Hola.
Me llamo Ana, soy de La Coruña, Galicia, y desde siempre me encantan los caballos.
No me dedico a ellos de manera profesional aunque me encantaría trabajar cuidando caballos, ni monto (miedos, inseguridades, lesiones deportivas, etc.). Pero, por alguna razón, formo vínculos afectivos muy fuertes con cualquier animal, en especial los caballos, así que me encanta mimarlos.
Me sale de manera natural entenderlos y adaptarme a ellos para que ambos disfrutemos. Jamás le he pegado a ningún caballo aún relacionándome con uno híper agresivo y mordedor. De hecho, con este maloso acabé llevándome muy bien simplemente atándolo en corto y ofreciéndole mimos y cosas ricas para poder asearlo y ponerle la manta. El propietario del caballo, subnormal profundo, era más del tipo de darle un fustazo o un golpe si el caballo no le obedecía, lo que hacía que fuese más agresivo... Pero su amazona y yo aprendimos a darle el valor que se merece sin golpes ni gritos. En fin...
Esa etapa de mi vida ya quedó atrás. Ya no estoy en una hípica donde todo el mundo sabe montar a caballo pero ni uno sabe entender su delicada psicología. Ya no tengo que ver golpes y tirones del ramal a animales que están asustados por cualquier cosa y reciben castigos en lugar de comprensión y calma.
Ahora estoy adentrándome en la relación pie a tierra, en la confianza mutua, en los mimos... Con una yegua que será mi futura herencia. Dulce como ninguna, taaan buena... Pero... ¡No tiene instinto curioso! No se acerca, no nos sigue... Está domada y domesticada, pero en ese sentido es muy rara, solitaria incluso. He tenido que trabajar mucho para que no huya al acercarnos por si la vamos a atar y guardar, para que nos busque, para que venga. Y sí, he tenido que sobornarla mucho.
Y ayer me pasó algo muy curioso con ella que es lo que vengo a consultar porque nunca me había pasado con ningún caballo y no sé lo que significa.
¿Sabéis ese sonido que hacen los caballos cuando saben que les vamos a dar de comer? Unos lo llaman hablar, otros motorcito... No sé cuál es su nombre.
Pues bien... Ayer estaba en la finca con mi niña, de cháchara con un vecino. Tenía puesta la cabezada y el ramal suelto sobre su lomo. Estaba achuchándola, rascándola por todas partes para soltarle un poco el pelo que está mudando... Y pasé a la barriga. No se movía salvo por un ligerillo temblor en el labio inferior. Entonces pasé a rascarle la zona exterior de la barriga próxima a la ingle, y la yegua giró completamente el cuello hacia mí, cabeza algo baja, y empezó a hacerme ese ruido de motorcito. Varias veces.
Me asusté. Lo juro. Es que me dejó tan confusa que no sabía si me iba a morder, si le estaba gustando o qué. La he cepillado y rascado mil veces pero no se movía salvo para relajarse, y de repente se gira y me hace ese sonido que yo siempre escuché cuando hay comida de por medio pero nunca aseando a ningún caballo.
¿Sabéis qué puede significar al hacérmelo al rascarla? ¿La estaba molestando? ¿Le estaba gustando?
Gracias por vuestra respuesta.
Me llamo Ana, soy de La Coruña, Galicia, y desde siempre me encantan los caballos.
No me dedico a ellos de manera profesional aunque me encantaría trabajar cuidando caballos, ni monto (miedos, inseguridades, lesiones deportivas, etc.). Pero, por alguna razón, formo vínculos afectivos muy fuertes con cualquier animal, en especial los caballos, así que me encanta mimarlos.
Me sale de manera natural entenderlos y adaptarme a ellos para que ambos disfrutemos. Jamás le he pegado a ningún caballo aún relacionándome con uno híper agresivo y mordedor. De hecho, con este maloso acabé llevándome muy bien simplemente atándolo en corto y ofreciéndole mimos y cosas ricas para poder asearlo y ponerle la manta. El propietario del caballo, subnormal profundo, era más del tipo de darle un fustazo o un golpe si el caballo no le obedecía, lo que hacía que fuese más agresivo... Pero su amazona y yo aprendimos a darle el valor que se merece sin golpes ni gritos. En fin...
Esa etapa de mi vida ya quedó atrás. Ya no estoy en una hípica donde todo el mundo sabe montar a caballo pero ni uno sabe entender su delicada psicología. Ya no tengo que ver golpes y tirones del ramal a animales que están asustados por cualquier cosa y reciben castigos en lugar de comprensión y calma.
Ahora estoy adentrándome en la relación pie a tierra, en la confianza mutua, en los mimos... Con una yegua que será mi futura herencia. Dulce como ninguna, taaan buena... Pero... ¡No tiene instinto curioso! No se acerca, no nos sigue... Está domada y domesticada, pero en ese sentido es muy rara, solitaria incluso. He tenido que trabajar mucho para que no huya al acercarnos por si la vamos a atar y guardar, para que nos busque, para que venga. Y sí, he tenido que sobornarla mucho.
Y ayer me pasó algo muy curioso con ella que es lo que vengo a consultar porque nunca me había pasado con ningún caballo y no sé lo que significa.
¿Sabéis ese sonido que hacen los caballos cuando saben que les vamos a dar de comer? Unos lo llaman hablar, otros motorcito... No sé cuál es su nombre.
Pues bien... Ayer estaba en la finca con mi niña, de cháchara con un vecino. Tenía puesta la cabezada y el ramal suelto sobre su lomo. Estaba achuchándola, rascándola por todas partes para soltarle un poco el pelo que está mudando... Y pasé a la barriga. No se movía salvo por un ligerillo temblor en el labio inferior. Entonces pasé a rascarle la zona exterior de la barriga próxima a la ingle, y la yegua giró completamente el cuello hacia mí, cabeza algo baja, y empezó a hacerme ese ruido de motorcito. Varias veces.
Me asusté. Lo juro. Es que me dejó tan confusa que no sabía si me iba a morder, si le estaba gustando o qué. La he cepillado y rascado mil veces pero no se movía salvo para relajarse, y de repente se gira y me hace ese sonido que yo siempre escuché cuando hay comida de por medio pero nunca aseando a ningún caballo.
¿Sabéis qué puede significar al hacérmelo al rascarla? ¿La estaba molestando? ¿Le estaba gustando?
Gracias por vuestra respuesta.