Es curioso que cuando encontramos un policía montado a caballo a su alrededor se forma un gran círculo. El Cuerpo Nacional de Policía incorpora entre sus Unidades Especiales al Cuerpo de Caballería. A pesar de lo que pueda parecer no es un Cuerpo desfasado y la reacción que provoca en la gente sólo es comparable a un número de unos 5 o 6 policías a pie. Así son y así trabajan con los caballos.
Orígenes
La Unidad de Caballería es una de las más antiguas aunque durante su existencia sufrió cambios y durante algunos períodos sufrió cambios, reorganizaciones e incluso llegó a desaparecer.
Se instauró por primera vez el 1 de septiembre de 1825 mediante una Real Orden. Se les denominó como Celadores y debían de ser los encargados de “evitar los robos y tropelías que en su caso se ejecutaran...” Durante este primer periodo contaron con 400 efectivos.
El 1986 quedó dentro del Cuerpo Nacional de Policía tal y como hoy lo conocemos. Se encarga de la seguridad ciudadana y se enmarca dentro del Servicio de Unidades Especiales.
Caballos y adiestramiento
Todos los años la Comisaría General de Seguridad Ciudadana adquiere nuevos ejemplares para las 5 unidades: Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla y Zaragoza. Madrid cuenta con 3 dispositivos, Zaragoza con 2 y el resto con una. Atendiendo al número y a las necesidades de cada unidad se reparten los caballos adquiridos. Por norma general, estos caballos suelen ser Pura Raza Española, Hispano árabe, cruces diversos entre las razas puras (española, árabe e inglesa) y en ocasiones Hannoverianos o Portugueses. A la hora de repartir los caballos se antepone la inicial de la ciudad a la que va a ir destinado el ejemplar al nombre del mismo.
Los caballos que se compran suelen tener de 3 a 4 años ya que es la mejor edad para su adiestramiento. De esta fase se encarga un equipo de potreros para dar una primera fase de doma a los caballos. Una vez finalizada esta fase, cada caballo pasa a ser de un policía el cual se tiene que encargar de su adiestramiento. Es una manera de unir al policía y su animal.
La primera fase consiste en que el caballo aprenda a : soportar el peso del jinete, marchar a los tres aires, adquirir confianza y mansedumbre, etc. Como se puede ver no es una preparación especial. Esta se deja para una segunda fase. En esa segunda fase habrá que acostumbrar al caballo a estar rodeado por una masa de gente, sometido a mucho ruido e incluso a sonido fuertes como disparos o petardos.
Principales misiones
La Sección de Caballería tiene unas misiones muy concretas:
Crean dispositivos de seguridad en concentraciones multitudinarias como son los actos deportivos, políticos, manifestaciones, actos sociales y culturales.
Cómo policía de proximidad y vigilancia de parques y zonas verdes.
Protección de altos mandatarios y personalidades tanto españolas como extranjeras. Así como su actuación en actos protocolarios.
Participan en competiciones hípicas.
Hacen patrullas en sitios con gran afluencia turística.
En algunos casos acuden a poblados marginales y puntos donde existe el tráfico de drogas.
Y en localidades determinadas con gran afluencia de inmigración mantienen la convivencia entre los foráneos y los ciudadanos españoles.
También actúan con las Unidades de Intervención Policial, más conocidos como antidisturbios.
Formación de jinetes
Los cursos para la formación de jinetes se realizan en la Unidad de Caballería de Madrid en la sede de la Casa de Campo. La preparación es corta. En un mes se enseña la parte teórica donde los nuevos jinetes conocen el equipo y la anatomía del caballo así como sus comportamientos y en la parte práctica enseñan a montar y a manejar al caballo y el equipo (defensas de largas dimensiones, casco y otros medios). Aún así, una vez acabado este curso y se esperan un par de meses antes de que el jinete salga a la calle por primera vez.
Esta es la labor de la Unidad de Caballería
Orígenes
La Unidad de Caballería es una de las más antiguas aunque durante su existencia sufrió cambios y durante algunos períodos sufrió cambios, reorganizaciones e incluso llegó a desaparecer.
Se instauró por primera vez el 1 de septiembre de 1825 mediante una Real Orden. Se les denominó como Celadores y debían de ser los encargados de “evitar los robos y tropelías que en su caso se ejecutaran...” Durante este primer periodo contaron con 400 efectivos.
El 1986 quedó dentro del Cuerpo Nacional de Policía tal y como hoy lo conocemos. Se encarga de la seguridad ciudadana y se enmarca dentro del Servicio de Unidades Especiales.
Caballos y adiestramiento
Todos los años la Comisaría General de Seguridad Ciudadana adquiere nuevos ejemplares para las 5 unidades: Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla y Zaragoza. Madrid cuenta con 3 dispositivos, Zaragoza con 2 y el resto con una. Atendiendo al número y a las necesidades de cada unidad se reparten los caballos adquiridos. Por norma general, estos caballos suelen ser Pura Raza Española, Hispano árabe, cruces diversos entre las razas puras (española, árabe e inglesa) y en ocasiones Hannoverianos o Portugueses. A la hora de repartir los caballos se antepone la inicial de la ciudad a la que va a ir destinado el ejemplar al nombre del mismo.
Los caballos que se compran suelen tener de 3 a 4 años ya que es la mejor edad para su adiestramiento. De esta fase se encarga un equipo de potreros para dar una primera fase de doma a los caballos. Una vez finalizada esta fase, cada caballo pasa a ser de un policía el cual se tiene que encargar de su adiestramiento. Es una manera de unir al policía y su animal.
La primera fase consiste en que el caballo aprenda a : soportar el peso del jinete, marchar a los tres aires, adquirir confianza y mansedumbre, etc. Como se puede ver no es una preparación especial. Esta se deja para una segunda fase. En esa segunda fase habrá que acostumbrar al caballo a estar rodeado por una masa de gente, sometido a mucho ruido e incluso a sonido fuertes como disparos o petardos.
Principales misiones
La Sección de Caballería tiene unas misiones muy concretas:
Crean dispositivos de seguridad en concentraciones multitudinarias como son los actos deportivos, políticos, manifestaciones, actos sociales y culturales.
Cómo policía de proximidad y vigilancia de parques y zonas verdes.
Protección de altos mandatarios y personalidades tanto españolas como extranjeras. Así como su actuación en actos protocolarios.
Participan en competiciones hípicas.
Hacen patrullas en sitios con gran afluencia turística.
En algunos casos acuden a poblados marginales y puntos donde existe el tráfico de drogas.
Y en localidades determinadas con gran afluencia de inmigración mantienen la convivencia entre los foráneos y los ciudadanos españoles.
También actúan con las Unidades de Intervención Policial, más conocidos como antidisturbios.
Formación de jinetes
Los cursos para la formación de jinetes se realizan en la Unidad de Caballería de Madrid en la sede de la Casa de Campo. La preparación es corta. En un mes se enseña la parte teórica donde los nuevos jinetes conocen el equipo y la anatomía del caballo así como sus comportamientos y en la parte práctica enseñan a montar y a manejar al caballo y el equipo (defensas de largas dimensiones, casco y otros medios). Aún así, una vez acabado este curso y se esperan un par de meses antes de que el jinete salga a la calle por primera vez.
Esta es la labor de la Unidad de Caballería