Esto lo he conseguido en Internet...¿a ver qué opinan ustedes? No he conseguido pegar las fotos...pero bueno :?
La No-Evolución del Caballo
¿Una Creación Especial o un Conejo Evolucionado?
por Jonathan Sarfati
Publicado originalmente en Creation Ex Nihilo 21(3):28–31, Junio–Agosto 1999
Probablemente ningún animal ha sido tan importante para la historia como el caballo. Antes de que fueran inventados los motores que usan vapor o petróleo, los caballos eran la forma más rápida de transporte por tierra. Su uso por mensajeros y soldados fue decisivo para la victoria de muchas batallas. Inclusive algunas culturas toman leche de yegua, y hasta el cabello de caballo se usa para los arcos de violines, colchones y como forro de ropa. Aún su sistema inmunológico produce la antitoxina salvavidas contra el tétano, mientras sus heces se usan comúnmente como fertilizante y a veces hasta se han usado como combustible. Su cuero se usa para hacer cuero cordobán, y se hace pegamento hirviendo los huesos y el cartílago.1,2 ¡Hasta se valora el montar el caballo como deporte!
La Infamate Serie: ‘La Evolución del Caballo’
Durante el último siglo, este animal hermoso ha sido usado de una manera desafortunada— su supuesta ascendencia evolucionista es utilizada como ejemplo para apoyar a la evolución. Empezó en 1879 con el paleontólogo americano O. C. Marsh y el famoso evolucionista T. H. Huxley, conocido como ‘el perro buldog de Darwin’. Desde entonces, muchos museos y libros populares han presentado una serie artística empezando con el ‘eohippus’, o ‘caballo matutino’. Éste tenía cuatro dedos, era del tamaño de un perro, con fecha de 50 millones de años de antiguo. La siguiente criatura es normalmente una criatura más grande llamada Mesohippus, de tres dedos. La próxima es aún más grande, el Merychippus, con dos de los dedos más pequeños que el tercero. Al final de la línea, está el caballo moderno mucho más grande, Equus, con una pezuña, mientras todo lo que permanece de los otros dos dedos son los sesamoides que son ‘vestigiales’.3 Algunos de los diagramas además muestran tendencias en la forma de dientes, con un hypsodontía creciente (es decir, dientes de corona alta). Esto supuestamente demuestra el cambio entre el roer matas y el pastar la grama.
¿Qué Tan Definido es Realmente?
Así como dijo el biólogo Heribert-Nilsson, ‘el árbol genealógico del caballo es bello y continuo solamente en los libros de texto’,4 y el famoso paleontólogo Niles Eldridge llamó la imagen que dan los libros de texto ‘lamentable’5 y ‘un ejemplo clásico de la museología paleontológica’.6 Como se demuestra en la tesis detallada de Walter Barnhart, la ‘serie’ del caballo es una interpretación de datos.7 Documenta que se han hecho historias diferentes de la evolución del caballo por evolucionistas usando los mismos datos, mientras el concepto de la misma evolución ‘evolucionaba’.
Esto se aplica especialmente al reconstruir los animales usando los esqueletos fosilizados, los cuales son por lo general, incompletos. Escribió el evolucionista Gerald Kerkut:
‘Requiere de mucha lectura para averiguar, acerca de cualquier género (de caballo) en particular, precisamente qué tan completas son las diversas partes del cuerpo (en el registro fósil) y qué partes de las figuras ilustradas resultan de una reconstrucción hábil. Las redacciones iniciales siempre tomaron la precaución de indicar por líneas de puntos o por falta de sombreado los límites precisos de la reconstrucción, pero los autores luego dejaron de tener ese cuidado’.8
Los evolucionistas informados ahora reconocen que esa serie, aún dentro de su propio armazón, no es una línea recta. Aunque continúan creyendo en la evolución del caballo, la perspectiva moderna del relato fósil de los caballos es que es mucho más irregular y diverso.9
¿Cuál es el ‘Caballo Matutino’?
Esta criatura fue descubierta en 1841 por Richard Owen, uno de los paleontólogos eminentes de esos días, el inventor de la palabra ‘dinosaurio’, y un oponente firme de Darwin. Owen no vio ninguna conexión con el caballo sino que lo pensaba ser muy parecido al conejo moderno. Así que le puso el nombre Hyracotherium. Otros fósiles del mismo tipo de criatura luego fueron llamados ‘Eohippus’ (caballo matutino) por los paleontólogos de mentalidad más evolucionista. Pero el nombre puesto por el descubridor es prioritario. Así que ‘no está claro que Hyracotherium era el caballo ancestral’ según Kerkut.10
Los Fósiles
Los fósiles no llevan letreros que digan qué tan antiguos son. Su edad les es, por lo general, asignada, dependiendo de su profundidad de enterramiento — a los que se encuentran en los estratos más profundos les es asignada una edad mayor. Basándose en un cuadro Bíblico, debemos esperar que muchos, pero no todos, los fósiles fueran enterrados durante el diluvio, así que los mayores tendrían solamente unos 4.500 años. Los fósiles en estratos más altos pueden haber sido enterrados en catástrofes locales después del diluvio.
Es probable que muchos de los fósiles de los caballos son posteriores al diluvio. Sin embargo, aún si concediéramos la fechación evolucionista de épocas largas, no muestran la progresión clara que hacen los libros de texto. Por ejemplo, en el noreste del estado Oregon (EE.UU.), el Neohipparion de tres dedos y el pliohippus de un dedo fueron hallados en el mismo estrato. Esto indica que convivían, y así no hay ninguna evidencia de que el uno evolucionó del otro.11,12
Muchos Caballos Diferentes
Los caballos actuales demuestran una gran variedad de tamaños. Su altura por lo general se mide en manos— una mano = 10 centímetros. El caballo más grande es el caballo Inglés Shire, que puede alcanzar hasta 20 manos de altura.1 Los caballitos (las jacas) son caballos que miden menos de 14.2 manos de altura,1 y la Fallabella mide apenas 4 manos.
Los caballos varían de otras maneras también. Los caballos modernos pueden tener 17, 18, o 19 pares de costillas. Además, los caballos de tres dedos existen hoy. El mismo O.C. Marsh escribió que algunos caballos en el suroeste de los EE.UU. tenían tres dedos de casi el mismo tamaño, ‘así corresponde a los pies del Protohippus extinto’.13
Una parte importante del modelo Bíblico de la creación es que diferentes clases de criaturas fueron creadas con mucha información genética. La selección natural puede clasificar esta información genética existente, al eliminar criaturas que no son aptas para determinado ambiente. Así muchas variedades diferentes pueden ser producidas en medio ambientes diferentes. Note que este proceso de clasificación incluye la pérdida de información, así que es irrelevante en cuanto a la evolución de ‘partículas a personas’, que requiere que un proceso no inteligente agregue información nueva.14,15
Además, mucha de esta información genética (creada) puede haber estado latente (escondida, es decir que los rasgos codificados en los genes no se manifiestan en la cría) en las clases originalmente creadas. Además tenían otros genes controladores o reguladores que activan o desactivan otros genes. Es decir, controlan si la información en un gen será descifrada, para que el rasgo sea expresado en la criatura. Esto permitiría cambios rápidos y drásticos, que continúan siendo cambios que involucran información ya creada, no la generación de información nueva.
Al aplicar estos conceptos al caballo, la cifra de la información genética para los dedos extras está presente, pero está desactivada en la mayoría de los caballos modernos. Hoy en día, puede nacer un caballo que tiene activados esos genes, y ciertamente muchos caballos fosilizados también tenían activados esos genes. Esto explicaría por qué no hay formas transicionales que muestran un tamaño de dedo cada vez más pequeño.
Es posible que el tamaño del cuerpo y la forma de los dientes además se controlaban por genes reguladores.16 Esto recibe apoyo por medio de un experimento por Paul Sharpe y sus colegas con los embriones de ratones. Descubrieron que una sóla proteína, llamada BMP-4, inhibe el gen que causa la formación de los molares, para que así puedan crecer los dientes incisivos. Sin esta proteína, no se forman dientes incisivos.17
Estos mecanismos pueden explicar la supuesta serie evolutiva del caballo como variaciones dentro de la clase equino (caballo). La gran variedad entre los caballos actuales, sin duda de la misma clase, apoya esto.
Forma de los Dientes
Ciertamente la forma de los dientes puede variar mucho dentro de una clase, lo cual significa que es poco prudente asumir que los dientes fosilizados de diferentes tipos muestran la evolución.18 Además es poco aconsejable ser dogmático acerca de las dietas basándose en la forma de los dientes. Esto hemos mostrado en cuanto a los murciélagos,19 y evidencias recientes han cambiado las ideas previas acerca de la dieta de caballos antiguos basadas en la forma de sus dientes. El paleontólogo evolucionista Bruce MacFadden analizó los dientes de seis ‘especies’ (más probable, variaciones dentro de una clase) de caballo, fechados con una edad de cinco millones de años.20
Las primeras teorías evolucionistas habrían afirmado que, ya que todos tenían dientes de corona alta, deben haber pastado. Pero el número de isótopos de carbono estable 12C y 13C impregnados en los dientes indica que los caballos eran roedores y sin pastar.
Los investigadores además dijeron que una vez que evolucionó la hipsodontía, era imposible volver a tener dientes de corona baja otra vez. Según un modelo creacionista, esto sugiere que la hipsodontía es una condición altamente especializada, que ha perdido la información genética para cualquier otro tipo de dientes.
Una vez más, esta pérdida de información es lo opuesto de la evolución de moléculas a hombres — muy parecido a los osos de pelo largo en la cita No. 15
Los Sesamoides: ¿Residuos Inútiles o Buen Diseño?
Muchos evolucionistas afirman que los sesamoides en las patas de los caballos (vea el dibujo) son vestigiales, es decir, residuos inútiles de su supuesta pasada evolucionista. Pero el zoólogo evolucionista Scadding ha dicho, ‘… los miembros vestigiales no proveen ninguna evidencia para sostener la teoría de la evolución’.21
Indicó que el argumento no es científico, ya que es imposible en principio comprobar que un miembro no tiene ninguna función; en cambio, bien puede tener una función la cual no conocemos.22 Scadding además nos recuerda que ‘mientras más se ha incrementado nuestro entendimiento, más se ha disminuido el listado de estructuras vestigiales’, y dijo que la afirmación del siglo 19 de cientos de miembros vestigiales ha disminuido a un puñado de casos dudosos.23 Además, los miembros vestigiales podrían comprobar la involución (pérdida de información), no la evolución.
En particular, los sesamoides de los caballos sirven para unas cuantas funciones importantes. Refuerzan los huesos de la pata y de la pezuña, algo muy importante a causa del esfuerzo enorme que impone el galopar a las patas. Además proveen puntos de ligamento para algunos músculos importantes. Y forman una ranura protectora que resguarda el ligamento suspensorio, un tirante elástico vital que sostiene el peso del caballo mientras camina.24
El caballo muestra similitudes debidas por una creación.
Los evolucionistas mantienen que las similitudes entre las patas de la rana, del reptil, y de los mamíferos muestran que evolucionaron de un ancestro común. Los anfibios (ej. ranas) supuestamente evolucionaron a ser reptiles, de donde surgieron los mamíferos, incluyendo a los murciélagos y los humanos.. por lo que tienen similitudes en sus patas, brazos y piernas. Sin embargo, las patas de un caballo realmente no concuerdan con esta explicación.
El caballo es más similar al humano que a la rana, pero las patas de la rana se asemejan más a nuestras piernas que a las patas del caballo. Los evolucionistas tratan de explicar esta discrepancia al decir que el caballo es diferente porque sus piernas han sido adaptadas por su manera de caminar. Esto es contar una explicación y no verlo científicamente.
Quizá, este caballo sea parte del patrón que Dios creó para decirnos que existe sólo un Creador, y por esto las similitudes; pero que las cosas no se hicieron por sí mismas (existen maravillas que no pueden ser categorizadas dentro de la historia que se hicieron a sí mismas).
Aún más, el embrión de la rana desarrolla sus piernas diferentemente a las nuestras-- los dígitos de los anfibios se desarrollan a través de crecimientos hacia afuera, mientras que los dígitos amnióticos (reptiles, aves y mamíferos) son desarrollados de una placa ósea disuelta en diferentes partes. Aún con su patrón similar, podemos ver la diferencia. Realmente no existe excusa alguna para negar al Creador (Romanos 1:20).
En Resumen
Los libros de texto crean esta ‘serie evolutiva’ a partir de lo que probablemente no era caballo (hyracotherium) y variedades de verdaderos caballos.
Lejos de ser un ejemplo de la evolución, es un ejemplo de la variación amplia dentro de una clase creada.
La evolución desde partículas a personas requiere de la generación de información nueva, mientras las variedades de caballos, especialmente el número de dedos, resulta de información preexistente que se activa o se desactiva, junto con la selección natural que quita información.
Las teorías de adaptación a diferentes dietas basadas en la forma de dientes han sido debilitadas por análisis reciente de isótopos.
Los sesamoides, lejos de ser vestigios inútiles de la evolución, tienen un papel muy importante en la pata del caballo.
La No-Evolución del Caballo
¿Una Creación Especial o un Conejo Evolucionado?
por Jonathan Sarfati
Publicado originalmente en Creation Ex Nihilo 21(3):28–31, Junio–Agosto 1999
Probablemente ningún animal ha sido tan importante para la historia como el caballo. Antes de que fueran inventados los motores que usan vapor o petróleo, los caballos eran la forma más rápida de transporte por tierra. Su uso por mensajeros y soldados fue decisivo para la victoria de muchas batallas. Inclusive algunas culturas toman leche de yegua, y hasta el cabello de caballo se usa para los arcos de violines, colchones y como forro de ropa. Aún su sistema inmunológico produce la antitoxina salvavidas contra el tétano, mientras sus heces se usan comúnmente como fertilizante y a veces hasta se han usado como combustible. Su cuero se usa para hacer cuero cordobán, y se hace pegamento hirviendo los huesos y el cartílago.1,2 ¡Hasta se valora el montar el caballo como deporte!
La Infamate Serie: ‘La Evolución del Caballo’
Durante el último siglo, este animal hermoso ha sido usado de una manera desafortunada— su supuesta ascendencia evolucionista es utilizada como ejemplo para apoyar a la evolución. Empezó en 1879 con el paleontólogo americano O. C. Marsh y el famoso evolucionista T. H. Huxley, conocido como ‘el perro buldog de Darwin’. Desde entonces, muchos museos y libros populares han presentado una serie artística empezando con el ‘eohippus’, o ‘caballo matutino’. Éste tenía cuatro dedos, era del tamaño de un perro, con fecha de 50 millones de años de antiguo. La siguiente criatura es normalmente una criatura más grande llamada Mesohippus, de tres dedos. La próxima es aún más grande, el Merychippus, con dos de los dedos más pequeños que el tercero. Al final de la línea, está el caballo moderno mucho más grande, Equus, con una pezuña, mientras todo lo que permanece de los otros dos dedos son los sesamoides que son ‘vestigiales’.3 Algunos de los diagramas además muestran tendencias en la forma de dientes, con un hypsodontía creciente (es decir, dientes de corona alta). Esto supuestamente demuestra el cambio entre el roer matas y el pastar la grama.
¿Qué Tan Definido es Realmente?
Así como dijo el biólogo Heribert-Nilsson, ‘el árbol genealógico del caballo es bello y continuo solamente en los libros de texto’,4 y el famoso paleontólogo Niles Eldridge llamó la imagen que dan los libros de texto ‘lamentable’5 y ‘un ejemplo clásico de la museología paleontológica’.6 Como se demuestra en la tesis detallada de Walter Barnhart, la ‘serie’ del caballo es una interpretación de datos.7 Documenta que se han hecho historias diferentes de la evolución del caballo por evolucionistas usando los mismos datos, mientras el concepto de la misma evolución ‘evolucionaba’.
Esto se aplica especialmente al reconstruir los animales usando los esqueletos fosilizados, los cuales son por lo general, incompletos. Escribió el evolucionista Gerald Kerkut:
‘Requiere de mucha lectura para averiguar, acerca de cualquier género (de caballo) en particular, precisamente qué tan completas son las diversas partes del cuerpo (en el registro fósil) y qué partes de las figuras ilustradas resultan de una reconstrucción hábil. Las redacciones iniciales siempre tomaron la precaución de indicar por líneas de puntos o por falta de sombreado los límites precisos de la reconstrucción, pero los autores luego dejaron de tener ese cuidado’.8
Los evolucionistas informados ahora reconocen que esa serie, aún dentro de su propio armazón, no es una línea recta. Aunque continúan creyendo en la evolución del caballo, la perspectiva moderna del relato fósil de los caballos es que es mucho más irregular y diverso.9
¿Cuál es el ‘Caballo Matutino’?
Esta criatura fue descubierta en 1841 por Richard Owen, uno de los paleontólogos eminentes de esos días, el inventor de la palabra ‘dinosaurio’, y un oponente firme de Darwin. Owen no vio ninguna conexión con el caballo sino que lo pensaba ser muy parecido al conejo moderno. Así que le puso el nombre Hyracotherium. Otros fósiles del mismo tipo de criatura luego fueron llamados ‘Eohippus’ (caballo matutino) por los paleontólogos de mentalidad más evolucionista. Pero el nombre puesto por el descubridor es prioritario. Así que ‘no está claro que Hyracotherium era el caballo ancestral’ según Kerkut.10
Los Fósiles
Los fósiles no llevan letreros que digan qué tan antiguos son. Su edad les es, por lo general, asignada, dependiendo de su profundidad de enterramiento — a los que se encuentran en los estratos más profundos les es asignada una edad mayor. Basándose en un cuadro Bíblico, debemos esperar que muchos, pero no todos, los fósiles fueran enterrados durante el diluvio, así que los mayores tendrían solamente unos 4.500 años. Los fósiles en estratos más altos pueden haber sido enterrados en catástrofes locales después del diluvio.
Es probable que muchos de los fósiles de los caballos son posteriores al diluvio. Sin embargo, aún si concediéramos la fechación evolucionista de épocas largas, no muestran la progresión clara que hacen los libros de texto. Por ejemplo, en el noreste del estado Oregon (EE.UU.), el Neohipparion de tres dedos y el pliohippus de un dedo fueron hallados en el mismo estrato. Esto indica que convivían, y así no hay ninguna evidencia de que el uno evolucionó del otro.11,12
Muchos Caballos Diferentes
Los caballos actuales demuestran una gran variedad de tamaños. Su altura por lo general se mide en manos— una mano = 10 centímetros. El caballo más grande es el caballo Inglés Shire, que puede alcanzar hasta 20 manos de altura.1 Los caballitos (las jacas) son caballos que miden menos de 14.2 manos de altura,1 y la Fallabella mide apenas 4 manos.
Los caballos varían de otras maneras también. Los caballos modernos pueden tener 17, 18, o 19 pares de costillas. Además, los caballos de tres dedos existen hoy. El mismo O.C. Marsh escribió que algunos caballos en el suroeste de los EE.UU. tenían tres dedos de casi el mismo tamaño, ‘así corresponde a los pies del Protohippus extinto’.13
Una parte importante del modelo Bíblico de la creación es que diferentes clases de criaturas fueron creadas con mucha información genética. La selección natural puede clasificar esta información genética existente, al eliminar criaturas que no son aptas para determinado ambiente. Así muchas variedades diferentes pueden ser producidas en medio ambientes diferentes. Note que este proceso de clasificación incluye la pérdida de información, así que es irrelevante en cuanto a la evolución de ‘partículas a personas’, que requiere que un proceso no inteligente agregue información nueva.14,15
Además, mucha de esta información genética (creada) puede haber estado latente (escondida, es decir que los rasgos codificados en los genes no se manifiestan en la cría) en las clases originalmente creadas. Además tenían otros genes controladores o reguladores que activan o desactivan otros genes. Es decir, controlan si la información en un gen será descifrada, para que el rasgo sea expresado en la criatura. Esto permitiría cambios rápidos y drásticos, que continúan siendo cambios que involucran información ya creada, no la generación de información nueva.
Al aplicar estos conceptos al caballo, la cifra de la información genética para los dedos extras está presente, pero está desactivada en la mayoría de los caballos modernos. Hoy en día, puede nacer un caballo que tiene activados esos genes, y ciertamente muchos caballos fosilizados también tenían activados esos genes. Esto explicaría por qué no hay formas transicionales que muestran un tamaño de dedo cada vez más pequeño.
Es posible que el tamaño del cuerpo y la forma de los dientes además se controlaban por genes reguladores.16 Esto recibe apoyo por medio de un experimento por Paul Sharpe y sus colegas con los embriones de ratones. Descubrieron que una sóla proteína, llamada BMP-4, inhibe el gen que causa la formación de los molares, para que así puedan crecer los dientes incisivos. Sin esta proteína, no se forman dientes incisivos.17
Estos mecanismos pueden explicar la supuesta serie evolutiva del caballo como variaciones dentro de la clase equino (caballo). La gran variedad entre los caballos actuales, sin duda de la misma clase, apoya esto.
Forma de los Dientes
Ciertamente la forma de los dientes puede variar mucho dentro de una clase, lo cual significa que es poco prudente asumir que los dientes fosilizados de diferentes tipos muestran la evolución.18 Además es poco aconsejable ser dogmático acerca de las dietas basándose en la forma de los dientes. Esto hemos mostrado en cuanto a los murciélagos,19 y evidencias recientes han cambiado las ideas previas acerca de la dieta de caballos antiguos basadas en la forma de sus dientes. El paleontólogo evolucionista Bruce MacFadden analizó los dientes de seis ‘especies’ (más probable, variaciones dentro de una clase) de caballo, fechados con una edad de cinco millones de años.20
Las primeras teorías evolucionistas habrían afirmado que, ya que todos tenían dientes de corona alta, deben haber pastado. Pero el número de isótopos de carbono estable 12C y 13C impregnados en los dientes indica que los caballos eran roedores y sin pastar.
Los investigadores además dijeron que una vez que evolucionó la hipsodontía, era imposible volver a tener dientes de corona baja otra vez. Según un modelo creacionista, esto sugiere que la hipsodontía es una condición altamente especializada, que ha perdido la información genética para cualquier otro tipo de dientes.
Una vez más, esta pérdida de información es lo opuesto de la evolución de moléculas a hombres — muy parecido a los osos de pelo largo en la cita No. 15
Los Sesamoides: ¿Residuos Inútiles o Buen Diseño?
Muchos evolucionistas afirman que los sesamoides en las patas de los caballos (vea el dibujo) son vestigiales, es decir, residuos inútiles de su supuesta pasada evolucionista. Pero el zoólogo evolucionista Scadding ha dicho, ‘… los miembros vestigiales no proveen ninguna evidencia para sostener la teoría de la evolución’.21
Indicó que el argumento no es científico, ya que es imposible en principio comprobar que un miembro no tiene ninguna función; en cambio, bien puede tener una función la cual no conocemos.22 Scadding además nos recuerda que ‘mientras más se ha incrementado nuestro entendimiento, más se ha disminuido el listado de estructuras vestigiales’, y dijo que la afirmación del siglo 19 de cientos de miembros vestigiales ha disminuido a un puñado de casos dudosos.23 Además, los miembros vestigiales podrían comprobar la involución (pérdida de información), no la evolución.
En particular, los sesamoides de los caballos sirven para unas cuantas funciones importantes. Refuerzan los huesos de la pata y de la pezuña, algo muy importante a causa del esfuerzo enorme que impone el galopar a las patas. Además proveen puntos de ligamento para algunos músculos importantes. Y forman una ranura protectora que resguarda el ligamento suspensorio, un tirante elástico vital que sostiene el peso del caballo mientras camina.24
El caballo muestra similitudes debidas por una creación.
Los evolucionistas mantienen que las similitudes entre las patas de la rana, del reptil, y de los mamíferos muestran que evolucionaron de un ancestro común. Los anfibios (ej. ranas) supuestamente evolucionaron a ser reptiles, de donde surgieron los mamíferos, incluyendo a los murciélagos y los humanos.. por lo que tienen similitudes en sus patas, brazos y piernas. Sin embargo, las patas de un caballo realmente no concuerdan con esta explicación.
El caballo es más similar al humano que a la rana, pero las patas de la rana se asemejan más a nuestras piernas que a las patas del caballo. Los evolucionistas tratan de explicar esta discrepancia al decir que el caballo es diferente porque sus piernas han sido adaptadas por su manera de caminar. Esto es contar una explicación y no verlo científicamente.
Quizá, este caballo sea parte del patrón que Dios creó para decirnos que existe sólo un Creador, y por esto las similitudes; pero que las cosas no se hicieron por sí mismas (existen maravillas que no pueden ser categorizadas dentro de la historia que se hicieron a sí mismas).
Aún más, el embrión de la rana desarrolla sus piernas diferentemente a las nuestras-- los dígitos de los anfibios se desarrollan a través de crecimientos hacia afuera, mientras que los dígitos amnióticos (reptiles, aves y mamíferos) son desarrollados de una placa ósea disuelta en diferentes partes. Aún con su patrón similar, podemos ver la diferencia. Realmente no existe excusa alguna para negar al Creador (Romanos 1:20).
En Resumen
Los libros de texto crean esta ‘serie evolutiva’ a partir de lo que probablemente no era caballo (hyracotherium) y variedades de verdaderos caballos.
Lejos de ser un ejemplo de la evolución, es un ejemplo de la variación amplia dentro de una clase creada.
La evolución desde partículas a personas requiere de la generación de información nueva, mientras las variedades de caballos, especialmente el número de dedos, resulta de información preexistente que se activa o se desactiva, junto con la selección natural que quita información.
Las teorías de adaptación a diferentes dietas basadas en la forma de dientes han sido debilitadas por análisis reciente de isótopos.
Los sesamoides, lejos de ser vestigios inútiles de la evolución, tienen un papel muy importante en la pata del caballo.