Como toda buena aficionada me emoción con cualquier tontería que hace el gordo. Y como n o le suelo dar la plasta a algún amigo/a o familiar con mis batallitas.
Por eso abro este post. Para hacer también protagonistas y participes a esas personas que, aun no sintiendo la misma afición por este mundo del caballo, nos aguantan día tras día las mismas retahílas de siempre.
A esas madres a las que sacamos de la cama a horas intempestivas para hacer de fotógrafas amateurs.
A esos novios/as que ponen cara de emoción cuando repetimos por enésima vez lo inteligente que es nuestro caballo.
A esos amigos que se recorren las tiendas hípicas para regalarnos algún accesorio en nuestros cumpleaños (aunque el regalo, cabezada espuelas etc, nunca lo usemos pues no es apropiado para nuestro animal).
A esos maridos que se levantan a las 7 de la mañana para ir a dar de comer a los bichos antes de trabajar.
A esas hermanas/os que aun sintiendo una total indiferencia por los equinos, son capaces de subirse a uno solo por darnos gusto, (o quizás por dejar de escucharnos un rato).
A esas abuelas que nos dan masajes en zonas doloridas a causa de una mala caída...
A esos cuñados/as que pasan a formar parte de una familia con animal incluido y sin apenas darse cuenta, se convierten en expertos mozos de cuadra.
A todos ellos/as, y tantos más; gracias por ser tan pacientes y comprensivos , gracias por soportar esta nuestra afición tan loca y absorbente pero... tan gratificante.
Gracias por estar aquí.
La tía del gordo (tras meses y meses de incansables ruegos por mi parte) una mañana se armo de valor y paseo a horcajadas sobre Torero. No creo que lo repita, pero la experiencia la dejo un buen recuerdo.
P.D.: en realidad El Gordo la paseo a ella, pero quedará entre nos.
La toma de contacto.
Luego os pongo más.
Por eso abro este post. Para hacer también protagonistas y participes a esas personas que, aun no sintiendo la misma afición por este mundo del caballo, nos aguantan día tras día las mismas retahílas de siempre.
A esas madres a las que sacamos de la cama a horas intempestivas para hacer de fotógrafas amateurs.
A esos novios/as que ponen cara de emoción cuando repetimos por enésima vez lo inteligente que es nuestro caballo.
A esos amigos que se recorren las tiendas hípicas para regalarnos algún accesorio en nuestros cumpleaños (aunque el regalo, cabezada espuelas etc, nunca lo usemos pues no es apropiado para nuestro animal).
A esos maridos que se levantan a las 7 de la mañana para ir a dar de comer a los bichos antes de trabajar.
A esas hermanas/os que aun sintiendo una total indiferencia por los equinos, son capaces de subirse a uno solo por darnos gusto, (o quizás por dejar de escucharnos un rato).
A esas abuelas que nos dan masajes en zonas doloridas a causa de una mala caída...
A esos cuñados/as que pasan a formar parte de una familia con animal incluido y sin apenas darse cuenta, se convierten en expertos mozos de cuadra.
A todos ellos/as, y tantos más; gracias por ser tan pacientes y comprensivos , gracias por soportar esta nuestra afición tan loca y absorbente pero... tan gratificante.
Gracias por estar aquí.
La tía del gordo (tras meses y meses de incansables ruegos por mi parte) una mañana se armo de valor y paseo a horcajadas sobre Torero. No creo que lo repita, pero la experiencia la dejo un buen recuerdo.
P.D.: en realidad El Gordo la paseo a ella, pero quedará entre nos.
La toma de contacto.
Luego os pongo más.