Domar las crines es un tema de paciencia. Lo mejor es hacerle trencitas, lo más finas que se puedan, y trenzadas bien tirantes hacia abajo. Dejarlas el máximo tiempo que se pueda, y si se deshacen volverlas a hacer. Para el día a día, mientras lo aseas (cepillado, cascos etc) puedes ponerle un paño mojado sobre la zona que se levanta.
Pero no esperes resultados de hoy para mañana ni trucos mágicos. Paciencia y perseverancia es lo único que funciona...