la yegua tiene 11 años nivel de doma lo basico y lo que yo creo que pasa es que la yegua estaba hasta las narices de llevar a una persona de 120 kilos encima 42 kilometros sin parar que es lo que le hacia el anterior dueño y ahora piensa que va a ser igual. un saludo y gracias
Hola Halem, no tomes a mal mi mensaje, porque entiendo tu situación y tus buenas intenciones con el animal, pero quizás no sepas que ayudar -como dices.- a una yegua con un mal pasado es difícil, para ti y para cualquiera. Así que te voy a decir algo que quizás te parezca un poco duro:
Desafortunadamente las historias con caballos maltratados no suelen ser cuentos de hadas “ el pobre caballo maltratado estaba con un dueño horrible, pero ahora que está en mis manos y lo trataré bien, con cariño y paciencia, y no le faltará de nada él se dará cuenta y se volverá un caballo maravilloso que me devuelva todo el amor que yo le doy……”,
“ sólo hace falta que se dé cuenta que yo no soy como su anterior dueño y todo cambiará…”
No, y no, y no. Muy al contrario.
Si tú caballo ha tenido un mal manejo –y posiblemente causa de ello molestias físicas-, contigo va a utilizar todas las defensas que antes intentaba con su dueño,( más todas las que intenta cualquier caballo cuando cambia de dueño a uno más inexperto, más si el caballo posee un nivel de doma bajo) pero éste conseguía neutralizarlas, bien por la fuerza o porque poseía más recursos que tú, aunque no fuesen los adecuados. Si no has sabido responderle correctamente desde el instante “0”, el animalito te ha ido ganando terreno, si encima –como es más que probable- tiene algún dolor que explica parte -o incluso todos- sus comportamientos pues tienes una mezcla de la que pocos saben salir por su propio pie.
El animal (que no te ve como su “salvadora” de las garras de un maltratador, sino que posiblemente te percibe como alguien débil –son animales-) posiblemente vaya a peor y tú te desilusiones cada vez más porque no entiendas que con lo bien que lo tratas ahora él se porte de esa manera, sin dejarte ni siquiera subir, y pensarás, como piensas, que el problema es que él “piensa” que tú eres como su anterior dueño. Los caballos no piensan –no he dicho que no razonen como caballos que son-, pero sobre todo, no piensan como las personas.
Y cada vez que realizamos esa identificación, bastante frecuente por cierto, estamos enfocando el problema de una forma completamente errónea. Y desde un mal enfoque difícilmente vamos a encontrar una buena solución.
Es un caballo, un caballo que si sabes escucharle con su comportamiento te está diciendo muchas cosas, pero, probablemente, muy distintas a las que tú crees entender
Busca otro par de orejas entrenadas, aparte de las tuyas, verás que cuatro orejas escuchan mucho más y mejor que dos.