Lo que ocurre en la mayoría de los casos es que no tienen doma ninguna, como los vemos tan pequeños no hacemos caso a su doma y en realidad para que hagan lo mismo que un caballo normal (dejarse colocar la cabezada, ir a la mano detras nuestra, dejarse colocar la silla, dejarse montar, enganchar, etc etc.) necesitan un proceso de doma practicamente igual al de un caballo normal, cosa que en la mayoría de los casos no hacemos. El resultado es que la mayoría tienen mil manías y problemas.
En el caso que expones, ¿Que harías si en vez de un poni fuese un caballo normal?. Pues aplicalo al poni.
saludos.