A ver, por dónde empiezo.
Los cascos de los caballos tienen una parte insensible y una más sensible, si el herrador rebaja más de lo que debería, la palma se sensibiliza y duele tanto como cuando tú te cortas una uña demasiado corta. Como has probado con varios herradores y con todos ha pasado lo mismo, yo pensaría dos cosas 1) has contratado herradores igual de malos, mirando más por el precio que por lo buenos que sean herrando y 2) que además tu caballo debe tener una parte insensible especialmente fina, lo que hace que un recortado de un caballo normal con ella sea pasarse.
En todos los casos, los herradores no han sabido deducir que a esa yegua hay que recortarle menos que con otro caballo y en los todos los casos, cuando el casco ha crecido, ha dejado de doler. Más evidente resulta si encima me cuentas que se siente aliviada cuando le pones una herradura, porque la herradura eleva la palma sobre el suelo. Lógicamente, si no toca el suelo, duele menos o no duele.
También me consta que tus herradores son bastante malos porque he visto la foto del casco y he quedado horrorizada. El casco de tu caballo parece un vaso de tubo y los clavos están puestos todos a una altura diferente. El pobre animal debe tener la ranilla totalmente contraída y los aplomos totalmente descolocados. Horrible.
Te enseño. Este es el aspecto que me juego el brazo derecho que tiene el casco de tu yegua:
Y este es el aspecto que debería tener (vale, los ejemplos no son los más maravillosos que he visto en mi vida, pero son infinitamente mejores y creo que valen para ver por dónde voy):
Mi consejo es que viendo cómo va empeorando, que llames a un buen veterinario, a un buen herrador y que te examinen a la yegua entre ambos.
Es probable que quieran tirarle unas placas para ver el estado general del casco y así solucionarte el problema lo mejor posible.
Puede sonar una inversión más grande, pero mejor eso que un caballo que no podrás ni montar ni vender al que se le sumarán los problemas por no pagar la diferencia de los 20-30 euros de un mal herrador a uno que verdaderamente sabe lo que hace, no uno tan malo que no es capaz de reconocer que obviamente ese animal tiene excesiva sensibilidad en la palma y que requiere de una atención y una solución que debería también poder darte más allá de poner una herradura puesta fatal que solo te enmascara el problema.
El casco del caballo es muy sensible y si quieres un caballo que dure muchos años no debería estar en manos de cualquiera.