la técnica más utilizada en todo el mundo, especialmente en los países en los que existe un alto nivel técnico dentro de la profesión de herrador (EEUU, norte de Europa, etc), nosotros la utilizamos y la recomendamos siempre que sea posible.