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Deleted member 18486
Invitado
Me encanta este texto, y estoy segura de que muchas propietarias se reconocerán en estas palabras. Así mismo, que sirva de motivación, también para aquellas personas que se decidan a tener algún día su propio caballo, y alcanzar ese sueño tan deseado, convertido en realidad por fin.
Realmente hay mucha verdad en estas palabras y por eso las quiero compartir. Espero que os guste.
"Y listo!! Por fin realizaste tu sueño, te compraste por fin tu caballo. Tu primer caballo. Aquel que realmente, tanto has deseado despues de tantos años. Está aquí, delante tuyo, mientras desbordas felicidad y orgullo.
Aún no te has dado cuenta, pero en realidad, has comprado un océano de lágrimas. Claro, no lo sabes, pero vas a llorar...
Lloraras de miedo, tendrás miles de dudas. Dudaras hasta de ti misma. Pensarás que no llegarás, que no serás capaz de comprenderle, de comunicarte bien con el, de no hacerte querer por el.
Tendrás miedo de mal educarlo, de hacer de él un caballo retorcido, mal en sus pies, mal en su piel, mal en su cabeza...
El es tan importante para ti, representa tanto para ti, que tendrás miedo de echarlo a perder.
Lloraras de rabia, te llevará a ponerte de cara a tus límites, te hará vivir el fracaso, hasta incluso puede hacerte daño y herirte o lastimarte. El te dirá NO y después hará lo contrario. Te pedirá aprender, te pedirá que te pruebes, te pedirá que reflexiones, que trabajes más, que te cuestiones todo absolutamente todo. Te sacará de tu zona de confort, será difícil, y te demostrará que lo que funciona para todos no funciona con el.
Lloraras de inquietud. Un día verás que no está bien, quizás tiene dolor, sufrirá? Y tu rogaras por encontrar un remedio, deseando con todas tus fuerzas que vuelva a estar bien y serías capaz de todo para salvarlo. Irías al fin del mundo si hace falta.
Llorarás de alegría. Te hará vivir tus mayores éxitos. Tus mayores logros vendrán de los desafíos que Él te ha dado y que has enfrentado. Él te guiará por el camino de lo que creías que era imposible. Él te hará experimentar una alegría que solo los jinetes entienden, con solo mirar a su caballo.
Llorarás con humildad. Te enseñará que nada se adquiere para siempre. Que a veces lo que más nos enorgullece no dura. Te avergonzará frente a otros que admiras. Te enseñará a buscar ser solo tú mismo, en lugar de defender una imagen que se ve bien. Llorarás de satisfacción. Un día mirarás hacia atrás y verás lo lejos que has llegado. Verás cuánto gracias a él te has convertido en una mejor persona, en un mejor jinete, en un mejor propietario. Verás cuánto has evolucionado, cuánto has aprendido. Y estarás agradecido.
Por supuesto, llorarás de pena. Porque un día, el caballo de tus sueños será viejo. Puede ser con la cabeza apoyada en tus rodillas que respire por última vez. Y allí, sentirás que la tierra se abre bajo tus pies, que tu universo se derrumba. Tu corazón se está rompiendo. Pero a pesar de todas esas lágrimas, ese caballo que acabas de comprar, sin saberlo, se convertirá en parte de quién eres, parte de tu alma, parte de tu corazón, y estarás tan profundamente conectado que compartirás los mismos pensamientos.
Recuerda, sin embargo, que mucha gente a tu alrededor nunca entenderá la fuerza del vínculo que te une, el valor que tiene a tus ojos, todo el tiempo y la energía que pondrás en construir este vínculo con él. Y lloraras por sentirte incomprendida.
Marjolaine (Cheval Concept)
Realmente hay mucha verdad en estas palabras y por eso las quiero compartir. Espero que os guste.
"Y listo!! Por fin realizaste tu sueño, te compraste por fin tu caballo. Tu primer caballo. Aquel que realmente, tanto has deseado despues de tantos años. Está aquí, delante tuyo, mientras desbordas felicidad y orgullo.
Aún no te has dado cuenta, pero en realidad, has comprado un océano de lágrimas. Claro, no lo sabes, pero vas a llorar...
Lloraras de miedo, tendrás miles de dudas. Dudaras hasta de ti misma. Pensarás que no llegarás, que no serás capaz de comprenderle, de comunicarte bien con el, de no hacerte querer por el.
Tendrás miedo de mal educarlo, de hacer de él un caballo retorcido, mal en sus pies, mal en su piel, mal en su cabeza...
El es tan importante para ti, representa tanto para ti, que tendrás miedo de echarlo a perder.
Lloraras de rabia, te llevará a ponerte de cara a tus límites, te hará vivir el fracaso, hasta incluso puede hacerte daño y herirte o lastimarte. El te dirá NO y después hará lo contrario. Te pedirá aprender, te pedirá que te pruebes, te pedirá que reflexiones, que trabajes más, que te cuestiones todo absolutamente todo. Te sacará de tu zona de confort, será difícil, y te demostrará que lo que funciona para todos no funciona con el.
Lloraras de inquietud. Un día verás que no está bien, quizás tiene dolor, sufrirá? Y tu rogaras por encontrar un remedio, deseando con todas tus fuerzas que vuelva a estar bien y serías capaz de todo para salvarlo. Irías al fin del mundo si hace falta.
Llorarás de alegría. Te hará vivir tus mayores éxitos. Tus mayores logros vendrán de los desafíos que Él te ha dado y que has enfrentado. Él te guiará por el camino de lo que creías que era imposible. Él te hará experimentar una alegría que solo los jinetes entienden, con solo mirar a su caballo.
Llorarás con humildad. Te enseñará que nada se adquiere para siempre. Que a veces lo que más nos enorgullece no dura. Te avergonzará frente a otros que admiras. Te enseñará a buscar ser solo tú mismo, en lugar de defender una imagen que se ve bien. Llorarás de satisfacción. Un día mirarás hacia atrás y verás lo lejos que has llegado. Verás cuánto gracias a él te has convertido en una mejor persona, en un mejor jinete, en un mejor propietario. Verás cuánto has evolucionado, cuánto has aprendido. Y estarás agradecido.
Por supuesto, llorarás de pena. Porque un día, el caballo de tus sueños será viejo. Puede ser con la cabeza apoyada en tus rodillas que respire por última vez. Y allí, sentirás que la tierra se abre bajo tus pies, que tu universo se derrumba. Tu corazón se está rompiendo. Pero a pesar de todas esas lágrimas, ese caballo que acabas de comprar, sin saberlo, se convertirá en parte de quién eres, parte de tu alma, parte de tu corazón, y estarás tan profundamente conectado que compartirás los mismos pensamientos.
Recuerda, sin embargo, que mucha gente a tu alrededor nunca entenderá la fuerza del vínculo que te une, el valor que tiene a tus ojos, todo el tiempo y la energía que pondrás en construir este vínculo con él. Y lloraras por sentirte incomprendida.
Marjolaine (Cheval Concept)