Wenas: Venga va, os lo voy a decir:
Para que un caballo brille ecepcionalmente tanto con pelo de invierno, como de verano, teneis que comprar semilla de linaza,y cada dia remojarla. Os digo como lo hago yo: Sobre 200gramos de semilla en un recipiente,y cubrir de agua doble que las semillas. Hacerlo de un dia para otro,solo en una toma.
A mi me cuesta el kg 1 euro.No tiene nada que ver a otro producto,a los 20-25 dias de uso empezais a ver la diferencia.
Wenas: El brillo obtenido por lustre "cepillado" es un brillo artificial. El verdadero brillo lo da la alimentación correcta "brillo natural"
El lustre hace brillar el pelo,pero la calidad del pelo no cambia.
La alimentación hace brillar el pelo,porque gana en calidad.
……ni entro ni salgo en la receta de nacha.
….ni entro ni salgo en una posible discusión sobre si un caballo por añadirle 200 gr diarios de semillas oleaginosas como la linaza, -que en la naturaleza jamás habrían constituido ni muy remotamente esa proporción ni ese aporte diario de la dieta-, con el único objetivo de incrementar el brillo del pelaje, estamos realizando una “dieta natural”. Y obteniendo una belleza “natural” o “artificial”.
Cada uno que le dé el peso que quiera a la belleza del pelaje de su caballo. Y que maneje la alimentación orientada a obtenerla como considere más oportuno.
Pero yo antes de empezar a administrar semillas de lino, tendría en cuenta que aunque los riesgos soy muy, muy bajos, la semilla de lino es potencialmente tóxica, -he dicho “potencialmente”-, y antes de elegir la forma de administrarla, el tiempo, la manipulación y el origen de la linaza tendría en cuenta que:
- Hay quien dice que remojar las semillas enteras es la forma más peligrosa de administrarla, ya que se liberan y ponen en contacto los componentes tóxicos de la semilla, reaccionando entre sí. Hay sin embargo quien opina que es la forma más segura de hacerlo.
- Hay quien afirma que después de mantenerla en remojo es imprescindible hervirla o al menos añadirle agua hirviendo para que los compuestos tóxicos se liberen en forma gaseosa. Hay quien dice que eso es innecesario. Y hay quien dice que es necesario pero el calor destruye gran parte de los ácidos grasos beneficiosos de la semilla.
- Hay quien asegura que las semillas enteras no son digeridas apenas por los caballos, ya que al ser tan diminutas no pueden masticarlas suficientemente, y que las propiedades derivadas de su consumo lo son sólo de mucílago que se forma durante la digestión alrededor de las cubiertas de los granos. Hay quien asegura que hay estudios que afirman que los caballos digieren una gran parte de las semillas enteras suministradas.
- Hay quien afirma que la forma más segura de administrarla es en harina, molida. Hay quien prefiere comprarla ya especialmente formulada para ganado, estabilizada en el proceso de obtención. Hay quien prefiere comprarla entera y molerla cada día porque nunca debe administrarse molida de un día para otro, salvo la harina tratada comercialmente. Hay quien dice que es peligroso molerla uno mismo ya que hay que ser muy cuidadoso que no queden restos en el aparato usado para ello de días anteriores.
- Hay quien compra linaza ya seleccionada y pretratada para consumo de caballos , y quien dice que no es necesaria tanta precaución y opta por el menor precio al que puede encontrarla.
- En general se asegura que hay que tener bastantes precauciones con la forma y lugar de almacenamiento tanto de semillas como de harina.
- Hay quien afirma que debe darse diariamente, y quien afirma que todo lo más una o dos veces a la semana.
- La mayoría están de acuerdo en que las cantidades deben ser dosis pequeñas, pero algunos –pocos- aseguran que no hay riesgo alguno en que lo sean mayores. Hay quien afirma que las enzimas digestivas y el ambiente ácido del estómago del caballo es capaz de detoxificar incluso grandes cantidades de semilla o harina de linaza. Hay quien dice que hay un umbral a partir del cual ya es peligroso. Hay quien dice que los caballos para detoxificar los productos tóxicos necesitan el azufre contenido en muchos aminoácidos, por lo que caballos desnutridos o con dietas muy pobres en proteínas podrían ser ineficientes en ese proceso.
- Hay quien le atribuye infinitas propiedades positivas a la linaza, especialmente por su contenido en Omega 3 etc. Hay quien diferencia entre propiedades atribuidas y propiedades demostradas, y afirma que aunque existen múltiples estudios en humanos, aún existen pocos estudios demostrados en caballos.
- Hay quien ve la linaza como un gran remedio para infinitas enfermedades, aunque sus caballos no las tengan. Y quien es más cauto y mira el otro lado de la moneda, que suele haberlo.
- Hay quien tiene en cuenta que la linaza si existen enfermedades o afecciones preexistentes en el caballo, sobre todo digestivas, debe ser administrada con precaución. Hay quien dice que hay que extremarlas si el caballo tiene problemas de tiroides, entre otros.
- Hay quien dice que la linaza, por su contenido en aceite –ácidos grasos-, puede administrarse en caballos con cierta actividad física, alto rendimiento, competición etc, pero que provoca un exceso calórico y la posibilidad de otras interacciones en caballos estabulados, escasamente ejercitados o con tendencia al sobrepeso.
- Hay quien sabe que la linaza posee un alto contenido en fósforo. Y hay quien sabe –como nombró carolek hace tiempo- que en caballos es muy importante mantener el equilibrio cálcio-fósforo adecuado en la dieta. Hay quien sabe que una forma de corregir el desequilibrio generado por la linaza es añadir una fuente de calcio, y que la alfalfa es una de ellas.
- Hay quien advierte que la linaza en exceso y sin la manipulación y origen correcto de las semillas es un potente veneno. Hay quien la administra alegremente sin saberlo ni tenerlo en cuenta.
- Hay quien sabe que hay distintos tipos de selección de cultivos de lino en los que se ha intentado minimizar las concentración de sustancias tóxicas de las semillas, según sean para consumo humano, animal, para industria textil etc, y que es importante saber el origen de nuestras semillas
- Hay quien afirma que las posibilidades de que la linaza llegue a tener efectos tóxicos, incluso en las peores manipulaciones y dosificaciones, es muy pequeño. Hay quien dice que por poco probable que sea, no debe ignorarse.
Y yo ni afirmo, ni desmiento, ni me posiciono.
Yo cepìllo, alimento lo más correctamente que sé y los tengo en libertad porque puedo. Si brillan más o menos no entra en mi concepto de belleza. Aunque respeto y entiendo el interés de cualquiera, incluso necesidad para los que posean animales valiosos, en competición, morfológicos etc.
(Lo que he escrito es lo que recuerdo de cuando hace tiempo estuve valorando añadírsela a un caballo que empecé a cuidar que tenía alergia a los culicoides – o eso pensamos porque el dueño no estuvo por la labor de llamar al veterinario-, el pobre estaba hecho un cristo, daba lástima verle cuando llegó, y yo desafortunadamante no tengo mucho tiempo para dedicarme a cuidados y curas de cada caballo. No recuerdo lo que leí entonces, pero parece sí había evidencia que la linaza ayudaba al cuadro inflamatorio de la alergia. Me da pereza buscar los estudios y está “
out of the scope” del tema, si a alguien le interesa debe ser fácil encontrarlos, o que me lo diga y echo un vistazo.
En cualquier caso el dueño se deshizo del animal, que es lo que quería, antes de que me diese tiempo probar.)
Ah se me olvidaba: el veneno contenido en las semillas de linaza (
Linum usitatissimun) – en sus componentes por separado: glucósidos cianogenéticos y enzimas-, no es ni más ni menos que el Cianuro –de hidrógeno-.
También conocido como ácido prúsico, capaz de generar graves intoxicaciones y la muerte casi instantánea de ganado pastando en cultivos de ciertas especies de plantas, entre ellas el sorgo o el lino.
No hay que caer en la alarma fácil, como ocurrió hace unos años con la moda de la linaza en humanos: todos los días comemos semillas con ciertas cantidades mínimas de varios tipos de cianuro, y el lino seleccionado se está utilizando incluso para camas de caballos. Pero no está de más conocer exactamente qué es lo que le vamos a dar a nuestro caballo.
Como todo, en su justa medida, y teniendo en cuenta que “lo natural “ no es en realidad siempre tan “natural” como pensamos.
Y que, repitiéndome de nuevo, lo “natural” no es siempre ni inocuo, ni seguro.