El test de flexión se realiza para localizar una cojera no perceptible a simple vista o que no está localizada. Se trata de forzar las articulaciones de las extremidades, cogiénolas como si fuésemos a herrar pero de forma exagerada y manteniendo esa posición alrededor de 5 minutos. En el momento que se suelta la extremidad hay que trotar de forma inmediata al caballo en línea reca y sobre terreno duro.
Si no cojea, esa extremidad tiene más posibilades de estar sana; no es del todo preciso este sistema porque algunas zonas que puedan estar dañadas no se fuerzan con este test, y por tanto no se enfatiza hacia el exterior. Si cogea tenemos la seguridad absoluta de que la extremidad está dañada, pero no sabemos en que grado.
Por tanto, el test de flexión es un sistema de descarte y orientación de posibles cojeras, es a lo primero a lo que se acude ante la duda de una cogera, pero hay que comletar el diagnóstico con otras pruebas si se quiere una respuesta concreta.