AEROFAGIA CON O SIN FIJACIÓN (tragadores de aire)
Para realizar esta conducta el jaco se fija a un objeto con los incisivos superiores (generalmente, bebedero, comedero, cerco o puerta de la cuadra), retrae el cuerpo con fuerza y contrae los músculos del cuello, ingresando aire a la porción craneal del esófago, emitiendo ruido característico. A medida que la conducta (vicio o como le llamemos) va evolucionando se puede hacer más compleja, tal como lamer el objeto antes y después de la fijación. Algunos, los más avispados, tragan aire sin necesidad de fijación, especialmente cuando se eliminan las superficies aptas para ello. A estos caballos son a los que llamamos "tragadores de aire" Esta actividad podemos observarla en caballos que se encuentran solos en la cuadra y en algunos casos en compañía de otros caballos, incluso en libertad y con suficiente espacio
La aerofagia se clasifica dentro de las estereotipias de tipo oral o ingestiva, Es importante diferenciar la aerofagia de otra condición clínica, tal como el defecto congénito del cuarto arco bronquial, en el que los animales muchas veces por error, son descritos como tragadores de aire por los dueños.
El diagnóstico clínico de este defecto se puede verificar por palpación externa y endoscopía, en donde se puede comprobar hipoplasia o ausencia de los músculos cricotiroideo y cricofaríngeo, los cuales se encuentran presentes y normales en el equino con aerofagia estereotipada.
La aerofagia se puede relacionar también con algunos problemas gastrointestinales, pudiendo tratarse más bien de una manifestación o consecuencia de éstos más que de una causa adicional, ya que podría ser una conducta que genera una sensación placentera a un animal que sufre de malestar gastrointestinal (véase ulceras etc). Esta sensación de placer estaría dada, por ejemplo, por la aerofagia como un potencial medio de producción de saliva para contrarrestar el efecto de acidificación a nivel estomacal e intestino grueso, debido a ciertas dietas ricas en almidón.
Es importante tener en cuenta que los jacos sólo producen saliva como respuesta a la masticación, y no como respuesta anticipada a la alimentación. La cantidad de saliva producida va a depender del contenido de agua, tiempo de masticación que empleen y el tipo de alimento que se les suministre.
Raciones con un alto porcentaje de concentrado disminuyen la cantidad de saliva producida y con esto la lubricación del bolo de alimento y la alcalinización a nivel de estómago e intestino grueso, favoreciendo la presentación de úlceras gástricas.
Este tipo de vicio puede aparecer también por diferentes factores como el tipo de cama (de paja), el número de horas que pasa pastando y por supuesto el tipo de animal, que cada bicho es un mundo a descubrir.
Por norma general la gente piensa que esta conducta es contagiosa, pero esto no está comprobado o al menos no existen estudios fehacientes de ello.
Una de las consecuencias innegables de la aerofagia con fijación es el excesivo desgaste de los incisivos superiores, que puede ocasionar que el animal pierda el contacto entre éstos y los incisivos inferiores al momento de la oclusión, haciéndose muy complicada la masticación. Lo anterior puede llevar a una disminución significativa de la condición corporal (caballos que no engordan) y riesgo de ingestión de astillas. Los músculos del cuello también pueden sufrir una hipertrofia, con los consecuentes dolores musculares en esta zona (caballos rígidos, difíciles de montar, que no aceptan bien la contracción y descontracción, etc. y un sinfín más de problemas que generalmente asociamos a otro tipo de complicaciones en la monta/ doma) Otra secuela de este vicio es la dilatación del estómago en aquellos casos en que el aire pasa más allá del esófago, con los ya temidos por todos, episodios de cólico (timpanismos varios)
Los collares, de todo tipo inventados y en el mercado: no suele funcionar, provocan más estrés en el animal y cuando se retiran los bichos tienden a reanudar su vicio con mayor intensidad si cabe
Existen unos frenos gruesos de madera o goma para impedir que el equino cierre la boca, que si en ciertos momentos puedan ser efectivos a mí me parecen una salvajada y poco recomendables al igual que los collares de corriente eléctrica a forma de castigo
Otra opción es la quirúrgica.
Neurectomía de la rama ventral del nervio espinal accesorio.
La miotomía de los músculos ventrales del cuello o una combinación de las dos.
Otra técnica consiste en una miotomía parcial de los músculos omohyoideo, esternohyoideo y esternotiroideo acompañada de la mencionada neurectomía.
Todas ellas solo serían justificadas en casos extremos y evidentemente como último recurso y siempre consideradas por el veterinario ( no veo la necesidad de explicar dichas técnicas pues no soy partidaria de ellas)
El hecho de que este vicio sea desagradable para el dueño y costoso para su bolsillo no es una razón válida para someter al equino a una cirugía o al dolor provocado por el collar o electricidad.
Así que ya solo nos quedan los tratamientos conductuales por terapia de aversión, si consideramos esta conducta como el resultado de un aprendizaje tendremos que hacer que el jaco aprenda a des-aprender el vicio adquirido (preguntarles a los publicistas de ing direct que de eso saben un rato)
También podemos (si nuestra economía y tiempo nos lo permiten) facilitarle al caballo más espacio, aumentar el tiempo que pasa pastando, proporcionarle mayor cantidad de forraje, tenerle entretenido con ejercicio suave diario, compañía de otros caballos y sobre todo y más importante…. Santa paciencia, muuucha paciencia y asimilar que tendremos un animal con “ciertos problemas” y determinados cuidados y atenciones específicas de por vida.