Hola Silvia,
no te apures ni tengas prisa, ya que es lógico que hayas perdido "algo", pero volverás a montar con la misma seguridad que antes en poco tiempo. El caballo te notará más "débil" por la falta de ejercicio, especialmente en la pierna lesionada (aunque hayas hecho rehabilitación). Yo me partí un tobillo y me tuvieron que operar, y estuve tres meses sin montar hasta que el médico me dió permiso para pasear a caballo, pero de trotar con estribos ¡ni hablar! Como te puedes imaginar, el caballo, aunque se ejercitó durante ese tiempo (lo soltaban, hacía caminador, lo montaban de vez en cuando...) estuvo muy relajadito de trabajo y, entre que yo estaba recuperándome (aún estuve dos meses más de rehabilitación y otro más hasta el alta definitiva) y que el animal tenía que volver "al trabajo", sufrí innumerables tomaduras de pelo por parte del caballo, hasta que he vuelto a estar más o menos bien (todo lo bien que puedo estar yo). Echando cuentas... me lesioné en julio y hasta enero no empecé a montar de nuevo medio decentemente.
Y otro punto: el psicológico. Ese miedo a que llueva sobre mojado (volver a caerte y que te vuelvas a machacar el tobillo). En enero me dí un leñazo al tropezar el caballo al galope y salir volando mientras el caballo clavaba el hocico en el suelo. Fue mágico. Me levanté con un ligero dolor en el costado y con una sonrisa de oreja a oreja. Esta vez mi orgullo no estaba magullado, y me había vacunado contra el miedo a esa primera caída después del "suceso". Ahora tengo la misma prudencia de antes pero con un poco más de seguridad, y eso el caballo lo nota.
En resumen, y después de haberos contado mi batallita particular, lo que quiero decirte es que ánimo, que es solo cuestión de un poco de tiempo volver a montar con la seguridad y precisión de antes, pero que cuides tu zona lesionada aún durante unos meses, pues aunque te encuentres bien es aún una zona sensible.