ecijano dijo:Hola a todos.
Perdona si me equivoqué en la foto, por tu postura y la del caballo parecía galope. Bueno, de lo mismo. Gracias por lo del galope. Cierto es que los hay "artistones".
Volviendo a comentarios anteriores, no se donde colocaban los antiguos la serreta y el serretón, pero yo las coloco en el mismo sitio. Me hacen la misma función, dar ayudas a la cabeza en vez de directamente a la boca. La serreta con o sin pilarillos no se coloca en la parte "tierna", sino en hueso, y no tan alta como las muserolas de cabezadas inglesas, sino más bajas (a la altura de la muserola vaquera). ¿Para qué quiero poner dos cabezadas? ¿Dónde ponían los antiguos el serretón, a mitad de cabeza?
Saludos.
Yo también pienso como tú, y es como yo lo he visto hacer siempre (y como lo hago), yo pongo la serreta en la muserola vaquera (creo entender que es lo que propones).
Además de para defensa (que en realidad también es una ventaja para el potro en momentos complicados, ya que le sujetas con la serreta y no con el bocado, cosa que podría dañarle la boca), también la estoy usando para enseñar a hacer galopes cortos y no quiero castigar con el bocado. Voy sujetando suavemente en una mezcla entre el bocado y la serreta (como haciendo un “cuerpo” entre las cuatro riendas), obligando al potro a galopar corto y con la cabeza colocada. Una vez aprende, le alivio la rienda de la serreta.
Hay gente que las usa en caballos que tienen dificultades para parar (sobre todo algunos que no quieren parar y se defienden echando la cara arriba), porque nadie les ha enseñado y así poco a poco se van corrigiendo. Además, hay caballos que por haber tenido mala doma y peores montadores, tienen la boca muy dura y no responden bien al bocado ni a las espuelas, en ese caso la serreta con pilares es muy útil.
Una cosa que alguien ha dicho (no recuerdo si tú o Iván de León) es que no sirve de nada apretarla mucho, porque la zona se insensibiliza y el caballo deja de percibir. Lo mismo pasa con el bocado, si tu vas forzando al caballo en la boca, llega un momento que se insensibiliza y deja de atender, es mucho mejor siempre los pequeños toquecitos (entiéndaseme bien). Lo mismo con la serreta, si vas continuamente tirando de ella llega un momento que no sirve, hay que ir tocando poco a poco.
En la foto con Caramelo, es cierto que está baja, pero he refrescado la memoria y creo que es una foto de la primera vez que me subí a él en mi casa (lo había probado en la finca donde lo compré, lógicamente....). En realidad, esa vez sólo subí y bajé varias veces.
Un saludo.