Hola a todos.
Como expliqué no se donde ya, con tantos temas, yo, si no pasa entre los dos pilares, lo intento un poco desde arriba, y si veo que puede llegar una pelea gorda, de esas de tu o yo, me bajo, acaricio, y pasamos 1000 veces a pie, que no me pasa nada por bajarme. Luego me subo y se pasa sin problemas.
Caso contrario, espuelas, piernas apretadas, riendas cortas, ¡Caballo arriba! y posiblemente, jinete al suelo.
La siguiente vez que vea dos pilares, desde arriba empujándo un poco y calmando, pasará. ¡Vamos, digo yo que pasa!
Esto siempre es un mundo. Lo que soporto es que al caballo le de miedo algo, que se asuste por algo desconocido, ahora, lo que no dejo pasar por el aro, así me mate, es una cabezonería o un "aqui estan mis coj..." (del caballo, claro).
Os cuento una anecdota de un caballo con un niño, que se volvía para el cortijo cuando andaba 50 metros. Cada vez que salía, sin problemas, ya veis, para dejarle u caballo a un niño, que además iban unos pocos, y salían todos los días, pues el joio caballo, ese día se le ocurre que se vuelve. Lo hizo 4-5 veces, pero se volvía haciendo unas medias de arte, tirao para la cuadra. Llega una persona mayor, de esas de 50 años, que llevan montando 100, y le dice al niño: "llégate por mis espuelas y traete de paso la vara que está allí colgada, esa de la "picha de toro enroscá". Se monta en el caballo, tira pa lante, y efectivamente, a los 50 metros al caballo se le ocurre hacer la media, para la izquierda, y no habían pasado ni una décima de segundo desde que la empezó, cuando se encontró la vara en el cuello, un verdugón como un demonio. Tira para delante, y a los 5 metros otra vez, al otro lado, "picha de toro enroscá" en el lado derecho. Cuando aquello acabó, los niños llorando, de los verdugones que tenía el caballo en el cuello, en la derecha y en la izquierda.
¡Súbete niño, que ya no se te va a volver más!, y ese caballo no se volvió más en su vida.
¿Una barbaridad? Para mi no.
Si a ese caballo no se le da lo que venía buscando, no lo sacas más de la cuadra en lo que le queda de vida.
Una cosa es el miedo, valentía ante las cosas desconocidas y otra muy distinta es el hago lo que me da la gana, que hoy estoy rebelde. ¿Rebelde? Pues se te va a quitar la rebeldía en 5 minutos, rebelde. ¡Esas peleas si que hay que ganarlas, y si es por las malas porque por las buenas no hay manera. pues por las malas.
Perdonar por el tochaco, pero sucedió así.
Saludos
Saludos.
Como expliqué no se donde ya, con tantos temas, yo, si no pasa entre los dos pilares, lo intento un poco desde arriba, y si veo que puede llegar una pelea gorda, de esas de tu o yo, me bajo, acaricio, y pasamos 1000 veces a pie, que no me pasa nada por bajarme. Luego me subo y se pasa sin problemas.
Caso contrario, espuelas, piernas apretadas, riendas cortas, ¡Caballo arriba! y posiblemente, jinete al suelo.
La siguiente vez que vea dos pilares, desde arriba empujándo un poco y calmando, pasará. ¡Vamos, digo yo que pasa!
Esto siempre es un mundo. Lo que soporto es que al caballo le de miedo algo, que se asuste por algo desconocido, ahora, lo que no dejo pasar por el aro, así me mate, es una cabezonería o un "aqui estan mis coj..." (del caballo, claro).
Os cuento una anecdota de un caballo con un niño, que se volvía para el cortijo cuando andaba 50 metros. Cada vez que salía, sin problemas, ya veis, para dejarle u caballo a un niño, que además iban unos pocos, y salían todos los días, pues el joio caballo, ese día se le ocurre que se vuelve. Lo hizo 4-5 veces, pero se volvía haciendo unas medias de arte, tirao para la cuadra. Llega una persona mayor, de esas de 50 años, que llevan montando 100, y le dice al niño: "llégate por mis espuelas y traete de paso la vara que está allí colgada, esa de la "picha de toro enroscá". Se monta en el caballo, tira pa lante, y efectivamente, a los 50 metros al caballo se le ocurre hacer la media, para la izquierda, y no habían pasado ni una décima de segundo desde que la empezó, cuando se encontró la vara en el cuello, un verdugón como un demonio. Tira para delante, y a los 5 metros otra vez, al otro lado, "picha de toro enroscá" en el lado derecho. Cuando aquello acabó, los niños llorando, de los verdugones que tenía el caballo en el cuello, en la derecha y en la izquierda.
¡Súbete niño, que ya no se te va a volver más!, y ese caballo no se volvió más en su vida.
¿Una barbaridad? Para mi no.
Si a ese caballo no se le da lo que venía buscando, no lo sacas más de la cuadra en lo que le queda de vida.
Una cosa es el miedo, valentía ante las cosas desconocidas y otra muy distinta es el hago lo que me da la gana, que hoy estoy rebelde. ¿Rebelde? Pues se te va a quitar la rebeldía en 5 minutos, rebelde. ¡Esas peleas si que hay que ganarlas, y si es por las malas porque por las buenas no hay manera. pues por las malas.
Perdonar por el tochaco, pero sucedió así.
Saludos
Saludos.