Buenas tardes, mi nombre es Ramon y acabo de registrarme en el foro. Llevo más de 3 años montando a caballo en una hipica donde se imparten clases de doma clásica.
Pues bien en la hipica tenemos un caballo nuevo, el cual cuesta muchísimo poner el bocado. Os pongo en situación.
El caballo se deja poner perfectamente el cabezal de cuadra, sale bien del box y se deja atar en una de las anillas. Lo cepillamos sin ningún problema, hasta entonces se deja tocar por casi todos lados. Cuesta un poco acariciar las orejas pero después de sobetear un poco termina dejándose sin problemas.
Colocamos su montura sin problemas también. Lo peor viene cuando nos ve con el bocado en la mano.
Para poner el bocado, amarramos el cabezal de cuadra al cuello dejandolo atado a la anilla, nos colocamos a su izquierda, pasamos el brazo derecho por debajo de su cabeza y le agarramos la frente para que no suba la cabeza. Le acercamos el filete a su boca y la abre perfectamente. Cuando lo tiene dentro empieza a juguetear con él, mordiendolo sin aparente preocupación. El problema comienza en cuanto subimos la mano para poder pasarle las orejas.
En ese momento, el caballo pega un tirón de la cabeza hacia arriba y no hay quien le pueda pasar la frontalera por las orejas. Hay que decir que el caballo es bastante grande y si sube la cabeza, la mayoría de los alumnos no llegamos.
Hemos probado también a poner una caja en el suelo para poder estar más a su altura y tampoco hemos conseguido nada. En cuanto ve que queremos pasar las orejas, mueve la cabeza para todos los lados y no nos deja.
Hay que decir que en alguna ocasión, se le ha agarrado de la oreja para que se estuviera quieto porque ha sido la única forma de que se dejara poner el bocado. Después de horas, y no exagero, intentando que el caballo se estuviera quieto, acariciando, premiando en cuanto bajaba la cabeza no hemos podido ponerselo y hemos tenido que optar por la fuerza, es decir, agarrarle la oreja en un descuido, pues entonces baja la cabeza casi hasta el suelo y se le ha puesto rápidamente. Pero claro, esa no es la solución. Y ahora tenemos el problema aún mas grande si cabe que al principio.
Lo peor, es que tenemos la sensación de que el caballo nos toma el pelo, y que lo que no quiere es salir a trabajar (aunque una vez montado va bien y trabaja con ganas) puesto que se deja acariciar las orejas normalmente, con trabajo pero se deja. Es al ver el bocado cuando empieza con las tonterias.
Estamos un poco desanimados con el caballo porque a todos nos gusta bastante la morfología que tiene y como se comporta en pista pero ponerle el bocado se ha convertido en una lucha diaria y la verdad es que ya son algunos días en los que la "batalla" la ha ganado él.
En fin, si teneis algún consejo con algún caso en concreto que os haya pasado, muchas gracias de antemano.
P.D: No es un potro, tiene 9 años aunque poca doma. Está verde aún.
Pues bien en la hipica tenemos un caballo nuevo, el cual cuesta muchísimo poner el bocado. Os pongo en situación.
El caballo se deja poner perfectamente el cabezal de cuadra, sale bien del box y se deja atar en una de las anillas. Lo cepillamos sin ningún problema, hasta entonces se deja tocar por casi todos lados. Cuesta un poco acariciar las orejas pero después de sobetear un poco termina dejándose sin problemas.
Colocamos su montura sin problemas también. Lo peor viene cuando nos ve con el bocado en la mano.
Para poner el bocado, amarramos el cabezal de cuadra al cuello dejandolo atado a la anilla, nos colocamos a su izquierda, pasamos el brazo derecho por debajo de su cabeza y le agarramos la frente para que no suba la cabeza. Le acercamos el filete a su boca y la abre perfectamente. Cuando lo tiene dentro empieza a juguetear con él, mordiendolo sin aparente preocupación. El problema comienza en cuanto subimos la mano para poder pasarle las orejas.
En ese momento, el caballo pega un tirón de la cabeza hacia arriba y no hay quien le pueda pasar la frontalera por las orejas. Hay que decir que el caballo es bastante grande y si sube la cabeza, la mayoría de los alumnos no llegamos.
Hemos probado también a poner una caja en el suelo para poder estar más a su altura y tampoco hemos conseguido nada. En cuanto ve que queremos pasar las orejas, mueve la cabeza para todos los lados y no nos deja.
Hay que decir que en alguna ocasión, se le ha agarrado de la oreja para que se estuviera quieto porque ha sido la única forma de que se dejara poner el bocado. Después de horas, y no exagero, intentando que el caballo se estuviera quieto, acariciando, premiando en cuanto bajaba la cabeza no hemos podido ponerselo y hemos tenido que optar por la fuerza, es decir, agarrarle la oreja en un descuido, pues entonces baja la cabeza casi hasta el suelo y se le ha puesto rápidamente. Pero claro, esa no es la solución. Y ahora tenemos el problema aún mas grande si cabe que al principio.
Lo peor, es que tenemos la sensación de que el caballo nos toma el pelo, y que lo que no quiere es salir a trabajar (aunque una vez montado va bien y trabaja con ganas) puesto que se deja acariciar las orejas normalmente, con trabajo pero se deja. Es al ver el bocado cuando empieza con las tonterias.
Estamos un poco desanimados con el caballo porque a todos nos gusta bastante la morfología que tiene y como se comporta en pista pero ponerle el bocado se ha convertido en una lucha diaria y la verdad es que ya son algunos días en los que la "batalla" la ha ganado él.
En fin, si teneis algún consejo con algún caso en concreto que os haya pasado, muchas gracias de antemano.
P.D: No es un potro, tiene 9 años aunque poca doma. Está verde aún.