A muchos niños les colgaría yo el cartelito de "Niño peligroso". Aunque la verdad sea dicha, los animales lo saben. Conocí a un niño que cuando venía a comer, los perros y los gatos desaparecían, y no volvían a aparecer hasta que se iba el niño.
Claro, otra cosa es que no se puedan escapar.
Mis caballos no muerden, a sabiendas. Mi yegua, le puedes poner la mano en la boca, acercársela con o sin comida, ella tienta con los morritos y si hay algo lo coge, si no hay nada, pues nada (puede hasta chuparte los dedos sin morderlos). Pero mi caballo es más tontorrón, y si le pones la mano en la boca, puede que muerda pensando que le estás dando comida o golosinas. A los niños hay que educarlos: no se toca un perro que no conoces, ni se pasa por detrás de un caballo (lo conozcas o no), ni se le pone la mano en la boca.
Igual es que soy muy bruta, perdonad, pero yo no me sentiría con mala conciencia si mi caballo le diera una patada a un niño. Mi caballo jamás pega patadas. Bueno, jamás no, porque cuando le curo los arestines a veces me aparta el pie con cierta brusquedad, y sí, podría considerarse una patada. ¿Qué tendría que hacer para estar absolutamente segura de que nunca, nunca jamás, bajo ninguna circunstancia, daría una patada? ¿No dejarlo atado en su anilla? ¿No dejarlo en su paddock? ¿No herrarlo? ¿Impedir de forma física el contacto con cualquier persona?
Mis caballos están bien educados. Las personas que tratan con ellos día a día también. Aún así existe el riesgo de accidente, los accidentes ocurren, para eso los tengo asegurados.
Ya quisiera yo que algunos padres pudieran decir eso de sus hijos.
Claro, otra cosa es que no se puedan escapar.
Mis caballos no muerden, a sabiendas. Mi yegua, le puedes poner la mano en la boca, acercársela con o sin comida, ella tienta con los morritos y si hay algo lo coge, si no hay nada, pues nada (puede hasta chuparte los dedos sin morderlos). Pero mi caballo es más tontorrón, y si le pones la mano en la boca, puede que muerda pensando que le estás dando comida o golosinas. A los niños hay que educarlos: no se toca un perro que no conoces, ni se pasa por detrás de un caballo (lo conozcas o no), ni se le pone la mano en la boca.
Igual es que soy muy bruta, perdonad, pero yo no me sentiría con mala conciencia si mi caballo le diera una patada a un niño. Mi caballo jamás pega patadas. Bueno, jamás no, porque cuando le curo los arestines a veces me aparta el pie con cierta brusquedad, y sí, podría considerarse una patada. ¿Qué tendría que hacer para estar absolutamente segura de que nunca, nunca jamás, bajo ninguna circunstancia, daría una patada? ¿No dejarlo atado en su anilla? ¿No dejarlo en su paddock? ¿No herrarlo? ¿Impedir de forma física el contacto con cualquier persona?
Mis caballos están bien educados. Las personas que tratan con ellos día a día también. Aún así existe el riesgo de accidente, los accidentes ocurren, para eso los tengo asegurados.
Ya quisiera yo que algunos padres pudieran decir eso de sus hijos.