Buena pregunta, Walkiria (que a propósito, que Nick más bueno

). Hoy en día, ya no hago esas cosas de esa manera, no descarco camiones enteros, no puedo hacerlas ya, pero no creas que no me gustan, en mi país me hacía más ilusión ir a trabajar al campo que cualquier otra cosa ..., y el trabajo era duro, desde que tenía 11 años sólo quería hacer trabajos físicos con animales, caballos y todo tipo de ganado, porque me daba el cuerpo y porque me gustaba el cansancio que sentía luego, un cansancio más reconfortante que el estar sentado en un escritorio ...
Sé perfectamente a lo que apuntas, que no es gratificante en general pasarse la vida rompiéndose la espalda, y es verdad, pero tampoco lo es romperse la espalda en la obra, aunque ganes más, digo yo. Pero creo, firmemente creo, que si tienes condiciones y una pasión innata, puedes crear tu mundo alrededor de los caballos, que deberás tener paciencia, mucha paciencia, aprender mucho, muchisimo, tener un toque personal (tal vez un toque especial), y en algún momento dejarás de descargar camiones, o te comprarás un torito

para hacerlo, jeje. Muchas profesiones son sumamente difíciles, al principio son malísimas y casi no dejan gratificación, pero cuando "toda tu vida" gira en torno a un tema, el que sea, tanto, como si fuera una obsesión, o una maldición en algunos casos, "no puedes" hacer otra cosa sin sentirte infeliz o frustrada.
Mira, sinceramente, creo que esto de la afición a los caballos, una afición malsana como la mía, en que no puedo pensar en otra cosa durante el 99% del día, ni hacer casi otra cosa porque lo demás no me hace feliz, no es una bendición, sinceramente, pero creo que el vale la pena intentarlo, siempre vale la pena intentarlo, aunque luego debas dejarlo por lo que sea, vale la pena porque sino la vida se convierte en un infierno (sí, estoy más payá que pacá, lo se ...), y si no tengo un caballo me muero, y si no estoy con caballos me marchito, y si no los veo todos los días de mi vida me entristezco sin que nada en el mundo pueda alegrarme de verdad.
El trabajo duro, nadie sabe cuanto echo de menos poder hacerlo de verdad, y como me llena de impotencia no poder hacerlo yo todo solita, pero se pueden hacer muchas otras cosas, y se pueden elegir.
Una nota ilustrativa, mi hija comenzó a trabajar en picaderos a los 12 años (loca como yo) y tal vez tuvo suerte, pero en los dos sitios que ha estado apenas ha sacado cuadras (2% del tiempo), desde esa edad ha echado de comer, bañado, dado cuerda, sacado a pasear, a hacer ejercicios, y en la última etapa, en el último picadero que ha estado y que tuvo que dejar hace unos meses por sus estudios (a cierta edad también hay que estudiar), tuvo la inmensa fortuna de encontrar a un "maestro" extraordinario, que confió en ella, que le enseñó muchísimo, que le mostró como domaba, como sacaba los aires, en fin, todo lo que podía le enseñaba y le daba los caballos para que los trabajara bajo su experta y concienzuda supervisión. Desde mi experiencia te digo, que a mi niña en los picaderos la han cuidado, la han mimado, le han enseñado y hasta han llegado a adoptarla en un caso casi como una verdadera hija, tanto que hasta me emociona pensarlo, de verdad, así que tal vez sea cuestión de suerte, o de la buena leche de la gente

que le ha tocado.
Pues eso
